Medio Ambiente

Los bichos carroñeros se dan un festín con los árboles moribundos

Los insectos que se han detectado en los ejemplares muertos de la Región atacan en otra época del año

Ejemplar de Tomicus Destruens.

Ejemplar de Tomicus Destruens. / Diego Gallego

Jose Antonio Sánchez

Jose Antonio Sánchez

La causa de la muerte de los árboles en la Región de Murcia está clara. La falta de agua, el cambio climático, el calentamiento global... La nueva realidad climática a la que tiene que adaptarse el sureste español también trae consigo una serie de bulos sobre las causas de la muerte de los árboles. Uno de ellos, quizá el más extendido, es que las plagas son las que están provocando el decaimiento. Y no es así.

Diego Gallego, profesor del departamento de Ecología de la Universidad de Alicante, explica que la especie encontrada en árboles muertos de la Región, el Tomicus Destruens, puede matar árboles vivos, pero que, de hacerlo, es en primavera: «Se alimentan del tejido interno de los árboles y para ello necesitan romper sus defensas, por eso está ligado a la debilidad del árbol en mayor o menor grado».

«Su ciclo vital es bastante curioso. Se desarrolla comiéndose la parte interna de los árboles durante el invierno, cuando hacen una parada vegetativa. Los insectos se lo comen durante la parada y cuando el árbol quiere volver a mover savia es cuando se muere. Realmente estaba muerto desde diciembre, pero no da la cara hasta primavera», explica Gallego.

Esta especie se desarrolla dentro de los árboles. Hacen un orificio en la corteza y, tras la cópula, la hembra excava una galería y va enterrando los huevos de forma lineal y separada para evitar a los depredadores. Se desarrollan comiéndose la parte interna del árbol, tanto el floema como el cámbium. Y, como no se puede regenerar, lo matan.

Como los buitres

Todo esto lo hacen durante el invierno. Por este motivo tan sencillo la ciencia demuestra que los árboles no han muerto por este tipo de barrenadores, que es una de las 200 especies que hay en la Región de Murcia.

«Si no estuvieran estos insectos, los árboles se morirían igual. Cuando un árbol se debilita se produce una cerrera para ver quién se lo come antes y el tomicus está especializado en encontrarlos primero. Como la carroña. Es como si ves unos buitres comiéndose a una vaca. La vaca se ha muerto por otra causa, ellos lo que hacen es aprovechar un recurso», añade Diego Gallego.

La ciencia dice que la mayor parte de los árboles hubiesen muerto con o sin insectos porque la causa es el cambio climático: «Muy poco hacer invirtiendo recursos contra los insectos cuando la causa no es esta. Deberíamos invertirlos en una silvicultura adaptativa y en combatir el negacionismo. Hay zonas de la Región de Murcia en las que no habían bosques y que ahora tienen una gran mortandad, como el Coto Cuadros. Va a desaparecer por mucho que queramos. El mensaje debe ser hacia la educación de que allí antes no había un bosque y que no lo habrá en un futuro», concluye el profesor de la Universidad de Alicante.

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