La expansión internacional es un momento clave en el ciclo de vida de las empresas, que necesitan contar con un proveedor financiero global que les ayude enfrentarse a los nuevos retos que plantea la operativa entre países. Para cubrir las necesidades de las multinacionales, BBVA Empresas pone a su disposición un modelo integral de ‘Cross-Border’ en 14 países en los que tiene presencia. Este modelo se apoya en tres grandes pilares, de los que se benefician tanto el grupo empresarial en su conjunto como cada una de sus sedes locales: la agilización de procesos y trámites, un extenso equipo humano y una amplia gama de soluciones tecnológicas y de información.
«Aprovechamos una de nuestras mayores fortalezas, la globalidad que nos da operar en 14 países, para convertirnos en el mejor compañero de viaje de nuestros clientes, que les asiste en sus decisiones estratégicas», explica Carlos Espejo, responsable Global de Cross-Border, Banca de Empresas y Corporaciones en BBVA. «Nuestro objetivo es que sientan que están operando con un único banco global en vez de trabajar con distintos bancos locales en cada país», añade Carlos Espejo
Menos trámites y más gestores
BBVA ofrece en exclusiva a sus clientes un proceso acelerado, ‘Fast-Track’, que reduce los plazos y la documentación necesaria para la apertura de cuenta de no residentes. «Apostillas de la Haya, traducciones juradas o firma presencial son algunos de los requisitos habituales para expandirse a otros países, que hemos conseguido reducir en un 70% con nuestro servicio pionero de Fast-Track. De este modo, hemos acortado significativamente el tiempo necesario para que una empresa complete los trámites de puesta en marcha de una nueva filial, un proceso que en otras condiciones se puede llegar a extender un año», afirma el responsable Global de Cross-Border.