Entrevista | Cecilio Peregrín Presidente de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex)

Cecilio Peregrín: "Las guerras comerciales no favorecen a nadie y siempre las pagan los mismos"

El comportamiento del sector es positivo, pero afronta múltiples amenazas: competencia desleal, escasez hídrica y, ahora, Donald Trump

Cecilio Peregrín, presidente de Fepex.

Cecilio Peregrín, presidente de Fepex. / L.O.

Alejandro Lorente

Alejandro Lorente

El empresario de Águilas Cecilio Peregrín (1961), director corporativo de Primaflor, fue elegido el pasado mes de diciembre presidente de Fepex, la patronal nacional de exportadores de la que forma parte de la asociación de la Región Proexport. Sucede a Jorge F. Brotóns Campillo, que ha presidido Fepex desde diciembre de 2006.

La situación hídrica que afecta a los cultivos en toda España, la falta de personal, la competencia desleal de terceros países, la limitación de los fitosanitarios o la necesidad de fuertes inversiones en mecanización y automatización, en campos y almacenes, son algunos de los desafíos que afronta la organización que ahora dirige. Por si fueran pocos retos, ahora tendrá que asistir con preocupación a una guerra comercial sin cuartel entre Estados Unidos y el resto del mundo, que podría afectar a muchos productos agroalimentarios murcianos.

¿Cómo están siendo estos primeros meses en la presidencia de la Federación?

La transición, como no podía ser de otra manera, ha sido perfecta. Un poco con la sensación de vértigo ante la responsabilidad, pero he encontrado la colaboración de todas las asociaciones. La sensación es buena, con ganas de trabajar y de darle a otra visión a lo que es Fepex.

¿Qué va a aportar diferente a la organización?

Cualquier cambio puede ser bueno, porque hay otra forma de ver las cosas y reactivar algunas cuestiones. Queremos dejar, en definitiva, una impronta de renovación, en el mejor sentido de la palabra.

¿Por qué en España se prohíben fitosanitarios permitidos en los países vecinos?

Tengo entendido que hay tres grandes cuestiones que le preocupan especialmente: la escasez hídrica, la falta de mano de obra y la productividad/rentabilidad del sector.

Con relación a las deficiencias hídricas, sobre todo queremos darlas a conocer. Los últimos años han estado marcados por la sequía, sobre todo el pasado año en el sureste (Almería, Murcia, sur de Alicante), donde estamos muy acostumbrados a bregar con la falta de agua, pero es cierto que también se han visto afectadas zonas de Cataluña, Extremadura o Andalucía, donde el olivar lo ha pasado muy mal. Ante esto, es necesario que la gente tome conciencia de esto y de la necesidad de encontrar soluciones, como puede ser la interconexión de cuencas.

Sobre la falta de mano de obra.

Tenemos la sensación de que hay que hacer las cosas de otra manera, bien sea a través de las contrataciones en origen, con la correspondiente concatenación, es decir, que la gente de la fresa, por ejemplo, que tiene temporadas razonablemente largas o cortas según se mire, pueda concatenar y seguir esa actividad en otros territorios.

Los costes de producción siempre crecientes es otro caballo de batalla, ¿no?

Todas las sucesivas subidas del Salario Mínimo Interprofesional repercuten en costes para la empresa... Somos empresas agro y la mano de obra para nosotros es fundamental, y todo esto hay que tenerlo en cuenta porque afecta a nuestra productividad. Tenemos que ser competitivos y difícilmente podremos serlo con países terceros que están entrando mucho producto y que no cumplen con las famosas cláusulas espejo. Con todo esto al final corremos el riesgo de perder la independencia alimentaria que puede ser fundamental para toda Europa.

También se ha dado la voz de alarma sobre la escasez de productos fitosanitarios.

Las plantas como ser vivo que son tienen una serie de enfermedades, como las personas. Todos queremos tener un producto perfecto cuando vamos a comprar y para hacer eso, con la cantidad de plagas que tenemos, necesitamos cuidar esas plantas, pero si nos reducen las materias activas, los productos que podemos utilizar y si además lo hacen sin ningún criterio, lo tenemos más complicado.

Y por qué se reducen estos productos, ¿por una cuestión de seguridad?

Yo no diría seguridad, porque estamos todos trabajando con una estrategia integrada. De lo que se trata aquí es que se debe contar con los productores a la hora de reducir la lista de materias activas permitidas para fitosanitarios y explicar bien por qué. No puede ser que alguien que no es productor, por decisión casi unilateral, decida que hay que reducir esos productos fitosanitarios. Eso hace que muchas empresas que se dedican a esto dejen de investigar, dejen de invertir en un producto por la incertidumbre que genera los cambios en las reglas del juego.

Este es un sector muy camaleónico y hemos sabido siempre adecuarnos a las circunstancias

Y además, cada país parece que tiene sus propias reglas en esto...

Sí, ¿por qué en España no podemos aplicar una serie de productos que en Portugal, Francia o Italia sí están permitidos? No tiene ningún sentido que el Gobierno aquí prohíba eso y en los países vecinos no.

A todos estos desafíos se suma ahora los aranceles que la administración de Donald Trump quiere imponer a Europa. ¿Cómo percibe el sector agroalimentario esta amenaza?

Hay productos que están en riesgo de sufrir esos aranceles: me consta, entre otros, el pimiento (con líneas comerciales abiertas con Estados Unidos), la uva, la fruta de hueso, ajo, cebolla... Toda esta guerra comercial afecta y perjudica a nuestro sector. Este tipo de guerras, como ya se está comprobando, no favorecen a nadie y siempre van en perjuicio de los mismos. En cualquier caso, también debemos recordar que los aranceles que puso Trump en su primera legislatura no fueron suavizados después por Joe Biden...

Y pese a todo el comportamiento del sector de la exportación de frutas y hortalizas, al menos en el 2024 en la Región de Murcia, arroja datos muy positivos. Por primera vez se han superado los 3.500 millones en ventas al extranjero, según datos ofrecidos por la Comunidad.

Porque nos seguimos adecuando a las circunstancias. Este sector lleva toda la vida siendo muy camaleónico, pero si le damos más vueltas a la tuerca... Lo que estamos diciendo es: ojo con lo que puede pasar si seguimos por esta línea porque va a ser casi imposible producir entre las limitaciones de las cadenas de supermercado y las de la legislación española.

Me puede poner un ejemplo de esas limitaciones.

En la espinaca, que le afecta a mi empresa, Primaflor, directamente, hay un único herbicida y en España no se puede utilizar, pero en Portugal e Italia, que son nuestros competidores dentro de la Unión Europea, sí está permitido.

Cuando antes ha hecho referencia a las limitaciones de las cadenas de supermercados, ¿a qué se refería?

A los LMR, que es la concentración máxima de un residuo de plaguicida en alimentos o piensos. Esto viene dictado por Europa y hay cadenas alemanas que imponen una exigencia mayor.

Se reunió hace unas semanas con el presidente López Miras, ¿qué más tiene en agenda para trasladar todas estas demandas y preocupaciones?

Lo primero es agradecer la invitación del presidente de la Comunidad Autónoma a esa reunión. Además, hemos tenido reuniones con el consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía y hemos solicitado reuniones con el consejero de Agricultura de la Comunidad Valenciana, también tuve la ocasión de reunirme, muy fugazmente, con el conseller de Cataluña... pero bueno, las diferentes asociaciones son las que hacen también esa labor de contacto en cada comunidad autónoma.

«Aquí todo el mundo es importante, decía mi padre»

Su padre, también Cecilio Peregrín, el fundador de la empresa Primaflor, era veterinario de carrera, y en su momento tuvo tomates, ajos cebollas, «siempre estuvo vinculado con la agricultura y con la ganadería, y al final es lo que hemos mamado en casa». Así cuenta Cecilio Peregrín hijo como se gestó su interés por la agricultura y por la empresa. No sólo trasmitió esa pasión por la agricultura, sino también por Pulpí, el pueblo del fundador y donde esta empresa tiene su sede. «Me acuerdo que mi padre decía que ‘aquí todo el mundo es importante’, y eso lo seguimos cumpliendo, esto es un engranaje en el que todos tenemos una misión y nadie es más importante que nadie, desde la persona que está en el semillero hasta el director general de la empresa». En cuanto al futuro, al relevo generacional, señala que lo importante que es que «nuestros hijos sean ante todo buenos profesionales y bien formados» para que así, si en un futuro deciden trabajar en la empresa, esta pueda aprovechar ese conocimiento.

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