La crisis que está acabando con el comercio se ha acelerado en la Región durante los últimos meses, tal y como puede apreciarse en las calles más emblemáticas de las grandes ciudades, en las que cada vez hay más locales en alquiler. Las cifras de afiliación a la Seguridad Social del mes de agosto arrojan una pérdida de más de 1.000 negocios en el último año, lo que supone que cada día desaparecen tres tiendas, según el balance que ha ofrecido este miércoles, Inés Mazuela, responsable institucional de UPTA en la Región de Murcia. En la última década ha bajado la persiana un comerciante murciano cada dos días, aunque la afiliación total de los autónomos se ha incrementado un 12% en este periodo.

En algunos municipios de la Región el cierre está motivado también por el deterioro de los cascos antiguos, tal y como ocurre en Lorca.

Inés Mazuela, que este miércoles ha ofrecido una rueda de prensa en Murcia, asegura que la desaparición del comercio tradicional es un problema que se está produciendo de forma generalizada en todas las comunidades autónomas, no solo en Murcia. Añade que, además, «no hay relevo generacional».  

El número de trabajadores por cuenta propia ha ido creciendo desde el año 2013, dado que la crisis había convertido el autoempleo en una alternativa frente al deterioro del mercado laboral iniciado en 2008.

Así, el número de autónomos afiliados al RETAha pasado de 90.972 a 101.484, lo que supone un aumento del 12%.

Sin embargo, la cifra de comerciantes afiliados ha ido bajando año tras año y desde agosto de 2022 hasta agosto de este año ha desaparecio algo más de un millar, hasta los 26.727.

La representante de UPTA culpa a la expansión de las grandes áreas comerciales, además de la competencia de la venta online. Por eso defiende que «la digitalización puede ofrecer soluciones capaces de mejorar la supervivencia del comercio tradicional, en un momento en que la distribución es fundamental para seguir en el mercado».

«Se ha visto durante la pandemia. Los comercios que tenían venta online han resistido», mientras que los demás han tenido muchas dificultades, recuerda. 

«El problema es colocar el producto en casa del consumidor», apunta Mazuela. 

Añade que la organización va a proponer a la Comunidad Autónoma medidas para tratar de buscar soluciones que faciliten la adaptación del comercio tradicional a las nuevas circunstancias del mercado. «La digitalización de las pequeñas empresas y del colectivo de los autónomos es fundamental para que estos puedan ser competitivos frente a las grandes empresas, ya digitalizadas», sostiene.

UPTA está desarrollando una gran campaña de comunicación y acompañamiento «para informar a los autónomos y micropymes de toda España de la importancia de digitalizar sus negocios y sobre cómo les puede ayudar el Programa Kit Digital en este proceso». 

Se trata de un programa de ayudas que contempla hasta 12 soluciones de digitalización, entre las que figuran la factura electrónica, la gestión de redes sociales y la creación de una página web. 

El Programa está dotado con un presupuesto de 3.067 millones de euros y está financiado por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation EU, en el marco del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia.

La representante de UPTA recuerda que el 12 de septiembre se ha abierto una nueva convocatoria para que comunidades de bienes, explotaciones agrarias y sociedades civiles con menos de 50 empleados también puedan solicitar las ayudas contempladas en este programa.

Mazuala explica que, según el Estudio sobre el Estado de Digitalización de las Empresas y Administraciones Públicas españolas de 2020, «el 24% de los pequeños negocios asegura que rechaza digitalizarse por la falta de formación y un 22% de las pymes alude al sobrecoste que les supone iniciar el proceso».