El canario Ángel Víctor Torres asume la cartera de Política Territorial justo cuando casi la mitad del Congreso clama que «España se rompe» por los pactos del PSOE con los soberanistas catalanes. En esas llega el expresidente de las islas al Gobierno central.
De hecho, desde el Gobierno regional dan por hecho que se ha roto la separación de podere
s y la igualdad entre todos los territorios desde que Pedro Sánchez pactara la Ley de Amnistía con Carles Puigdemont. «Nuestro Estado de Derecho se va a resentir porque el Gobierno de Sánchez ha corregido lo que hizo el Poder Judicial. Cuando los políticos se creen por encima de los jueces se empieza a resquebrajar la democracia», manifestó el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, a La Opinión el pasado domingo en una entrevista.
A Torres le toca ahora convencer a todos los dirigentes del Partido Popular regional que los murcianos no van a ser «ciudadanos de segunda», como vienen advirtiendo las últimas semanas.
Pero las desavenencias territoriales no son las únicas con las que tendrá que lidiar el nuevo ministro, que sustituye a Isabel Rodríguez. También se encargará de la Memoria Democrática, un asunto más que espinoso en la Región de Murcia, que no ha desarrollado prácticamente ninguna normativa sobre esta materia, y no porque las asociaciones de memoria no lo hayan pedido. La Federación murciana pidió entre noviembre de 2022 y enero de 2023 que se retiraran 200 vestigios monumentales del Franquismo de la calle a los ayuntamientos, al Obispado de la Diócesis de Cartagena, al Grupo Fuertes y a la Consejería de Educación por encontrarse en sus dominios. El silencio administrativo es lo único que recibieron por respuesta.
También hay lucha por el nombre del Aeropuerto Internacional de la Región de Murcia, que el Gobierno autonómico pidió que fuera ‘Juan de la Cierva’ y Moncloa se negó porque considera que apoyó el golpe de Estado de 1936 que dio lugar a la Guerra Civil Española.
Tumbó a Coalición Canaria
Su principal hito en la carrera política fue desalojar a Coalición Canaria después de 26 años consecutivos en el poder. El dirigente socialista se trabajó a fondo a dos veteranos de la política canaria como son Román Rodríguez y Casimiro Curbelo para que le apoyaran en un voto de confianza inédito porque no conocían de casi nada a Torres y, para más inri, con Podemos en el Gobierno.