Los juzgados de la Región resolvieron en un año casi 230.000 asuntos: se disparan los de cláusulas suelo

Los juzgados de la Región de Murcia resolvieron en un año casi 230.000 asuntos. En concreto, 228.735 casos, según los datos que maneja el TSJ de Murcia, que incide en que en la Comunidad faltan 23 jueces para llegar a la media nacional, 52 si se quiere igualar con las autonomías donde las hay, y así dar un servicio óptimo.

“Hay un problema de sostenibilidad del sistema público de Justicia”, tiene claro el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, Miguel Pasqual del Riquelme, que comparecía este lunes para dar cuenta de la Memoria 2024 del órgano que preside. Se va con la tristeza de que las necesidades de la Región de Murcia han sido "sistemáticamente ignoradas".

“Este país se enfrenta a un serio problema institucional”, subrayó el magistrado, que deja el cargo y será sustituido por Manuel Luna. Dijo esto a propósito de la cantidad de asuntos que hay en los juzgados y tribunales de la Región, que emitieron en 2024 un total de 47.626 sentencias, 372 por juez; asimismo, hubo 120.376 autos, lo que implica una media de 940 casos por órgano.

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Más datos: lo que más se incrementó fue el asunto de las cláusulas suelo, con una subida del 213 por ciento, “fruto de las últimas sentencias del Tribunal Europeo”, apuntó Del Riquelme.

Bajan las denuncias de violencia machista (un 9,6% menos) y también ya son menos las mujeres que no declaran (un 2,6% menos que el año anterior).

Adiós tras 10 años en el TSJ

El presidente del TSJ tachó de “enorme privilegio” el haber estado una década al frente del TSJ. “Estoy seguro que el nuevo presidente, que tomará posesión el próximo día 8, lo desempeñará con excelencia”, manifestó.

Tras la comparecencia, en un desayuno con los periodistas, Pasqual del Riquelme habló de la “falta de peso político de la Región para ser influyente en Madrid en el ámbito judicial”.

“En lo que de nosotros depende, incrementamos la resolución un 14% en diez años, un 28% el año pasado, pero no podemos con estos medios dar salida a la litigiosidad galopante que tenemos”, sentenció, al tiempo que auguró “un colapso” del ámbito judicial si esta tendencia continúa.

Avalancha de demandas civiles y mercantiles en los juzgados de la Región para sortear la ley que obliga a mediar

El todavía presidente del TSJ detalló que últimamente “hemos visto menos venidas escenográficas a los juzgados de las que en tiempos vimos”, en referencia a las denuncias que se ponían políticos a políticos rivales a destajo y que quedaban en nada. No obstante, equiparó lo que hacen esos políticos con lo que hacen muchos ciudadanos con “papá Estado”, al recurrir a la Justicia para solucionar conflictos.

“Es una manera de ser que no me parece muy adulta”, consideró, al tiempo que apostó por el diálogo para subsanar toda conflictividad “laboral, matrimonial, vecinal” que desemboca en los juzgados, y acaba saturándolos.

"Falta de comunicación en muchos conflictos"

Desde su punto de vista, “es un problema cultural”, pues “la mayor parte de la gente, cuando les preguntas cómo solucionar un conflicto, solo se les ocurre ir al abogado o al juzgado; la mediación no forma parte del paisaje”.

Sin embargo, “ahora, ese paisaje se ha impuesto por la fuerza”. Dijo esto en referencia a la norma que obliga a las partes a tratar de negociar un acuerdo en los pleitos civiles y mercantiles antes de acudir a la vía judicial. La ley “necesitará un tiempo de ajuste”, destacó, para vaticinar que acabará siendo “rentable y útil” para los ciudadanos.

“En muchos conflictos lo que hay es una falta de comunicación”, recalcó, para subrayar que, en mediación, muchas veces averiguan que hay gente que lo único que quiere es que le pidan perdón.

Del Riquelme explicó que los abogados deberían aconsejar a sus clientes que acudiesen a la mediación y solucionar en tres meses un conflicto, en vez de alargarlo tres años y llegar hasta el Supremo. “En la Unidad de Mediación de Murcia hay mediadores formados que pueden ofrecer servicios de calidad”, celebró, en referencia a la unidad que, desde que fue creada hace diez años, ha sido escuela de formación para estos profesionales.

Del Riquelme, que se quedará en su plaza como magistrado en el TSJ, lamentó la “descalificación” que sufren muchos jueces, lo cual “es un síntoma de involución importante”. 

Quienes atacan a los magistrados “son sujetos y grupos a los que la independencia judicial molesta”. “Somos hijos de clase trabajadora y clase media”, recordó a los que tachan de privilegiados a los jueces.