Arte y moda inclusiva que enriquece nuestras vidas

Javier Celdrán, director de PwC en la Región de Murcia, agradece el Premio Laurel otorgado por Plena Inclusión

El equipo de PWC posa en el Premio Laurel

El equipo de PWC posa en el Premio Laurel / PwC

Javier Celdrán

Hace unas décadas, recibir un diagnóstico de síndrome de Down o discapacidad intelectual era devastador para cualquier familia. Para muchos, significaba un futuro incierto, marcado por la exclusión. Estos niños crecían en el silencio de sus hogares, alejados de una sociedad que no encontraba un lugar para ellos, mientras sus padres sufrían por brindarles una vida digna, sin apoyos ni recursos suficientes.

Pienso en esos tiempos y en mi hermana Raquel, mi melliza. Ella tenía síndrome de Down y una sensibilidad única. Pero vivió en una época en la que las oportunidades eran escasas. Con esfuerzo, sus logros llegaron hasta donde sus padres y algunos terapeutas privados pudieron llevarla. Aprendió a leer, a escribir y a pintar, llenando de color y amor nuestras vidas. A sus 25 años nos dejó, llevándose consigo el talento que apenas comenzaba a mostrar. 

Hoy, cuando veo lo lejos que hemos llegado en la lucha por la inclusión, y todavía queda mucho por recorrer, me pregunto cómo hubiese sido su vida ahora. Gracias a las familias que no se resignaron, y a asociaciones como las que conforman Plena Inclusión, hemos logrado cambiar esa realidad. Lucharon incansablemente para que la sociedad comenzara a ver a las personas con discapacidad intelectual con respeto, diferentes pero con iguales derechos, a las que brindarles oportunidades. 

Y poco a poco, lograron abrir puertas: la inclusión en escuelas, el acceso a terapeutas especializados, la vida independiente en pisos con apoyos, y el ingreso al mercado laboral. Lo que antes se consideraba ‘caridad’, hoy se reconoce como valor: cada vez más empresas les ofrecen espacios de trabajo reales, empleos donde aportan una diversidad que las enriquece y transforma.

Desde PwC nos sumamos a la batalla de la plena inclusión, y nos sentimos muy agradecidos de haber podido participar en la iniciativa Assido Design. Al colaborar en este proyecto, hemos tenido la suerte de ser agentes activos del cambio. En él, artistas con capacidades únicas pueden desarrollar su talento y compartirlo con el mundo, llevando sus pinturas y creaciones a productos de hogar y moda, como los grandes artistas que son. Sus obras llenarán nuestras vidas de color y diversidad. Y nosotros, en PwC, nos sentimos orgullosos de haber contribuido a convertir esa idea en una realidad generadora de empleo y oportunidades.

Quizás lo que entendemos como ‘normal’ deba cambiar. Porque lo normal es, precisamente, ser diferentes. Es más, la aceptación e inclusión de la diversidad nos hace mejores, encontrando el verdadero valor de una sociedad con propósito. 

Nuestro ‘Laurel’ en PwC es para quienes forman parte de Plena Inclusión, para las familias y asociaciones que, como Assido, abren la brecha y siguen trabajando para que cada Raquel, cada persona con capacidades distintas, tenga más oportunidades de vivir una vida plena, digna y libre, enriqueciendo nuestras vidas.

Javier Celdrán Lorente, director de PwC en la Región de Murcia.

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