Economía

El Perte de la vivienda en la Región abre la puerta a la edificación exprés

El plan del Gobierno para construir mediante módulos industriales es recibido como una alternativa a la demanda de casas en la Comunidad

Viviendas en construcción en Cartagena.

Viviendas en construcción en Cartagena. / Loyola Pérez de Villegas

María José Gil

María José Gil

El Perte de la Vivienda presentado por el Gobierno central con el objetivo de fomentar la edificación exprés mediante módulos industriales abre la puerta a la incorporación de nuevas técnicas capaces de acortar los plazos de la construcción en una región que demanda más de 10.000 viviendas nuevas al año. El director del Centro Tecnológico de la Construcción, Antonio Trigueros, explica que la utilización de elementos modulares en las obras no va a resolver los problemas que plantea la falta de suelo o la tramitación de las licencias, pero asegura que «no es igual que una promoción se haga en un año que en seis meses». Para Trigueros, «el tiempo es dinero».

El plan destinado a «construir más y mejores viviendas, de manera más rápida y a precios más asequibles» crea grandes expectativas en Murcia, debido al déficit de vivienda que existe en toda España y especialmente en la Región, dado que la edificación apenas ha recuperado la décima parte de la actividad que alcanzó antes de la crisis de 2008. Así, en 2024 se terminaron solo 1.009 viviendas, según los datos de Frecom, cuando en 2005 se entregaron 24.785. 

El frenazo que se produjo a partir de 2010 ha generado un déficit acumulado, que impide emanciparse a la mayor parte de los jóvenes murcianos.

Según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el Perte para la construcción industrializada de viviendas contará con una inversión pública de 1.300 millones de euros en 10 años a través de distintos instrumentos financieros del Estado, pero también buscará movilizar inversión privada. El Gobierno pretende construir una media de 15.000 viviendas industrializadas al año y poder llegar a las 20.000 dentro de 10 años.

El director del Centro Tecnológico de la Construcción apuntó que, pese a las posibilidades que abre la incorporación de las nuevas técnicas de construcción basadas en el uso de módulos industriales, «hasta que llega la licencia de obras el promotor hay que hacer muchas cosas». 

Añadió que «la tecnología existe» y defiende que va a permitir que se reduzcan los plazos de construcción. «El tiempo es dinero», afirma.

Sin embargo, recuerda que la disponibilidad de suelo resulta crucial, dado que «si no hay suelo, da igual». También deja claro que el precio de los materiales de construcción es el mismo en una edificación tradicional que en una obra modular. Sin embargo, considera que la incorporación de módulos industriales amortigua los problemas que genera la falta de mano  de obra en la construcción, dado que ve más fácil la incorporación de las nuevas generaciones a las empresas dedicadas a la fabricación que a las obras.

Antonio Trigueros señaló que en Jumilla ya hay una empresa que suministra cuartos de baño completos listos para su instalación, que están siendo utilizados en la construcción de hoteles. 

Por su parte, la empresa de Abanilla Cementos La Cruz, que trabaja con técnicas como la impresión 3D de hormigón, considera que el plan permitirá «acelerar la edificación, reducir los plazos de entrega y construir con mayor eficiencia, calidad y control ambiental», además de «responder a la escasez de mano de obra». Da por hecho que «la industrialización de la construcción representa una vía realista para afrontar uno de los grandes retos del país: el acceso a la vivienda». 

La patronal regional Frecom no se ha pronunciando aún sobre el plan del Gobierno.

La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, anunció ayer que el Consejo de Ministros dará luz verde el próximo martes al Perte de la industrialización de la vivienda. El Ejecutivo ha decidido instalar la Ciudad de la Industrialización de la Construcción en Valencia, al considerar que, tras la dana, «es una oportunidad para todos los municipios afectados porque puede generar industrias accesorias que se instalen en ellos.

La segunda mano acapara el mercado en Murcia y Cartagena

La vivienda usada acapara la mayor parte de la oferta especialmente en zonas urbanas de Murcia y Cartagena. Según datos de Redpiso, el valor medio de una vivienda de obra nueva en la Región de Murcia se sitúa en torno a los 1.850 euros por metro cuadrado, mientras que el de la vivienda de segunda mano ronda los 1.420 euros, lo que supone una diferencia de 430 euros, que equivale al 30%. 

Esta brecha se acentúa en barrios consolidados como Vistabella o El Carmen, donde la oferta de vivienda usada es mayor y más accesible para familias y jóvenes compradores.

Además, en ciudades como Molina de Segura, Alcantarilla o San Javier se está viendo un notable repunte de demanda de vivienda de segunda mano, motivado por su disponibilidad inmediata y su ubicación estratégica cerca de servicios, centros educativos y zonas comerciales.

«La vivienda de segunda mano está permitiendo a muchos murcianos acceder a propiedades bien ubicadas a precios más competitivos», indica Leonardo Pérez, de Redpiso.

En España, el precio de la obra nueva creció un 10,7% interanual durante el primer semestre de 2024, frente al 6,5% de la vivienda usada. 

En la Región de Murcia, este fenómeno también se replica, aunque con grandes diferencias entre los municipios.  

Por otra parte, el esfuerzo financiero que debe asumir un comprador murciano para adquirir una vivienda nueva es notablemente mayor. Se estima que representa hasta el 48% de la renta disponible en algunos casos, mientras que para una vivienda de segunda mano, la cifra baja al 34%.

Según los cálculos de la Sociedad de Tasación, los murcianos tienen que dedicar el sueldo de 5,1 años para pagar una casa, a pesar de que la Región se encuentra entre las tres comunidades autónomas en las que la comprar exige el menor esfuerzo.

El coste de la vivienda en España equivale al salario de 7,5 años, aunque en Baleares supera los 19, debido a la elevada demanda turísticas de las islas.

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