Desde Cabo de Palos hasta la Antártida: siete meses a pie de mástil

El viernes 9 de mayo regresó a Cabo de Palos el navegante Paco Henarejos tras recorrer más de 17.000 millas náuticas (31.500 kilómetros). Desde Cabo de Palos a la isla Decepción en la Antártida lo acompañó Deva Prendes, su esposa. El regreso desde Ushuaia a Cabo de Palos lo realizó en solitario.

Ayer viernes a las 8 de la mañana, varias embarcaciones zarparon de Cabo de Palos para acompañarlo en la llegada a puerto, entre ellas la goleta Atrevida de Luis Herrador, desde la que se realizaron las fotografías de la emotiva llegada rodeado de familiares y amigos. Su hija no pudo esperar a llegar a puerto, y saltó desde el velero Djinn al velero El Holandés, donde Paco ha navegado durante 7 meses.

Este sueño se fraguó hace cuatro años entre Paco y Deva. Paco es un hombre de mar, experto navegante, nacido en Lo Pagán, San Pedro del Pinatar, en una familia de pescadores. Ha cruzado varias veces el Atlántico. Ilusionados con el proyecto, buscaron el barco ideal, un Bruce Roberts de 44 pies de eslora (13,5 metros), lo acondicionaron para la larga travesía y zarparon el 13 de octubre de 2024. Haciendo escalas en Fuerteventura, Brasil, Argentina, cruzaron el Cabo de Hornos hasta la Antártida, visitando emocionados la base española del Ejército de Tierra en la isla Decepción; otra alegría fue encontrarse en Ushuaia al buque oceanográfico Hespérides, que tiene su base en Cartagena.

Deva, buceadora, concienciada por la conservación del medio ambiente, realizó muestras de agua a lo largo de la travesía para un proyecto de estudio de microplásticos en el océano. Durante la travesía recibieron la visita de manadas de delfines en varias ocasiones, fotografiaron colonias de pingüinos sobre iceberg, y se sorprendieron al encontrarse rodeados por cientos de ballenas en una bahía de la Antártida. Cuatro meses después, Deva volvió en avión desde Ushuaia y Paco regresó en solitario para cumplir el sueño de enfrentarse a tan larga navegación con su velero El Holandés, que este mes de mayo ya estará disponible para charter privados y excursiones de día desde Cabo de Palos para ver cetáceos. Las grandes ballenas pasan cerca en verano buscando las aguas más frías del Atlántico.

En el mar siempre hay que estar preparado para las inclemencias del tiempo y las posibles averías, como la rotura del motor, que supo solventar. Paco siempre navega a vela por motivos de sostenibilidad, ahorro energético y el silencioso sosiego que hace agradable la navegación, pero en los días de calma chicha (ausencia de viento) es necesario el motor para poder avanzar.

Ahora es el momento de evaluar esta travesía, que sin duda ha sido un aprendizaje enriquecedor.