Premios Empresa del Año Banco Sabadell
Tomás Fuertes Fernández: "He tenido la gran fortuna de dedicarme a mi verdadera pasión"
El líder de una de las mayores corporaciones agroalimentarias de España ha sido recientemente galardonado con el Premio Empresario del Año en los Premios Empresa del Año Banco Sabadell

Tomás Fuertes, presidente de Grupo Fuertes. / L.O.
Tomás Fuertes, presidente de Grupo Fuertes, es un ejemplo vivo de cómo la dedicación, el esfuerzo y la visión empresarial pueden transformar un pequeño negocio familiar en un imperio internacional. Hijo de un campesino y una huertana, Fuertes ha llevado a su empresa a lo más alto del sector agroalimentario, logrando que ElPozo Alimentación, una de sus principales compañías, sea una marca emblemática en España y en más de 80 países. Su historia, que comenzó en una modesta tienda de comestibles en Alhama de Murcia, es el relato de una vida dedicada a la excelencia y al crecimiento, siempre manteniendo intactos los valores familiares.
El reconocimiento a esta trayectoria de décadas de trabajo incansable y logros empresariales llegó recientemente con el Premio a Empresario del Año, un galardón que le ha sido otorgado en los Premios Empresa del Año Banco Sabadell, organizados por la entidad bancaria y el diario La Opinión de Murcia. «Es un orgullo recibir este premio y soy plenamente consciente del prestigio asociado a él entre tantas buenas candidaturas merecedoras», subraya Fuertes.
Pero, como él mismo explica, este éxito no habría sido posible sin una base sólida, que se remonta a sus inicios familiares. En los años 50, la tienda de comestibles que regentaban sus padres, Piedad y Antonio, se transformó en una pequeña fábrica de embutidos, y fue ese primer paso el que propició el desarrollo de ElPozo Alimentación. Con la ayuda de toda la familia, incluidos sus dos hermanos, José y Juana, el proyecto fue creciendo de manera constante, impulsado por el esfuerzo conjunto y el afán de mejora continua. «Con trabajo, mejora continua, ilusión y valores, surgió una gran corporación de ámbito internacional», destaca Fuertes. Y lo que en un principio era un negocio familiar local, es hoy una de las mayores empresas del sector agroalimentario en Europa, que genera empleo para más de 8.000 personas.
Uno de los mayores retos a los que Fuertes, asegura, ha tenido que enfrentarse en su dilatada carrera ha sido la globalización. La expansión de los mercados y el aumento de la competencia internacional no fueron obstáculos, sino un incentivo para superarse. Según él, la clave está en prepararse continuamente para hacer frente a un mercado más competitivo: «Ya no vale con ser el mejor de España o de Europa, hay que ser el mejor del mundo», afirma con determinación. Para ello, explica que es fundamental aplicar tecnología, innovar constantemente y mejorar en eficiencia. Estas estrategias han permitido a Grupo Fuertes mantener una posición de liderazgo en el sector, a pesar de los constantes cambios en el mercado global.
Sin embargo, detrás de esta actitud de constante superación, Tomás Fuertes no percibe su trabajo como una carga, sino como una fuente de satisfacción personal. «He tenido la gran fortuna de poder dedicarme a mi verdadera pasión», comenta, refiriéndose a la dirección de su empresa. En sus palabras, nunca ha sentido que estuviera trabajando realmente, ya que la ilusión por estar al frente de un equipo talentoso y el placer de ver crecer el proyecto han sido sus principales motores. «Me he pasado la vida divirtiéndome porque estar en mi empresa y dirigir el talento de las personas que forman nuestro equipo me hace realmente feliz», añade, reflejando un entusiasmo que parece intacto a pesar de los años.
El crecimiento del Grupo Fuertes ha sido constante pero medido, y eso ha sido clave para su éxito. Desde sus inicios, la compañía ha seguido una estrategia de crecimiento orgánico, sin prisas, pero con pasos firmes y ambiciosos. Fuertes destaca que una de las decisiones estratégicas más importantes ha sido la diversificación del grupo empresarial. Aunque su eje principal sigue siendo la actividad agroalimentaria, han ampliado su presencia a distintos sectores para ser más competitivos y garantizar el éxito a largo plazo. Este enfoque les ha permitido adaptarse a las nuevas demandas del mercado, sin perder de vista su principio fundamental: si no eres competitivo, no tienes posibilidades de éxito.
La base del liderazgo de Tomás Fuertes se encuentra en los valores que le inculcaron sus padres. Para él, la ética y los principios son esenciales en la vida y en los negocios. «Mi padre nos dijo a mis dos hermanos y a mí que no nos dejaba dinero, sino algo más importante: principios y valores», comenta con orgullo. Estos valores han sido la guía de su carrera y son los que, según él, han permitido a su empresa mantenerse fuerte durante más de siete décadas. La vida, en su opinión, es lucha e inquietud, y cree que estos dos factores son los que deben sacar lo mejor de las personas y hacer aflorar esos principios que su padre tanto valoraba.
A nivel empresarial, Tomás Fuertes defiende la profesionalización y la organización como pilares esenciales para gestionar una empresa con éxito. Considera que un buen empresario es aquel que sabe coordinar los conocimientos y experiencias de su equipo, y que la verdadera realización personal llega a través del trabajo. En este sentido, valora mucho el espíritu de superación en las personas, la motivación para alcanzar la excelencia y la búsqueda de aquello que les apasione. Es esta combinación de valores, profesionalización y una estrategia empresarial bien definida la que ha permitido a Grupo Fuertes prosperar en un entorno tan competitivo como el actual.
La búsqueda de la excelencia es, para Fuertes, una misión diaria. Su motivación no ha cambiado con los años: garantizar los alimentos que consumen las familias y atender las necesidades de la sociedad. «Nosotros creemos en el trabajo, la perseverancia y la honestidad, y somos inconformistas», asegura, subrayando que su empresa siempre está enfocada en las necesidades del consumidor.
A los emprendedores que están comenzando su andadura empresarial, Tomás Fuertes les aconseja que nunca pierdan la ilusión y que hagan las cosas bien. Según él, la honestidad y la seriedad son valores que siempre generan confianza en los demás, y son fundamentales para tener éxito en cualquier negocio. «El buen empresario es aquel que sabe coordinar saberes y experiencias», añade, destacando la importancia de aprender de los demás y de rodearse de un equipo competente.
El reciente premio a Empresario del Año no es el primer galardón que ha recibido Tomás Fuertes, pero es un reconocimiento que refuerza su legado como uno de los empresarios más destacados de España. Más allá de los premios, lo que realmente enorgullece a Fuertes es haber construido una empresa que, a pesar de su crecimiento y éxito, ha sabido mantener sus raíces familiares y sus valores intactos. Para él, esa es la verdadera recompensa de toda una vida dedicada al trabajo y a la mejora constante.
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