PINTANDO AL FRESCO

Escribir con COVID

Enrique Nieto

Enrique Nieto

¿Se podrá escribir un artículo teniendo covid? Me refiero a si será posible expresar ideas y opiniones de un modo correcto, sin ofender a nadie, sin faltas de ortografía, sin esos típicos problemas de concordancia que podemos ver y escuchar tan a menudo en el mundo de la comunicación, digo, si será posible hacerlo cuando a uno le duele la cabeza, siente que se le cae la moquita, tose repetidamente, tiene molestias en las articulaciones y nota como si tuviera el cerebro un poco zompo.

Además, también me pregunto si se podrá escribir un artículo cuando uno está que trina, cabreado al máximo porque se le han ido a hacer puñetas sus planes para estas fiestas, con una cierta parte de las comidas y cenas familiares ya en el frigorífico, y, teniendo en cuenta que somos veinte, el tema de la congelación está que explota. Para nosotros, además de la Navidad, hay un día que consideramos el más especial del año, que es exactamente hoy, cuando escribo este artículo, 23 de diciembre, día de Santa Victoria, santo de cuatro miembros de nuestro clan. Normalmente, este día es el colmo de la alegría en mi casa, porque estamos todos juntos y no ha habido nunca ni un solo problema entre nosotros. Por el contrario, el buen rollo lo inunda todo. Pues bien, ahora estoy en el comedor tratando de escribir algo que contenga al menos media idea, mientras que escucho en la lejanía toser a una mujer, que es la mía, y que también se ha contagiado de covid.

Escribir artículos, estés malo o bueno, necesita unas condiciones naturales y otras adquiridas. Las adquiridas son saber leer y escribir, y las naturales no sé las que son, aunque tengo una referencia que ya les conté a ustedes, pero que voy a repetir (lo peor que puede ocurrirle a un columnista es que repita algo que ya escribió, que no avise que es así, y que alguien recuerde que ya lo leyó en otro artículo). En un curso para periodistas, el cariñosamente recordado García Martínez y yo, debatíamos sobre los artículos de opinión y ambos llegamos a un acuerdo total en un tema: para escribir columnas hay que ser mañoso, hay que tener ‘mañica’ para encajar las piezas y escribir de modo que te entienda el mayor número de gente posible. Además, como dijo otro gran periodista, Avelino Rubio, también tristemente fallecido, si es posible «hay que escribir con dos sentidos, sentido común y sentido del humor», porque la alternativa es escribir para uno mismo, para sentirse orgulloso de lo bien que razona y lo maravilloso de sus citas, que demuestran su gran bagaje intelectual. Sobre esto de las citas literarias, también tengo una referencia notable, de un lingüista norteamericano, Brian J. Dendle, que me dijo un día tomando una cerveza y una marinera en la plaza de las Flores de Murcia ciudad: «Si al escribir no se nota que has leído, estás más perdido que Carracuca» (tenían ustedes que haberle oído pronunciar ‘Ca rra cu ca’, porque decía ‘Ca ga cu ca’ y sonaba fatal). En fin, que entre tosera y tosera, he conseguido llegar hasta aquí. Algunos pensarán que qué pena de hombre, en Nochebuena y con covid, sin poder reunirse con su familia y sin comer langostinos congelados. Y, sí, tienen razón en conmoverse, pero que sepan no estoy triste, estoy muy cabreado, que es otro sentimiento distinto. En cualquier caso, con las cuatro vacunas encima, espero que mi organismo se acuerde de que está protegido y que haya por ahí, en el interior, adormilados pero vivos, unos bichitos que estén dispuestos a mantener alto el pendón y las ganas de lucha y se carguen a este cabrón del covid, que me gustaría saber quién me lo ha pasado, para matarlo.

Suscríbete para seguir leyendo