Las bajas laborales han marcado un máximo histórico el pasado año en la Región y han registrado un incremento del 28%. La Seguridad Social ha contabilizado en 2022 casi 41.500 casos de incapacidad temporal más que el año anterior. Los sindicatos atribuyen el aumento de las bajas a la relajación de las medidas de seguridad y prevención en las empresas y a los retrasos en las pruebas de diagnóstico y en las citas de los especialistas. También aseguran que las estadísticas de enfermedades comunes esconden lesiones causadas en el trabajo que no llegan a ser reconocidas por las mutuas y que se convierten con el tiempo en dolencias crónicas. El periodo de ausencia de los trabajadores enfermos se ha acortado en algo más de nueve días.
Los procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes se elevaron el pasado año en la Región 188.299 , lo que representan un aumento del 28,2%.
Las cifras de la Seguridad Social muestran un incremento desproporcionado en relación al número de trabajadores protegidos, que no ha aumentado en la misma medida, aunque la población ocupada ha experimentado un alza y ha alcanzado los 556.479 .
En comparación con el año 2020, cuando la actividad de las empresas se vio reducida durante meses a causa del confinamiento, se han registrado 63.636 bajas más. Esta escalada ha provocado que la incidencia mensual de las incapacidades temporales haya pasado de 22,55 por cada 1.000 trabajadores en 2021 a 28,22 el pasado año.
A su vez, la prevalencia por cada 1.000 trabajadores ha subido de 44,25 a 48,31. En 2019, antes de la crisis provocadas por la pandemia, la proporción de casos por cada 1.000 trabajadores estaba en 35,96.
Sin embargo, el periodo de incapacidad temporal se ha acortado en algo más de nueve días. En 2022 la duración media de las ausencias de los trabajadores enfermos se situó en 47,55 días, mientras que en 2021 rozaba los 57. La duración de las bajas por contingencias comunes se situó incluso por debajo de la etapa anterior a la pandemia, dado que en 2019 los trabajadores tardaban 49,22 días en volver al trabajo.
Sostienen que la cifra de enfermedades esconde lesiones causadas por el trabajo sin reconocer
Parte del aumento de las bajas puede atribuirse a la proliferación de casos de covid que se produjo en la Región a principios del pasado año, lo que llevó a la Administración a modificar el sistema de expedición de las bajas médicas, porque las consultas no tenían capacidad para atender al elevado número de trabajadores enfermos que debía quedarse en casa.
El secretario general de CC OO, Santiago Navarro, apunta que el incremento obedece a «un compendio» de causas, aunque atribuye gran parte de la culpa a las demoras en las citas para las pruebas diagnósticas. «Los retrasos son fundamentales. No es normal que tengamos una baja por un dolor en el hombro y que la Inspección Médica dé el alta después de un año sin haberse hecho ni una sola prueba».
Santiago Navarro recuerda que el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva firmado por la CEOE con los sindicatos ha incluido la posibilidad de que las comunidades autónomas lleguen a acuerdos con las mutuas de accidentes para que realicen las pruebas médicas que están sufriendo mayores demoras en la sanidad pública.
Navarro hace hincapié en que el acuerdo solo prevé la participación de las mutuas «en la realización de las pruebas diagnósticas, pero nunca en dar altas, ni en diagnosticar ni en cuestionar la honorabilidad de los trabajadores. El alta debe darla siempre el médico de familia» sostiene.
También el presidente de la Croem, José María Albarracín, había mostrado su satisfacción ante la posibilidad de que el acuerdo alcanzado por la patronal nacional contribuya a reducir el absentimo laboral. «Sería una forma de controlarlo», aseguraba Albarracín, que sí aspira a que las mutuas puedan llegar a dar las altas.
Por su parte, la secretaria de Salud Laboral de UGT, Encarna del Baño, sostiene que tras las cifras de las enfermedades comunes están camufladas «dolencias profesionales causadas por movimientos repetitivos o por lesiones en el trabajo, que no llegan a ser reconocidas por las mutuas y que terminan en las consultas de los médicos de familia como patologías comunes, que con el tiempo se hacen crónicas. Entonces, las mutuas ya no quieren saber nada», asegura del Baño.
La Seguridad Social abonó cerca de 190.000 prestaciones, aunque se ha acortado la ausencia de los trabajadores
Critica que cuando los trabajadores no se conforman al recibir el alta tropiezan con «la lentitud de Unidad de Valoración, que tiene las mismas dos personas desde hace años», lo que hace que haya lista de espera de meses. «Muchos se curan sin que se lo hayan resuelto», apunta.
La representante de UGT también recuerda que, después de la pandemia, con el aumento de la actividad, se ha producido «una relajación» en la aplicación de las normas de prevención en las empresas. «Cuando se incorporan los trabajadores hay una falta de atención y de evaluación de los puestos de trabajo» para detectar los posibles riesgos.
La Consejería largos tiempos de espera
La Consejería de Salud niega que las bajas por enfermedad se alarguen a causa de los tiempos de espera y sostiene que el argumento «no se corresponde con la realidad». También asegura que «con los últimos datos publicados por el Ministerio, Murcia se sitúa muy por debajo de la media». Añade que «el aumento de las incapacidades laborales es generalizado en todo el país».
Usuarios de la Sanidad critica las esperas de 200 días en Rehabilitación
Para muestra, un botón. La Asociación de Usuarios de la Sanidad también considera que el aumento de las bajas por enfermedad está vinculado a las largas esperas que exige cualquier prueba diagnóstica en la sanidad pública. Su presidenta, María Teresa Martín, pone como ejemplo las demoras para acceder a una consulta de Rehabilitación, que llega a los 200 días de media, según los datos de la Consejería, a pesar de que la atención que ofrece este servicio resulta imprescindible para garantizar una adecuada recuperación de las lesiones y para evitar recaídas posteriores.
«La espera media ya conculca la normativa, pero además es muy superior, porque no tiene en cuenta a los pacientes que no llegaron a tener fecha asignada», asegura Martín.
Según las cifras que ofrece el SMS en el portal Murciasalud, en diciembre había 11.151 personas esperando cita en Rehabilitación que no tenían fecha asignada todavía. Representan el 53,4% de los 20.872 pacientes que fueron remitidos a este servicio el pasado año y que no llegaron a conseguir cita para la primera consulta con un especialista para poder iniciar su tratamiento. Menos de la mitad llegó a pasar por la consulta y apenas 966 tuvieron que esperar menos de los 50 días que marca la normativa, mientras que 8.755 tuvieron que esperar más de los 50 días de espera oficial.
En Oftalmología el tiempo de espera medio está en 85 días, aunque la proporción de pacientes sin cita al terminar el año era menor, dado que solo 3.379 de 18.253 los enviados al especialista seguían sin fecha al acabar el año. Los afortunados que fueron atendidos en menos de los 50 días que dicta la ley se reducen a 1.579.