Educación

El chat GPT obliga a repensar los exámenes y las prácticas en las aulas murcianas

La aplicación de moda abre un debate en los institutos y universidades sobre su manejo y cómo afrontar cambios en las evaluaciones para evitar un uso fraudulento en trabajos o deberes

Un alumno trabaja conuna tablet en clase en uncolegio de Lorca.

Un alumno trabaja conuna tablet en clase en uncolegio de Lorca. / EDUCARM

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

«El uso del chat GPT en las aulas educativas puede tener un impacto positivo y negativo, dependiendo del contexto y la manera en la que se utiliza». Esta valoración no la hace una persona física, sino que la escribe en la aplicación el propio chat, la última herramienta nacida de la Inteligencia Artificial que ha revolucionado muchos campos, incluido el de la educación. Este chatbot conversa con los usuarios y trata de aportar análisis, reflexiones o incluso textos creativos. Aprende y genera más información al interaccionar con las personas, pero se nutre de una inmensa cantidad de bases de datos que utiliza para darle sentido a sus conversaciones. 

El chat trata de respondernos a la pregunta de qué impactos puede tener su uso en las aulas, y continúa explicando: «Por un lado, puede ser una herramienta valiosa para los estudiantes y profesores, ya que puede ayudar a proporcionar información precisa y actualizada. Además, puede ser una herramienta efectiva para mejorar la comprensión lingüística y la habilidad de escritura. Por otro lado, es importante tener en cuenta que los modelos de lenguaje IA (Inteligencia Artificial) como el chat GPT están limitados por la cantidad y la calidad de la información con la que han sido perturbaciones, y que pueden producir respuestas inadecuadas o engañosas en algunos casos. Por lo tanto, es importante que los estudiantes y profesores sepan cómo interpretar y evaluar la información proporcionada». La frase es textual, con algún error, pero asombra el razonamiento. 

«La inteligencia artificial es imparable. No podemos oponernos, ha venido para quedarse. Lo más sensato es educar a los estudiantes en un buen uso de la herramienta», explica Sonia Madrid, vicerrectora de Estudios de la Universidad de Murcia. En esta institución ya se ha abierto el debate sobre qué hacer con el chat más famoso del mundo ahora mismo. En la última reunión del Consejo de Gobierno de la UMU se trató el tema, ya que la aplicación plantea algunos inconvenientes a los profesores. 

Sonia Madrid, vicerrectora de la UMU: «Esto nos tiene que ayudar a reorientar las metodologías docentes»

Y es que esta Inteligencia Artificial obliga a pensar en nuevos métodos de evaluación, cómo variar las prácticas de los estudiantes o plantear cambios, incluso, en los trabajos de fin de grado o de máster (TFG/TFM). «Nos va a imponer una reflexión. El profesorado universitario debe conocer qué ventajas tiene este chat y tendremos que hablar sobre si debemos cambiar los sistemas de evaluación para apostar por exámenes orales o realizar ensayos con ayuda de la IA. Pero no soy partidaria de prohibirlo, esto nos tiene que ayudar a reorientar las metodologías docentes», apunta la vicerrectora. 

En plena revolución académica

Esta herramienta llega en un momento de transformación en los centros educativos. La implantación de los nuevos currículos en todas las etapas escolares ha introducido todavía más en las aulas temas como la inteligencia artificial, la ciberseguridad o el big data, que se tratan en varias asignaturas. Pero si en algo destaca la IA es que ahora se plantea desde la vertiente filosófica, ya que los profesores deberán generar debates en torno a los ecosistemas digitales.

«Podemos estar acompañados de esta herramienta en cualquier trabajo, y los estudiantes también», señala Isabel Saturno, presidenta de la Asociación de Directores de Secundaria de la Región de Murcia y directora del instituto Sanje de Alcantarilla, «si utilizamos esta aplicación, a mi siempre me gusta que cuando se hacen tareas con los alumnos sepamos guiar el aprendizaje, y nos puede venir bien». 

El sistema educativo ya se había adaptado a otras herramientas digitales como los buscadores o Wikipedia

Frente a esto, está el problema de cómo pueden llegar a utilizar esta aplicación los jóvenes para los trabajos de clase. El ‘copia y pega’ tan mítico para la elaboración de cualquier reseña. La profesora de la Facultad de Educación de la UMU e integrante del Grupo de Investigación de Tecnología Educativa, María del Mar Sánchez, recuerda que el sistema educativo se ha tenido que enfrentar ya a la llegada de otras aplicaciones, como el propio buscador de Google o Wikipedia, y el resultado ha sido una adaptación progresiva entre lo que se le exige a los alumnos y las herramientas que estos tienen a su disposición en internet para encontrar información. 

Roles que se transforman

«Creo que la llegada del chat GPT ha conseguido que estemos planteándonos algunas cosas que en educación deberíamos haber abordado hace tiempo, como que determinado tipo de tareas o trabajos que mandamos a los estudiantes ya no tienen mucho sentido», señala Sánchez, que ya ha probado con sus estudiantes cómo aplicar la IA al desarrollo de las clases, y con mucho éxito. La investigadora pone encima de la mesa que recursos como la enciclopedia que «antes teníamos en la biblioteca del instituto ahora la tenemos accesible en la red». La ayuda o consejos que «nos daban en casa o en una academia ahora nos los puede o podrá proporcionar, en cierto modo, una herramienta de inteligencia artificial».

Chat GPT es «generativo», por lo que habrá que plantear las tareas de otra forma, incide Sánchez, «dar más tiempo en clase para que el alumnado trabaje en el aula, por ejemplo». Los roles de profesor y estudiante «se transforman». Esta vía llevaría a que el docente pase de ser un transmisor de la información a un facilitador del conocimiento y, por otro lado, «el estudiante ejerce un papel más activo en el aula».

Sin embargo, frente a tanta innovación tecnológica, la profesora recuerda que esta «herramientas tienen mucho potencial, pero la capacidad crítica sigue siendo humana».