Medio Ambiente

Ecologistas exige a Europa que obligue al Gobierno a controlar el agua de las playas fluviales

La Comunidad no tiene declarada ni una sola zona de baño en aguas interiores, algo a lo que exige la Comisión Europea para analizar la presencia de sustancias contaminantes

Varios niños juegan en una de las playas fluviales de la Región, en concreto Archena.

Varios niños juegan en una de las playas fluviales de la Región, en concreto Archena. / Israel Sánchez

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

El nulo control de la calidad del agua en las playas fluviales de la Región de Murcia es una pelota que se pasan entre las administraciones sin que nadie atienda una obligación marcada por la Unión Europea. El Gobierno regional no tiene reconocidas como zonas de baño ninguna de las playas ubicadas en los márgenes del río Segura o las pozas de esta cuenca, por lo que no se llevan a cabo análisis que vigilen la presencia de contaminación microbiana o de otros organismos, residuos o sustancias químicas. 

Como desveló este periódico el pasado año, la Consejería de Salud dejó de realizar pruebas en estas zonas desde la década de los años 90 del siglo XX por la deficiente calidad del agua y por el bajo número de usuarios. Esto último ha cambiado, ya que ríos y pozas de la Región se ha convertido en un atractivo turístico para los vecinos del interior, que residen alejados de la costa. 

Ecologistas en Acción remitirá a la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea una carta donde exige que sea este alto órgano de gobierno de Bruselas quien obligue al Ejecutivo murciano a cumplir con las normas comunitarias y declare como zonas de baño todas las playas fluviales. Además, reclaman que se haga público tanto a la sociedad como a Europa si éstas alcanzan «un elevado nivel de calidad que permita el disfrute para todos de este recurso natural».

La CHS tampoco reconoce estas zonas como aptas para bañarse en sus planes de cuenca

Salud analizó la presencia de bacterias fecales y otros parámetros en 84 zonas de baño repartidas en ocho municipios, todos ellos costeros. El departamento de Juan José Pedreño alegó que deben ser los ayuntamientos quienes soliciten estos muestreos. Por otra parte, la Confederación Hidrográfica del Segura, que no tiene reconocidas en sus planes de cuencas estas playas como zonas aptas para el baño, se desentiende del problema al entender que debe ser la Comunidad quien controle estas zonas.

«Algunas de estas playas que las autoridades ocultan a la Comisión Europea incluso disponen de servicio oficial de socorrista financiado por el Gobierno de la Región de Murcia», señala Ecologistas. Y es que en el Plan Copla (Plan de vigilancia y rescate en playas y salvamento en el mar), la Consejería de Medio Ambiente reconoce al menos seis playas de río en Abarán, Blanca, Calasparra, Cieza, Lorca o Mula, donde se han establecido puestos de primeros auxilios y personal de socorrismo. «Aquí nace una contradicción clara», señalan desde la organización. El propio plan Copla de 2022 reconoce que «el río Segura, a lo largo de su cauce, presenta distintas zonas que, por sus características geomorfológicas o sus actividades humanas, tienen la consideración de playas fluviales». De tenerla oficialmente, Salud estaría realizando controles, remarcan desde Ecologistas. 

Arreglos de playas en Calasparra y la construcción de una nueva en Murcia

Ecologistas en Acción critica en la carta que se remitirá al director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea la desclasificación de playas de gran afluencia en verano como la de Cieza o Calasparra. Este último municipio tiene proyectado el acondicionamiento de una playa fluvial en el río Segura, un proyecto financiado con fondos europeos y del que se encarga la Confederación Hidrográfica del Segura, pese a que se «desclasificó como playa este sitio en 2005». A preguntas de la organización, la CHS señala ahora que por «dificultades económicas» se ha paralizado el proyecto.

En Murcia, por otro lado, el Ayuntamiento ha proyectado la primera playa fluvial del municipio en el meandro Chico del Vivillo, que se restaurará con fondos europeos de recuperación. Esta zona de baño se ubicará a pocos kilómetros del centro de la capital. 

«En un caso similar contra otro Estado», señalan desde Ecologistas, «la Comisión reprochaba la diferencia existente entre el número de zonas de baño interiores identificadas y el número, más elevado, de playas fluviales que figuraban en un programa operativo presentado para la obtención de financiación comunitaria». El alto órgano de Bruselas «viene solicitando desde 2006 que se declare que España incumple las obligaciones que le incumben en virtud de la directiva relativa a la calidad de las aguas de baño».