Vehículos

Los concesionarios murcianos creen que habrá una moratoria para los coches de gasolina y diésel

La patronal considera "una ficción" que dejen de fabricarse en 2035, pese al acuerdo del Parlamento Europeo - El presidente de Gretamur recuerda que el veto no impedirá su circulación

Punto de recarga para coches eléctricos en Cartagena. | IVÁN J. URQUIZAR

Punto de recarga para coches eléctricos en Cartagena. | IVÁN J. URQUIZAR / M.J.G.

María José Gil

María José Gil

Los concesionarios de la Región por hecho que los coches de gasolina y diésel tendrán una moratoria y seguirán fabricándose después de 2035, a pesar de la decisión que ha adoptado el Parlamento Europeo con la pretensión de reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera. El presidente del Gremio de Talleres de la Región (Gretamur), José de la Cruz, considera «una ficción todavía» la implantación del coche eléctrico y recuerda que los vehículos con motores de gasolina y gasoil podrán seguir circulando, a pesar del veto a la fabricación. Sostiene que en los próximos doce años los automovilistas que ahora estén pensando en compararse un coche aún «tendrán tiempo para cambiar dos veces su vehículo, porque la psicosis que se ha creado es absurda».

El pleno del Parlamento Europeo dio su visto bueno el pasado martes al acuerdo entre instituciones alcanzado en otoño para que a partir de 2035 todos los turismos y furgonetas nuevos que se comercialicen en la Unión Europea sean «cero emisiones», lo que en la práctica supondrá la prohibición de fabricar vehículos de combustión, incluidos los de gasolina, diésel e híbridos. 

El veto forma parte del paquete climático que la Unión Europea quiere impulsar esta legislatura para reducir al menos en un 55% las emisiones contaminantes de los países miembro en el horizonte de 2030 respecto a 1990.  

El presidente del Gremio de Talleres adscrito a la Fremm se muestra escéptico y señala que resulta prematuro tratar de sustituir los vehículos con motores de combustión, porque el coche eléctrico aún no puede considerarse una alternativa viable. «Las infraestructuras tienen que cambiar. Hay coches con 500 o 600 kilómetros de autonomía, pero con una conducción muy relajada. Un viaje a Madrid o a Galicia lo tienes que programar muy bien. En una gasolinera tardas un minuto o dos en repostar, pero en una electrolinera puedes necesitar 15 o 20 minutos. Y, si tienes dos o tres vehículos delante, ¿cuánto tendrás que esperar?», se pregunta. A su juicio, el coche eléctrico es útil para moverse por la ciudad, pero no permite viajes largos, por lo que da por hecho que «habrá una moratoria» y se ampliará el plazo fijado en 2035.

Ante las dificultades para sustituir el parque móvil actual, José de la Cruz está convencido de que dejar de fabricar motores de gasolinera y diésel «es una ficción todavía». Recuerda igualmente que la industria del automóvil representa en este momento el 12% del PIB y que en España se vende un millón de coches al año, aunque la cifra de ventas en este momento sea inferior. Pero «en Asia se siguen fabricando coches con motores de hace quince años», precisa.

12.000 trabajadores deben aprender a reparar los eléctricos

Entre 10.000 y 12.000 trabajadores de los talleres de automoción «tendrán que reconvertirse para aprender a reparar los coches eléctricos», según las estimaciones del presidente de Gretamur, José de la Cruz. No obstante, el máximo representante del gremio de los talleres asegura que los profesionales ya han empezado a formarse. «La Fremm y lleva dos o tres años organizando cursos de formación», precisó De la Cruz.

Calcula que en la Región hay en este momento unas 40 empresas dedicadas a la venta de coches, que ven con preocupación la sustitución de los coches de gasolina y gasoil por los eléctricos.

Además, los concesionarios y los talleres de reparación prevén que la carga de trabajo será menor cuando se implante el vehículo eléctrico, porque «tiene menos averías. El motor lleva menos componentes y tiene menos mantenimiento. Tendremos que reconvertirnos», augura De la Cruz. Sin embargo, reitera que a partir de 2035 seguirá habiendo coches de gasolina y de gasoil, dado que el veto a la fabricación no impedirá que sigan circulando, teniendo en cuenta, además, que «el coche eléctrico es muy caro. Hay modelos carísimos, pero supongo que los precios irán bajando», auguró.

Tampoco descarta que en los próximos años se desarrollen los vehículos con motores de hidrógeno, aunque dice que este nuevo combustible resulta caro.