Salud mental

Más de la mitad de las mujeres tiene sexo sin deseo

"Aunque las chicas son cada vez más feministas, el patriarcado se sigue metiendo en las camas"

Ana García

Ana García

Se avanza en materia de sexualidad a pasos agigantados. O, al menos, eso parece. Detrás del cambio visible en la manera de entender y vivir las relaciones por parte de la juventud y el avance del feminismo, se esconden cifras que todavía preocupan: un 43,5 % de las chicas en España ha recurrido a la píldora del día después y un 6,5% de ellas asegura no utilizar ninguna protección para prevenir un embarazo o infecciones de transmisión sexual. Y lo más alarmante: más de la mitad de las mujeres reconoce haber tenido sexo con otra persona sin tener ganas o deseo sexual.

Estos son algunos de los resultados del estudio que hizo público recientemente el Ministerio de Igualdad sobre la sexualidad en mujeres de 18 a 25 años, a través de cuestionarios a más de 1.500 chicas. El informe es de alcance estatal, pero el patrón es el mismo en todo el territorio. Y el problema, estructural: «los viejos esquemas de una sociedad patriarcal que se resisten a ser desplazados», reza el documento.

Desde el servicio de atención, orientación y asesoramiento a jóvenes en materia de sexualidad Joves.sex, Raquel Hurtado, su coordinadora, reconoce que los resultados del informe se ajustan a la experiencia vivida. Cuando reciben una consulta telefónica o durante los talleres que realizan en las aulas, una de las cuestiones que siempre está sobre la mesa es el uso del anticonceptivo de emergencia, la famosa píldora del día después.

Hurtado detalla, además, que la práctica de las relaciones sexuales sin sentir deseo es otra de las consultas que se repite y que bebe fundamentalmente de la pornografía. En el informe, el 57,7% de las chicas afirma haberlo hecho. Algo de lo que sabe muy bien Agustín Zaragozá, formador y agente de igualdad y profesor de Filosofía en un instituto. Una de sus alumnas, de 17 años, le reconocía haber cedido en numerosas ocasiones por inseguridad, miedo a la reacción de la otra persona y por el convencimiento de que es «lo normal». «Aunque las chicas son cada vez más feministas, y rompen con algunos viejos estereotipos, el patriarcado se sigue metiendo en las camas», afirma.