Salud

Las consultas psicológicas en la UMU crecen un 56%

La Universidad acoge hoy el Encuentro de Psicoterapéutas Universitarios de España para debatir sobre las principales causas: cuadros ansioso-depresivos, rendimiento académico y relaciones interpersonales

La UMU cuenta con un servicio de psicología para la comunidad universitaria. | L.O.

La UMU cuenta con un servicio de psicología para la comunidad universitaria. | L.O. / ana garcía

Ana García

Ana García

Los profesionales del Servicio de Psicología Aplicada (SEPA) de la Universidad de Murcia (UMU) atendieron durante el pasado curso 2021-2022 un total de 8.787 consultas de miembros de la comunidad universitaria, entre los que hay estudiantes, profesorado y resto de personal de la universidad, por trastornos de salud mental. Estos datos suponen un aumento del 56% respecto a las citas atendidas un curso anterior, en 2020-2021, cuando se registraron 5.622.

Las cifras vienen a poner sobre la mesa una realidad: el aumento de los problemas de salud mental entre la comunidad universitaria en los últimos años, una situación que será debatida entre hoy y mañana, 1 y 2 de junio, en la UMU dentro del XIX Encuentro de Servicios Psicológicos y Psicopedagógicos Universitarios, que reunirá a especialistas de una veintena de centros universitarios.

El presidente del comité organizador y director del Servicio de Psicología Aplicada de la UMU, José Antonio Ruiz, explica a La Opinión que en los últimos años han surgido nuevas propuestas de intervención y protocolos, de los que se hablará en estas jornadas, un encuentro en el que también se han programado talleres para hacerlo mucho más ameno.

Muchas universidades españolas cuentan con este servicio de atención psicológica, siendo el de Murcia uno de los más potentes a nivel nacional, con una trayectoria avalada por más de veinte años de experiencia. De ahí que estas jornadas se celebren precisamente en la Universidad de Murcia.

Sin embargo, con la nueva ley de universidades se establece que son las universidades las que deben asumir la salud psicológica de su comunidad, «una nueva competencia que viene a intentar garantizar el bienestar psicológico de esta población», apunta Ruiz.

Si el aumento de las atenciones que se ha dado entre el pasado curso universitario y el anterior es alarmante, más aún lo es si se miran los datos de consultas que se registraron en 2015-2016, con 835 atenciones, frente a las 8.787 del pasado periodo académico.

Motivos de consulta

Entre las causas más frecuentes de consulta se encuentran los cuadros ansioso-depresivos, los problemas por rendimiento académico y las relaciones interpersonales, ya sean con familia, amigos o parejas. «La ansiedad es un mal muy común que cada vez vemos con más frecuencia», afirma el director del Servicio de Psicología Aplicada de la UMU.

El SEPA cuenta con unas instalaciones en las que disponen de 18 despachos, así como salas de espera y salas de reuniones. En él trabaja un equipo compuesto por 34 profesionales, entre profesores de la universidad, colaboradores y residentes del servicio.

Este equipo es el que presta atención psicológica tanto a la comunidad universitaria como a personas externas, con unas tarifas especiales para pacientes de fuera.

José Antonio Ruiz señala que el 70% de las consultas son de miembros de la comunidad universitaria, mientras que el 30% restante son de fuera de la universidad. Entre los pacientes destacan los adultos, aunque también prestan asistencia a jóvenes y niños, a la vez que llevan a cabo valoraciones neuropsicológicas, ya sea para niños con problemas de aprendizaje, con sospechas de trastorno del espectro autista o en adultos que han sufrido un ictus.

Las personas interesadas en informarse o en coger cita pueden hacerlo a través del correo sepa@um.es o en el teléfono 868889438.

Psicología de la reproducción

Otro de los programas en los que trabaja el SEPA desde hace unos años se lleva a cabo desde la Unidad de Psicología de la Reproducción, en la que atienden a parejas que se están sometiendo a tratamientos de fertilidad «para ayudarles con la carga emocional que suponen estas situaciones». Este trabajo se lleva a cabo en colaboración con la Unidad de Reproducción Asistida (URA) de la Arrixaca.

El director del SEPA también destaca otro proyecto en el que están trabajando para mejorar la convivencia escolar, con un programa específico con el que prevenir las autolesiones en los jóvenes, casos que suelen estar relacionados con trastornos de ansiedad, según explica José Antonio Ruiz. Para ello están trabajando en una serie de vídeos educativos que se ofrecerán de forma gratuita el próximo curso a los institutos de la Región de Murcia para que puedan ser usados como un medio de prevención de autolesiones y detección precoz de problemas de comportamiento.

La ansiedad pasa de padres a hijos

Francisco Javier Méndez.

Francisco Javier Méndez. / ana garcía

«Los niños con padres que sufren o han sufrido en algún momento de su vida trastorno de ansiedad, tienen más disposición a padecerla. Esto no quiere decir que se herede directamente, sino que existe un riesgo significativo, una mayor vulnerabilidad». Así lo ha expresado Francisco Javier Méndez Carrillo, catedrático de la Universidad de Murcia (UMU), en la openclass ‘Intervención psicológica en los trastornos de ansiedad en la infancia’ impartida en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

En palabras del catedrático, los padres deben cambiar el pensamiento de que el tiempo lo cura todo y deben abordar la situación de ansiedad. «Es importante tratar a los niños que sufren ansiedad. No hay que subestimar el mal trago y el malestar clínico que el niño pasa durante ese tiempo», destaca.

El trastorno de ansiedad en los niños cuando se separan de sus padres -o figuras de apego- puede aparecer a partir de los 2 años y puede llegar hasta los 14; siendo los 9 años la edad cuando más ansiedad presentan. Aun así, con la llegada de la preadolescencia puede que no desaparezca del todo; hay una pequeña proporción de niños que siguen sintiendo miedo a la separación de los padres.

Francisco Javier Méndez explicó en UNIR que en muchas ocasiones la ansiedad por separación tiene su origen en el comportamiento de los padres. «Hay que revisar si el estado de ansiedad proviene de los niños o de los padres, quienes cometen errores muy comunes y lo transmiten a sus hijos. En ese caso hay que trabajar primero con los adultos», afirma el psicólogo.

El experto ha resaltado que «los padres también transmiten ansiedad, y son capaces de anular en un segundo una hora de terapia» y apunta que existen muchos estilos de educación que generan una situación de contagio emocional que no favorece al niño.