Me ha dado un ictus, ¿y ahora qué?

El ictus es una de las principales causas de discapacidad en adultos y también una de las principales causas de muerte en mujeres. Las secuelas de un ictus pueden afectar gravemente la independencia y calidad de vida de una persona, lo que hace que una rápida intervención sea decisiva.

Sufrir un ictus marca un antes y un después en la vida de una persona, pero es muy importante volver a la normalidad cuanto antes.

La importancia de actuar rápido

Cuando sufres un ictus, aprendes que el tiempo es crucial cuando se trata de recuperarse de esta enfermedad. Cuanto más rápido se empiece la rehabilitación, menores serán los daños y las secuelas a largo plazo. Una vez estabilizado en el hospital, los equipos médicos comienzan a evaluar el grado de gravedad del ictus y cómo te ha afectado. En estas evaluaciones, se recomienda que la rehabilitación comience a impartirse cuanto antes, especialmente en las primeras horas después del episodio ya que puede marcar una gran diferencia.

Para conseguir una rehabilitación efectiva es necesaria la colaboración de varios profesionales de la salud, como médicos, fisioterapeutas, logopedas y neuropsicólogos. En los casos más graves, la rehabilitación comienza en el hospital y continúa en casa. La duración del tratamiento depende de cada paciente y su capacidad de mejora.

Comenzar con las sesiones de fisioterapia en las primeras horas puede ser decisivo para algunas personas, ya que se ha demostrado que quienes comienzan el tratamiento rápidamente tienen un menor grado de discapacidad y una mejor calidad de vida en comparación con los que empiezan estos tratamientos más tarde.

Las sesiones de rehabilitación están adaptadas a las necesidades específicas de cada paciente según su estado. Durante los 3 primeros meses, los pacientes notan la mayor mejoría en los músculos. Sin embargo, recuperar otras funciones, como el lenguaje y la percepción, llevó más tiempo, a veces hasta un año. Por eso es vital empezar la rehabilitación tan pronto como sea posible.

Los beneficios de la neurorrehabilitación tras un ictus

A través de la neurorrehabilitación, los fisioterapeutas ayudan a que los pacientes reaprendan habilidades y se adapten a las nuevas situaciones que pueden enfrentar después del ictus .El objetivo es recuperar la mayor independencia posible.

Además de las mejoras físicas, la neurorrehabilitación ayuda a mejorar el estado emocional de los pacientes ya que la recuperación física puede hacer que experimente volver a sentirse útil e independiente.

La rehabilitación contínua también ayuda a evitar problemas futuros, como la depresión o la incontinencia. Incluso después de terminar la rehabilitación intensiva, continuar con los ejercicios es importante para mantener la flexibilidad y el bienestar general.

El papel del fisioterapeuta tras un ictus

Las personas que han sufrido un ictus afirman que los fisioterapeutas han sido una pieza clave dentro del equipo multidisciplinar en su proceso de rehabilitación, especialmente una vez han recibido el alta hospitalaria. Con sus entrenamientos y técnicas específicas, ayudan a que el cerebro se reorganice y forme nuevas conexiones. Dependiendo de la gravedad del ictus y de cuándo se inicie la rehabilitación, es posible restablecer algunas funciones cerebrales afectadas.

La necesidad de una intervención temprana

Es fundamental destacar que la intervención temprana del fisioterapeuta en las primeras horas tras un ictus puede ser esencial para minimizar el daño cerebral y mejorar las perspectivas de recuperación del paciente. Iniciar la rehabilitación de inmediato puede minimizar el daño cerebral y mejorar las perspectivas de recuperación. Fortalecer los equipos de fisioterapeutas para evitar demoras en el tratamiento es esencial para mejorar la vida de los pacientes tras un ictus.

Desde el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de la Región de Murcia insisten en la necesidad de contar con fisioterapeutas disponibles en los hospitales para actuar lo antes posible en estos casos críticos. Es necesario fortalecer los equipos de fisioterapeutas para evitar que los pacientes tengan que esperar varios días antes de recibir tratamiento. Esto puede marcar una diferencia significativa en la vida de los pacientes tras un ictus.