La pandemia dejó menos casos de acoso escolar en la Región

La Consejería de Educación abrió durante el curso 2020/2021 un total de 349 expedientes por posible caso de acoso escolar en las aulas de la Región de Murcia, de los cuales 26 fueron confirmados como tal al existir evidencias. Estos datos evidencian la caída de denuncias por bullying en las aulas durante el curso del coronavirus, cuando las clases se impartían en formato semipresencial. Antes de la pandemia, los expedientes confirmados alcanzaban en 2018/19 el medio centenar y un curso más tarde se reducían a 34, según datos de la Consejería de Educación, que considera que estas situaciones «han disminuido considerablemente». 

Este martes, con motivo del Día Internacional Contra el Acoso Escolar, el consejero Víctor Marín se ha reunido con la Asociación Murciana Contra el Acoso Escolar (Amurcae), para presentar el nuevo manual de protocolos, actuaciones y procedimientos de convivencia escolar que estará a disposición de los centros educativos en los próximos días. Este libro «contiene claves para la prevención, detección temprana e intervención ante situaciones de riesgo», señala Educación.

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Las agresiones físicas o la rotura de objetos personales de la víctima son casos «muy evidentes» que los acosadores evitan en favor de aislar al compañero afectado e insultarlo, también en grupos de Whatsapp y redes sociales. Los casos de bullying en las aulas murcianas que atiende Amurcae evidencian, para la asociación, que no siempre los protocolos contra estas prácticas se realiza correctamente o incluso que los centros evitan aplicarlos para intentar resolver la situación a nivel interno, destaca la psicóloga Celia Martínez, presidenta de la entidad. «En algunos casos existe una falta de formación e información en los centros». 

Cuando la asociación detecta casos de este tipo, los denuncia ante el Observatorio de la Convivencia Escolar. Martínez cree que los datos oficiales sobre situaciones de acoso en las aulas son inferiores a los que realmente existen, ya que, por ejemplo, la asociación atiende a víctimas cuyos centros no han iniciado una investigación.

El 70% de los agresores suelen tener un perfil de «líder graciosillo que se les va de las manos el acoso a un compañero y que son incapaces de ver lo que padecen», señala la experta, «cuando intervenimos en los centros, acaban siendo conscientes del daño que hacen y paran las conductas». Martínez reclama mejorar la atención psicosocial también sobre los agresores, «porque no hay que olvidar que son menores que pueden tener problemas en el ámbito familiar, mala conducta o que han comenzado a desarrollar alguna enfermedad psiquiátrica».  

Añade, además, que la mayoría de casos se dan en Secundaria, cuando las relaciones sociales se hacen más fuertes, aunque reconoce que han atendido casos de 3º y 4º de Primaria.