Agricultura

El cambio climático en la Región de Murcia: ¿Cómo será la floración de Cieza en el futuro?

Las variedades con escasa capacidad de adaptación tendrán problemas en la cantidad de flores

Flores en plena intensidad en los frutales de Cieza. | A.S.

Flores en plena intensidad en los frutales de Cieza. | A.S. / a.sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

Esta semana la floración de Cieza vive su momento álgido en el municipio, con gran parte de sus frutales de hueso con colorido. Sin embargo, esta etapa del ciclo de producción de estos árboles ha llegado tarde este año, quizá el retraso más importante que se ha vivido en los últimos tiempos. «Dos o tres semanas», señala el investigador del CEBAS, David Ruiz, y ese retraso ha venido motivado por las condiciones climáticas de este invierno. Los meses de noviembre, diciembre y la primera quincena de enero han sido especialmente cálidos en la Región de Murcia. El frío real, la caída del termómetro, no se ha producido hasta los últimos días de enero y todo el mes de febrero. «Hasta primeros de marzo hemos tenido mucho frío. Ha sido un retraso de la floración extremo».

Con el cambio climático de por medio, y su impacto en el desarrollo de los ciclos productivos, Ruiz cree que la floración que está por llegar se enfrentará a ciertas modificaciones de la fenología, es decir, al crecimiento de la flor y las fechas en las que se desarrolla. También se percibirán cambios en los tiempos de maduración de la fruta «con la floración más tardía».

Puede suceder, remarca, que aquellas variedades que tengan «muy serios problemas de adaptación» vean reducida «la intensidad y cantidad de su floración». El investigador subraya al respecto que «no se trata de ser alarmistas» porque la floración no se va a acabar. «Siempre va a estar ahí aunque se cambien las fechas». Insiste en que hay que apostar por variedades que se adapten «bien» a las condiciones climáticas que tengamos en los próximos años.

Ritmos distintos

Un cambio visible que sí se podría apreciar con más frecuencia son las alteraciones en los ritmos de desarrollo de la flor y las hojas. Podrá haber más desajustes entre las parcelas, por lo que el verde de las hojas en cultivos que ya han pasado la etapa de la floración chocaría con el rosa de otras explotaciones.

El aumento de las temperaturas durante el período de floración también puede causar anomalías en las flores o dar lugar a un cuajado problemático. En casos extremos, se puede llegar a experimentar abortos de capullos y flores, lo que podría explicar entre el 30 y el 40% de las pérdidas de rendimiento.

Los cultivos en el sur de Europa pueden reducirse hasta en 30 jornadas de frío para 2050, auguran un conjunto de expertos internacionales con los que trabaja el CEBAS. Este ocurriría en un escenario de calentamiento global moderado. Para el futuro, los investigadores «prevén un riesgo creciente de heladas primaverales en los cultivos de fruta temprana, problemas relacionados con la floración exacerbados y una mayor incidencia de olas de calor».