Polémica

Denuncian que la CHS ha autorizado el uso de un herbicida "probablemente cancerígeno" para eliminar malas hierbas en el Alto Segura

Greenpeace se opone a la aplicación del glifosato y alerta de riesgos para la calidad del agua, la salud de las personas y la biodiversidad

Cabecera de la presa en el embalse del Cenajo.

Cabecera de la presa en el embalse del Cenajo. / L.O.

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

Greenpeace, junto con las organizaciones Caralluma y el Consejo para la Defensa del Noroeste, ha denunciado este jueves que la Confederación Hidrográfica del Segura ha autorizado en un expediente de contratación el uso del herbicida glifosato para la eliminación de malas hierbas en las acequias a orillas de los embalses de Fuensanta, Camarillas y Cenajo, en el Alto del río Segura. Segun las organizaciones denunciantes, esta medida, destinada al control de la vegetación en las zonas ribereñas, plantea "serios riesgos para la calidad del agua, la salud de las personas y la biodiversidad" y reprochan que ni siquiera tiene en cuenta los manuales de buenas prácticas publicados por el propio Ministerio de Transición Ecológica.

El glifosato, clasificado por la Organización Mundial de la Salud como "probablemente cancerígeno para los seres humanos", ha sido objeto de intenso debate debido a sus potenciales efectos nocivos sobre la salud y el medioambiente. Los colectivos denunciantes han expresado su firme oposición a esta autorización, advirtiendo sobre las graves consecuencias que podría tener para el ecosistema fluvial y en los cultivos en la vega del Segura, aguas abajo de donde pretende fumigar la CHS.

Según estos colectivos ecologistas, la contaminación por glifosato en los ríos españoles ya ha alcanzado niveles alarmantes, con concentraciones que en algunos casos superan cientos de veces los límites permitidos. La aplicación de este herbicida en las orillas de los embalses del Alto Segura "podría exacerbar esta situación, poniendo en riesgo la calidad del agua que abastece a cientos de miles de personas y que se utiliza en el riego de cultivos ecológicos y con denominación de origen, entre los que se encuentra el arroz de Calasparra".

Herbicida RoundUp, con glifosato

Herbicida RoundUp, con glifosato / EFE

Las consecuencias de esta decisión también podrían ser devastadoras, advierten, para la fauna y la flora acuáticas del río Segura. "El glifosato, al ser arrastrado por las lluvias y escorrentías hacia el cauce del río, no sólo afectaría a las plantas objetivo, sino que también podría dañar a organismos acuáticos y alterar el delicado equilibrio del ecosistema", señalan. Además, la contaminación del agua por este herbicida plantea "serias preocupaciones para la salud pública, ya que el río Segura es una fuente crucial de agua potable para numerosas comunidades".

Las organizaciones denunciantes proponen alternativas sostenibles y respetuosas con el medioambiente para el control de la vegetación en las orillas de los embalses: el pastoreo controlado y la siembra de especies nativas que compitan naturalmente con las plantas no deseadas, el uso de soluciones naturales -como mezclas de vinagre, agua y jabón biodegradable- o el uso de bicarbonato de sodio han demostrado ser efectivas y seguras para el medioambiente.

"La autorización del uso de glifosato en el Alto Segura representa un retroceso en los esfuerzos por proteger nuestros recursos hídricos y preservar la biodiversidad. Es imperativo que las autoridades reconsideren esta decisión y adopten un enfoque más sostenible y ecológico para el manejo de la vegetación ribereña", aseguran desde Greenpeace.

"La Confederación Hidrográfica del Segura tiene la responsabilidad de proteger este valioso recurso natural y garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de un río Segura limpio y saludable. Es momento de apostar por soluciones innovadoras y respetuosas con el medio ambiente que nos permitan avanzar hacia una gestión más sostenible de nuestros suelos y nuestros recursos hídricos", sentencian las organizaciones.

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