Los suicidios en jóvenes se duplican en un año

Las cifras de murcianos menores de 29 años que se quitan la vida en la Región pasa de 11 a 21 casos en el año después de la pandemia

Los suicidios siguen aumentando entre los jóvenes.

Los suicidios siguen aumentando entre los jóvenes. / L. O.

Ana García

Ana García

Al teclear la palabra suicidio en el buscador de internet el primer mensaje que aparece en grandes caracteres es ‘Dispones de ayuda’, A éste le sigue otro algo más pequeño, ‘Pide ayuda hoy mismo’, el número del Teléfono de la Esperanza y el 024 puesto en marcha el pasado año por el Ministerio de Sanidad.

Así de rápida debe ser la respuesta a cualquier persona a la que se le pase esta opción por la cabeza y así lo reclaman los profesionales para no tener que lamentar las terribles cifras de muertes por suicidio conocidas ayer. Los suicidios en jóvenes se han duplicado en la Región de Murcia en sólo un año.

Los problemas de salud mental lejos de mejorar van en aumento, una realidad que se refleja en los últimos datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) sobre los suicidios en España, unas cifras preocupantes que ponen de manifiesto que los suicidios en menores de 29 años han aumentado un 90% en la Región de Murcia entre 2020 y 2021, pasando de los 11 casos registrados en 2020 hasta los 21 que se contabilizaron en el año 2021. Se tarta de «una cifra devastadora», afirman desde la Federación de Salud Mental de la Región de Murcia.

Entre los datos que arroja este balance destacan los 3 suicidios de menores de 15 años que se registraron en 2021, respecto a uno en el mismo periodo del año anterior, lo que supone la cifra más alta de la serie histórica facilitada por el INE. En total, se registraron 123 suicidios en la Región (94 hombres y 29 mujeres), un fallecimiento más que en 2020. 

Ante esta situación, la Federación Salud Mental Región de Murcia se muestra muy preocupada por unos datos que demuestran que el suicidio es el principal problema de salud pública en nuestra Región y nuestro país. En los datos nacionales se aprecia un aumento de un 1,6% de fallecimientos por suicidio en 2021. En total, murieron por esta causa 4.003 personas en toda España, de ellos 2.982 fueron hombres y 1.021 mujeres. 

Esto supone que los fallecimientos por suicidio siguen siendo la primera causa de muerte externa en España, por encima de otras causas como los accidentes de tráfico. Y si comparamos estas dos realidades, las muertes por suicidio suponen un 150% más que las de accidentes de tráfico. 

Seis intentos cada día

La situación es trágica en los casos de suicidios consumados, pero tampoco hay que olvidar que cada día hay seis intentos en la Región de Murcia. 

Los casos de suicidio, tentativas y autolesiones se han disparado en los últimos años, un problema de salud mental que está teniendo una especial incidencia entre la población más joven, que se ha visto sobrepasada por la pandemia, refugiándose en Internet y las redes, limitando así sus relaciones sociales, según alertan los especialistas.

La presidenta de la Federación de Salud Mental de la Región de Murcia, Pilar Morales, reconoce que «estamos impactados» con las cifras de suicidios entre jóvenes en la Región de Murcia y explica a La Opinión que el detonante de este ascenso fue la pandemia de covid.

«El momento clave fue 2021, el momento de salir de la pandemia, cuando nosotros insistimos en que era fundamental cuidar de la salud mental de nuestros jóvenes», afirma.

Las cifras de suicidio en la Región de Murcia en 2021 prácticamente son iguales a las de 2020, pero esto esconde una caída de las muertes en adultos y un aumento muy importante en jóvenes. «Esto nos muestra que los jóvenes no tienen recursos a los que acudir y no ven otra salida a su situación que no sea esta, por lo que es necesario actuar y hacer algo de forma urgente», insiste Morales.

Un total de 4.003 casos en toda España

Un total de 4.003 personas fallecieron por suicidio en España en el año 2021, lo que supone un incremento del 4,4% respecto a 2019, año anterior a la pandemia de la Covid-19.

Así lo refleja el estudio ‘Evolución del suicidio en España en este milenio’ presentado este jueves por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam ISCIII) en la Universidad Complutense de Madrid.

El informe revela que en 2020, primer año de la pandemia, un total de 3.941 personas fallecieron en España por suicidio, una cifra que supone un aumento del 3,6% en relación a 2019 y del 5,5% en relación al cambio de tendencia en 2018.

«Las noticias no son buenas, el suicidio, lejos de disminuir, está aumentando. Estaba ya aumentando antes de la pandemia y después de la pandemia el aumento es muy significativo», ha advertido el catedrático en Psiquiatría y director del Centro Colaborador de la OMS para Investigación y Formación en Servicios de Salud Mental en la Universidad Autónoma de Madrid, José Luis Ayuso.

El experto lamenta que las cifras «indican una tendencia creciente, aunque afortunadamente muchas no lo consiguen».

Desde la Federación llevan a cabo campañas y charlas en colegios e institutos y «en ellas vemos que los jóvenes no tienen problemas para hablar de salud mental, pero su corta edad hace que en muchos casos no sepan dónde pedir ayuda».

Rosa Garrigós, coordinadora de la Federación de Salud Mental de la Región, afirma que «no hay un único factor de la ideación suicida, pero uno muy importante es que los jóvenes han estado en aislamiento sin nafie de confianza al que contarle sus preocupaciones».

Teléfono 024

Desde el pasado mes de mayo está disponible el teléfono 024 de atención a la conducta suicida. Se trata de un recurso público, gratuito y disponible las 24 horas del día, gestionado por profesionales de psicología. En los primeros cuatro meses de funcionamiento de esta línea se atendieron a más de 43.000 personas, de ellas un tercio menores de 30 años.

María Fuster "Necesitan un adulto de referente al que acudir en caso de necesidad"

La psicóloga María Fuster, decana del Colegio de Psicología de la Región de Murcia, lamenta las cifras crecientes de suicidios entre jóvenes dadas a conocer por el INE y apunta a que se trata de «un problema complejo que ya veíamos venir».

Según indica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había alertado de este aumento, pero las causas de este malestar social son complejas, ya que hay muchos frentes abiertos y por un lado están los problemas de los adultos y por otro los de los jóvenes, y unos pueden afectar a los otros.

En el caso de los adultos, destaca la falta de tiempo para implicarse en las tareas educativas y en la crianza de los hijos, mientras que muchos jóvenes viven una situación de desesperanza al no poder alcanzar la plena autonomía que requieren.

Fuster considera que en los programas de conciliación hay que introducir la importancia de la comunicación con los hijos, que se le dé más protagonismo a la función reflexiva. «Los jóvenes deben tener adultos como referentes a los que acudir en el caso de necesidad, pero si los adultos también tienen sus problemas y caen, los jóvenes van detrás, es como las fichas del dominó», explica la decana de los psicólogos murcianos.

Reclaman la presencia de un psicólogo en cada centro educativo de la Región

Una de las demandas que el Colegio de Psicología de la Región de Murcia viene haciendo desde hace años al Gobierno autonómico es la presencia de psicólogos en los centros escolares, ya que son los profesionales preparados para atender cualquier problema que se detecte en los menores y derivarlo a otros recursos en caso de necesidad. 

La decana de los psicólogos, María Fuster, indica que la Unesco considera que debe haber un psicólogo educativo por cada 250 alumnos, «pero nosotros no pedimos tanto, sería suficiente con copiar, por ejemplo, a Portugal, que ha puesto un psicólogo por cada 500 alumnos. Esto supondría tener un profesional en cada centro educativo».

Mientras que en el caso de los servicios sociales se recomienda que haya un profesional de la psicología por cada 20.000 habitantes o por cada centro de servicios sociales básicos.

Fuster lamenta que el compromiso de los responsables se dilate en el tiempo y explica que «la respuesta política siempre es la misma, que hay que hacer un cambio legislativo y mientras que no se lleva a cabo se está desatendiendo a quienes más lo necesitan», ante lo que insiste en que «necesitamos psicólogos en los colegios».

Una de las situaciones que se encuentran los profesionales es que los niños y adolescentes actúan impulsivamente por la frustración y esto puede llevar a la ideación suicida, «por lo que es primordial trabajar con el entorno, que sientan que tienen una red familia, social y educativa a la que recurrir en el caso de que lo necesiten».

La psicóloga apunta a que aún faltan muchos recursos para la infancia y la adolescencia y dirige su mirada hacia tres ámbitos: educativo, sanitario y de servicios sociales.

María Fuster explica que el fallo del ámbito educativo es que se basa en el aprendizaje y el rendimiento; en el sanitario se abordan los problemas con farmacología y psicofármacos, «de ahí que seamos una de las regiones que lideran el consumo de estos medicamentos»; mientras que los servicios sociales se basan en cubrir las necesidades más básicas, pero no ayudan a solucionar los problemas que éstas acarrean. «Y estas no son las respuestas adecuadas en ninguna de las áreas», apostilla. De ahí que las cifras sigan creciendo.

Otros profesionales van en la misma línea que la decana del Colegio de Psicología de la Región, como es el caso del catedrático en Psiquiatría y director del Centro Colaborador de la OMS para Investigación y Formación en Servicios de Salud Mental en la Universidad Autónoma de Madrid, José Luis Ayuso, quien reconoce que «las noticias no son buenas, el suicidio, lejos de disminuir, está aumentando. Estaba ya aumentando antes de la pandemia y después de la pandemia el aumento es muy significativo», advierte.