Empleo

El estrés laboral dispara enfermedades como la hipertensión o la artritis entre los trabajadores de la Región

La secretaria general de UGT atribuye a los efectos de "la precariedad" la prolongación de las bajas por enfermedad de 2024 en cinco días

Dos personas esperan su turno para ver al médico en un centro de salud. | LA OPINIÓN

Dos personas esperan su turno para ver al médico en un centro de salud. | LA OPINIÓN

María José Gil

María José Gil

El estrés y las condiciones de precariedad que soportan los trabajadores de la Región no solo contribuyen a aumentar las bajas laborales por ansiedad y depresión, sino que también generan «un elevado número de enfermedades psicosomáticas, como la hipertensión, la artritis, la colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn», según explicó a La Opinión la secretaria general de UGT en la Región, Paqui Sánchez Salmerón.

La máxima representante del sindicato en Murcia desde hace un mes, que ha trabajado hasta finales de marzo como médica de urgencias del Servicio Murciano de Salud, apunta que la proliferación de las patologías vinculadas al estrés explica también la mayor duración de las bajas laborales en 2024 respecto al año anterior, que alcanza los 53,25 días frente a los 42,86 de la media nacional, según los datos que ofrece el Ministerio de Seguridad Social en su página web.

Aunque el número de casos de incapacidad temporal por enfermedades comunes registrados el pasado año no ha experimentado un crecimiento significativo, la duración de los periodos que los trabajadores murcianos están de baja se ha alargado casi en cinco días, mientras que en España ha ocurrido lo contrario: las ausencias por enfermedad se han acortado en tres días y medio.

La secretaria general de UGT destaca que en los últimos años se ha producido un elevado aumento de las enfermedades mentales que dan lugar a las bajas laborales y hace hincapié en que también se han incrementado las patologías que tienen «un origen psicosomático».

Destaca que, además de la depresión, «el estrés provocado por la precariedad en las condiciones laborales acaba causando enfermedades como la hipertensión, la artritis, la colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn».

Sostiene, además, que el aumento de las bajas por enfermedad «también se ha producido entre el personal sanitario», debido a las dificultades y las tensiones que deben afrontar en muchos centros de trabajo.

Como ejemplo destaca especialmente el caso del Área de Cartagena, de la que procede, en la que los profesionales han sufrido varios ataques en las últimas semanas, entre los cuales se incluyen los disparos a una ambulancia, uno de los cuales dio en una de las ventanillas del vehículo.

Por su parte, el secretario general de CC OO en la Región, Santiago Navarro, recordó que los sindicatos conmemorarán este lunes el Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo con el homenaje a los trabajadores fallecidos en accidente laboral del año 2024, en el que se reivindica «la prevención en las empresas».

Santiago Navarro considera que la prolongación de las bajas laborales hasta los 53,25 días se debe «a que gran parte de las enfermedades se quedan sin un diagnóstico», porque cada día hay más retrasos en las citas del especialista.

Advierte de que en ocasiones «pasan meses hasta que el trabajador consigue que lo vea el médico».

Sin embargo, afirma que «las mutuas están obsesionadas en hacer pasar las enfermedades profesionales como enfermedad común», cuyas bajas las costea la Seguridad Social. Asegura que hay casos de trabajadores que «pasan hasta 18 meses con un problema sin que se les haga una prueba».

Recuerda igualmente que la aspiración de las mutuas es conseguir que se les permita dar el alta médica a los trabajadores, pero sostiene que no conseguirán ese objetivo. «En el V Acuerdo de Negociación Colectiva se hablaba de la posibilidad de que las mutuas hicieran pruebas diagnósticas, pero lo que quieren es intervenir en las altas, cuando es el médico el que debe darlas».

A pesar del aumento en la duración de las bajas laborales que se ha producido en el último año, los trabajadores murcianos no son los que más tiempo tardan en volver al trabajo después de ponerse enfermos.

Los extremeños, con 75,69 días de baja, y los gallegos, con 74,58, son los que más alargan las ausencias por enfermedad. También Castilla y León (56,37 días de baja), la Comunidad Valenciana (56,22) y Cantabria (54,20) superan ligeramente la duración de las bajas de los trabajadores murcianos.

El pasado año se iniciaron en la Región 261.378 bajas laborales por enfermedad común, una cifra que apenas se ha incrementado un 0,25%. Sin embargo, en España se produjo un aumento del 2%, con 9,1 millones de ausencias por enfermedad.

El número de procesos de incapacidad temporal terminados a lo largo de 2024 sí experimentó un mayor aumento en la Región. Las 254.271 bajas concluidas el pasado año representan un aumento del 1,5%.

Según los datos del INSS, más del 16% de las bajas laborales registradas el pasado año en la Región estaban motivadas por problemas de salud mental. Esta proporción está próxima a la media nacional y ha experimentado un elevado aumento desde 2016. El mayor incremento se ha producido entre jóvenes de 26 a 35 años.

La Croem desarrolla durante el mes de abril, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, una campaña de concienciación dirigida a las empresas de la Región. Según ha informado la patronal en un comunicado, el objetivo era «promover una cultura preventiva real y duradera que sitúe la seguridad y la salud laboral en el centro de la estrategia empresarial».

La campaña se ha desarrollado bajo el lema ‘Invierte en seguridad y salud laboral. Más crecimiento, más productividad, más bienestar’.

La organización empresarial explica que «la iniciativa ha subrayado el valor de integrar la prevención de riesgos laborales como un elemento clave para mejorar el entorno de trabajo, impulsar la motivación de los equipos y fortalecer la competitividad». Añade que «la seguridad laboral no debe concebirse únicamente como una obligación legal, sino como un factor estratégico que aporta estabilidad, reputación y sostenibilidad a las organizaciones».

La campaña se ha centrado principalmente en «implicar a las empresas en una evolución necesaria: convertir la prevención en una práctica cotidiana, transversal y estratégica». Solo con el compromiso colectivo será posible avanzar hacia entornos laborales más humanos, seguros y productivos.

Además, la Croem hace un llamamiento a las empresas para «reforzar sus políticas preventivas, revisar sus protocolos de actuación y fomentar buenas prácticas en todos los niveles».

Considera que las pequeñas y medianas empresas, en particular, «necesitan más apoyo para implantar con éxito medidas de prevención», mientras que en las grandes compañías los retos suelen centrarse en consolidar una cultura preventiva sólida, coordinar actuaciones en centros de trabajo complejos y adaptar las políticas de seguridad a estructuras organizativas más amplias. En ambos casos, contar con herramientas prácticas, formación específica y asesoramiento técnico resulta fundamental para integrar eficazmente la prevención en la gestión empresarial.

Entre las actuaciones desarrolladas a lo largo del mes de abril se incluye la celebración de una jornada en la que intervino María Jesús Otero, representante del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, quien destacó «la necesidad de integrar la edad y la diversidad generacional en la gestión de la prevención de riesgos laborales». También subrayó la necesidad de que las empresas «desarrollen políticas que garanticen entornos laborales seguros y saludables, teniendo en cuenta la diversidad generacional y de género».

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