Sin ruido, sin estridencias y sin competición. Así ha llegado Ana Redondo hasta el cénit de su carrera en política. Dicen quienes trabajan en su entorno que su manera de trabajar es radicalmente opuesta a su predecesora, Irene Montero: silencio, cabeza gacha y curro «veinticuatro siete».

Su trayectoria profesional la ha llevado a ser número dos del Partido Socialista en las Cortes de Castilla y León, antes de asumir la transformación cultural de la ciudad que la vio nacer bajo los ocho años de mandato de Óscar Puente, nuevo ministro de Transportes y Movilidad, al frente del Ayuntamiento de Valladolid.

La feminista del Partido Socialista de la Región de Murcia Gloria Alarcón, presidenta del Fórum de Políticas Feministas de la Región de Murcia, cree que Redondo es un «fichaje fabuloso», ya que esta jurista tiene una «sólida formación como profesora de Derecho Constitucional» que la evitará de caer en los errores del equipo anterior.

Además, Alarcón se congratula de que este ministerio «vuelva» al Partido Socialista, aunque Podemos batalló hasta el último momento que Irene Montero continuara como ministra.

La dirigente morada, que está a punto de entregar su cartera, se convirtió en una firme defensora de los derechos del colectivo trans. Ahora, la comunidad LGTBI de la Región se pregunta si seguirán teniendo una aliada en Moncloa. «Tiene un perfil feminista, pero está por ver lo que va a hacer y lo que no», explica Mar Tornero, presidenta del colectivo Galactyco, de Cartagena.

Es consciente de que el nuevo Gobierno progresista se enfrenta a una legislatura «complicada», por lo que creen que han buscado a una persona que evite nuevas polémicas. «Seguiré confiando en que un Ejecutivo de izquierdas siga defendiendo nuestros derechos. Estoy convencida de que, al menos, no van a derogar leyes, que es lo que hubiera hecho la derecha, pero supongo que no veremos tantos avances. Me basta con que desarrollen las leyes aprobadas los últimos años», afirma.

Efectivamente, será de Ana Redondo la misión de reordenar las políticas impulsadas por Irene Montero durante los últimos años. Hay trabajo por delante.

Su designación como ministra de Igualdad se ha interpretado en el PSOE de Castilla y León como un reconocimiento al apoyo que la agrupación autonómica siempre ha brindado a Pedro Sánchez, especialmente en aquel año 2017 en el que el presidente hacía funambulismo por las provincias de España tras su abrupta salida de los cargos orgánicos del partido. Aunque Ana Redondo aspira a ser más que una cuota. Su perfil dialogante y la mano izquierda que siempre ha mostrado con el adversario la hacen idónea para un cargo de negociación como este. Lo hará con más trabajo que símbolos o gestos.

Ana Redondo, sociable y comprometido

Redondo es de gimnasio diario y de alimentación saludable. Madrugadora y ordenada, su entorno reconoce en ella el «compromiso inquebrantable» que en algún momento se rompió en el PSOE. El tiempo libre que le deja la política lo dedica a salir a casas rurales, hacer senderismo y practicar deportes en la montaña.