Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Agricultura

Más de la mitad de los agricultores murcianos se jubilará antes de 2030

El balance anual de COAG dibuja un escenario negro para el campo regional: daños graves por lluvias y sequía, caída del consumo de carne, costes de producción disparados y la pérdida de la agricultura tradicional por la llegada de fondos de inversión internacionales

Pedro Gomariz y José Miguel Marín, vicepresidente y presidente de COAG Murcia.

Pedro Gomariz y José Miguel Marín, vicepresidente y presidente de COAG Murcia. / L.O.

Alberto Sánchez

Alberto Sánchez

La agricultura y la ganadería murciana no terminan de salir del agujero negro que las envuelve desde hace años. El balance anual de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de la Región de Murcia dibuja un escenario pesimista para el sector, con la "destrucción" del tejido productivo y un cambio de modelo agrario "muy peligroso" que se implanta con la llegada de grandes grupos de inversión extranjeros a las empresas regionales. El presidente de COAG Murcia, José Miguel Marín, y el vicepresidente Pedro Gomariz, han alertado de la pérdida completa de la agricultura tradicional en diez años con la integración de los productores en mercantiles que terminan por absorber a "los pequeños agricultores".

La pérdida de la soberanía alimentaria de estos agricultores se ve agravada por el crecimiento de estas grandes compañías, obligadas a depender a nivel financiero de "fondos de inversión internacionales y capitales extranjeros" que terminan por controlar también la cadena de distribución y los beneficios de los productores: "tienen intereses muy importantes en cada eslabón" de esta cadena, asegura Marín. A esto se suma que antes de 2030 el 60% de los agricultores estará en edad de jubilación y sin recambios, ya que la incoporación de mano joven al sector no logra cubrir la que se retira.

Y el panorama no prevé que esta situación mejore, pero el dirigente agrario ve una mínima "esperanza" en lograr un cambio en el modelo productivo que permita "suplir al agricultor profesional" y garantizar una "rentabilidad sostenible" de las explotaciones. A las administraciones les pide entender que "la producción de alimentos debe ser una cuestión de Estado". Hay que acabar, en su opinión, con el modelo actual y "peligroso" que lleva a que grandes corporaciones "acaben por acaparar" las tierras de cultivos. Esta situación se ha dado en territorios de la Región como, por ejemplo, la comarca del Campo de Cartagena.

En paralelo, el escenario del incremento de precios lleva a Gomariz a señalar que no hay ni un agricultor o ganaderos "que haya sacado beneficios" a lo largo de este año. Con la guerra en Ucrania de telón de fondo o la presión presión de los lobbies centroeuropeos para no poner barreras a la exportación de terceros países, los costes de producción se han disparado un 300% desde hace dos años. "Hay productos que sí han subido de precio pero nunca llegan a cubrir los costes", subraya Marín. Por otro lado, la cáide libres de algunos precios tiene detrás la "vergonzosa" llegada de productos de Sudamérica o Sudáfrica, unos productos "no permitidos que llegan incumpliendo las normas sanitarias". Gomariz remarca que al año se detectan entre 60 y 70 detecciones de enfermedades en alimentos llegados a los puertos españoles.

La ganadería extensiva de ovino "desaparecerá"

La situación crítica de la ganadería extensiva de ovino lleva a COAG a aventurar su desaparición dentro de pocos años. Con un tejido productivo basado en el modelo intensivo de ganadería para la mayoría de cabañas (porcino, vacuno, conejo o aves), el fin del pastoreo de ovejas o cabras acabaría con el ganado más tradicional de la Comunidad. La integración de los productores en grandes compañías, pese a ser un modelo que no gusta nada, salvó de la ruina a las explotaciones pequeñas y medianas, pero José Miguel Marín advierte del escaso margen de beneficios que se obtiene.

El presidente de COAG también ha alertado de la caída del consumo de carne por una mayor apuesta de productos fáciles de preparar, el cambio en las costumbres de los más jóvenes a la hora de cocinar o la mayor presencia en los mercados de la carne sintética. El cambio climático también pone el foco sobre la ganadería por la emisión de gases contaminantes de la cabañas: "Hay una tendencia de culpar al sector ganadero de determinados efectos sobre el clima".

El incumplimiento de la ley de la cadena alimentaria sigue sin implantarse "de forma efectiva" pese a los años que lleva en vigor. "Queremos que se alumbre la transparencia en la formación de los precios", pedía Marín, mientras que el vicepresidente reclamaba la trazabilidad de los productos a vista de los consumidores para que conozcan qué están comprando y a quién. COAG reconoce la "dificultad" de controlar los precios que se pagan a los agricultores y ganaderos y pone el acento "en la responsabilidad vital" que tienen las comunidades autónomas. En la Región existe el observatorio de precios, una herramienta que ayuda a conocer el valor de los productos en el mercado de origen: "Los consumidores deben saber cómo se forman los precios".

2022 con un clima extremo

Las condiciones climáticas que ha arrastrado la Región de Murcia en este último año han logrado impactar de lleno en la rentabilidad de las producciones. 2022 comenzó con un invierno seco que comenzó a alterar los ciclos productivos, haciendo que se perdieran cosechas. Un hecho que se vio agravado por las torrenciales lluvias de primavera, "que dieron al traste con gran parte de la producción", explica el presidente de COAG Murcia. Un escenario climático "endemoniado" que continuó incluso con heladas y granizo, y ahora con la sequía que también ha afectado a producciones como el almendro, los olivos o el viñedo. Las enfermedades y la aparición de hongos en los cultivos ha terminado por causar graves destrozos, también, en las producciones.

Tracking Pixel Contents