Urcotex Inmobiliaria será la empresa encargada de demoler la estructura del edificio en ruinas de La Manga, que debía ser un hotel gemelo del Doblemar, pero nunca llegó a acabarse. El Ayuntamiento de San Javier, que ha asumido el derribo ante la negativa de la empresa propietaria a ejecutar el proyecto aprobado después de décadas de litigios, le ha adjudicado el contrato en 609.528 euros sin IVA. Quince compañías aspiraban a hacer esta obra, que tiene un plazo de ejecución de seis meses.
El alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, espera que la empresa adjudicataria pueda empezar los preparativos de la demolición el próximo mes de octubre, una vez resuelto el largo proceso judicial, que finalmente tropezó con un nuevo recurso de la empresa propietaria, perteneciente a los herederos de Tomás Maestre. No obstante, la antigua construcción está declarada en ruinas desde 2012.
A finales de 2022 la propietaria presentó una reclamación al Ayuntamiento exigiendo el pago de 700.000 euros por la ocupación de unos terrenos y se negó a acometer los trabajos contemplados en el proyecto municipal, que establece las medidas preventivas a seguir para evitar que la obra tenga un impacto negativo sobre el Mar Menor y su entorno.
Ante la negativa de la compañía propietaria a ejecutar el derribo, el Consistorio costeará la demolición de forma subsidiaria y posteriormente le cargará la factura. De llegar a ejecutarse definitivamente esta obra, desaparecerá del paisaje de La Manga una vieja construcción que resulta un punto negro perfectamente visible desde el otro lado del Mar Menor y que lleva décadas esperando el derribo.
El mal estado de la estructura ha venido provocando también quejas de los vecinos desde hace más de veinte años.
El empresario Tomás Maestre inició la construcción de lo que iba a ser el hotel Lagoymar en los año 70 del siglo XX, pero no llegó a terminarla. Después de décadas a la intemperie el deterioro ha ido acentuándose, pero los propietarios han ido recurriendo cada paso que han ido dando las corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento de San Javier.
El proyecto de derribo, que se realizará mediante cortes verticales, salió a licitación en 1.010.000 euros. Ha sido adjudicado en 609.528 euros sin IVA, lo que elevará el coste final a unos 737.000.
Los terrenos que ocupa la vieja estructura están a orillas del Mar Menor y se encuentra afectada por el deslinde actualmente vigente de Dominio Público Marítimo Terrestre. La Demarcación de Costas dio el visto bueno al proyecto de demolición el pasado mes de abril.