Se esperaba que el agua, tema vital para la Región de Murcia, ocupara parte del discurso de Alberto Núñez Feijóo para su debate de investidura y así fue. El candidato popular avanzó al comienzo de su intervención su intención de impulsar seis pactos de Estado durante su presidencia, si sale elegido hoy (por mayoría absoluta) o el viernes (mayoría simple), y uno de ellos es, precisamente, un «gran acuerdo nacional del agua».
Según explicó en la tribuna del Congreso de los Diputados, este pacto incluirá, para empezar, un plan de acción de 40.000 millones de euros de inversión en los próximos seis años.
También anunció una red nacional estratégica del agua para «avanzar en una mejor gestión integrada, así como una gobernanza adaptada al siglo XXI».
"Haré todo lo que esté en mi mano para abordar la falta de agua como lo que es, una cuestión de Estado"
El pacto de Estado también incluye un plan de modernización de infraestructuras, presas y canales «para adaptarlas a las necesidades actuales», así como un plan de actuación para un uso «más eficiente del agua en el regadío».
Feijóo aprovechó para decir que, en su opinión, «sería un fracaso» que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la semana que viene en Granada no tratara la cuestión del agua. Para él, «abordar la sequía no es una elección política» y cree que es «inaplazable e imprudente hacer partidismo de eso». Fue aún más claro al asegurar que no va a «contribuir al enfrentamiento que otros promueven», ya que «los hombres y mujeres que trabajan en el campo son los primeros guardianes del territorio» y los «mejores ambientalistas».
«No voy a contribuir al enfrentamiento entre los territorios», añadió, afirmando que hará todo lo que esté en su mano para «abordar la falta de agua como lo que es, una cuestión de Estado».
El Partido Popular murciano confiaba en la inclusión de un tema tan recurrente en la Región en el discurso de investidura de su líder, ya que el programa electoral que presentaron en las elecciones generales hablaba expresamente de desarrollar un pacto nacional del agua, «desde el diálogo y el consenso, con participación de todas las Comunidades Autónomas y los sectores afectados». Además, se señalaba que la «nueva Ley del Plan Hidrológico Nacional recogerá aquellos aspectos del Pacto que sea preciso para su adecuado desarrollo».
Ayer, Feijóo tuvo la oportunidad de extenderse más sobre este asunto, a pesar de que es bastante improbable que consiga ser investido presidente aunque el PP consiguiera ser el partido más votado el 23 de julio. No cuentan con más apoyos que el de su propio grupo parlamentario, Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria y, por supuesto, Vox, partido con el que gobiernan en la Región de Murcia, Extremadura, Castilla y León y Aragón. En total, el expresidente de la Xunta de Galicia suma 172 votos, por lo que le faltan cuatro para la mayoría absoluta que le garantizaría llegar a la Moncloa.
Territorialidad
Aunque menos en profundidad, Núñez Feijóo también se comprometió a trabajar en un «modelo de financiación justo». No solo eso, sino que dijo que tendría lista la reforma del sistema en el primer semestre del próximo año.
"Los hombres y las mujeres que trabajan en el campo son los primeros guardianes del territorio"
Esta promesa se enmarca dentro del gran pacto territorial, de Estado, que también quiere impulsar el PP si consiguiera el beneplácito de la Cámara durante este debate. Los otros pactos anunciados atañen al respeto a las instituciones, economía, familias y el estado del bienestar.
Un modelo de financiación por el criterio de población ajustada es una de las demandas políticas más compartidas por todos los partidos de la Región de Murcia.
Mar Menor
Por otro lado, el candidato a la Presidencia del Gobierno del PP no se olvidó de manifestar su «compromiso serio con el Mar Menor» y aceptó «suscribirlo desde el Gobierno», si llega a formarlo.
La laguna salada es otro de los puntos incluidos en el programa del PP en los últimos comicios. En concreto, se recogía el Plan Vertido Cero impulsado por Mariano Rajoy y guardado en un cajón por el equipo de Gobierno posterior, del PSOE.
Relacionado con la guerra que, a veces, parece que existe en la Región con respecto a los defensores del medio ambiente, concienciados con la emergencia climática, y los que apoyan sin fisuras la agricultura en el Campo de Cartagena, Feijóo se propuso «afrontar este asunto con las evidencias que la ciencia nos aporte, con los instrumentos que la tecnología ofrezca en cada momento y con el sentido común de la mayoría de los españoles, que reclaman una economía más verde sin visiones apocalípticas». Y sentenció: «Transición ecológica, sí; dictadura activista, en ningún caso».