Alta Velocidad

El AVE de Murcia a Madrid se estrena con el tren lleno de curiosos, empresarios y retrasos

Entre los primeros 302 viajeros que parten del Carmen, el que admite que coge el nuevo tren “por cogerlo”, el que va y vuelve en el día por trabajo y el que bromea con “ir a coger sitio para las uvas”

Ana Lucas

Ana Lucas

A las seis menos diez de la mañana ya estaban haciendo cola en la estación del Carmen decenas de viajeros que pasaban por el control de equipajes para, media hora después, montarse en el primer AVE comercial que hace el trayecto de Murcia a Madrid. Un tren que partió con unos minutos de retraso (por averiarse dos máquinas de control de equipajes, que dependen de Adif) con destino Chamartín, sin parar en Atocha, y que, coinciden varios viajeros consultados por La Opinión, “tendría que haber ido por Albacete”

Contar con la Alta Velocidad por fin en la Región “me parece muy interesante, porque el tiempo es oro”, comentaba a pie de andén Ana Mari, una de las primeras pasajeras del tren que este lunes estrenaron el jefe del Estado, Felipe VI, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. ‘AVE destino Madrid-Chamartín, vía 2’, se anunciaba por megafonía en la estación del Carmen, soterrada y renovada para la ocasión.

Caben 354 personas en cada convoy de la Alta Velocidad. En el primer viaje comercial, se quedaron algunos asientos vacíos, pero pocos. “Hemos salido de Murcia 302 viajeros; el total de viajeros de este tren es 343, con los que se suben en las paradas de Alicante. En todo el día de hoy van a viajar 2.100 viajeros, de los cuales 1.900 son origen-destino Murcia”, informó a los periodistas un portavoz de Renfe en el convoy.

Por trabajo va a Madrid y vuelve en el día, Antonio Eduardo, que apunta que “vamos a aprovechar la situación”

“Normalmente solía coger el coche, es más rápido. Pero estamos mejorando”, considera el hombre, que tiene claro que, para conectar de verdad la comunidad murciana con la capital de España, se necesitan más trenes y frecuencias.

“Estamos en un día histórico, vamos a ver si cogemos sitio para las uvas”, bromea Juan García, que emprende con su pareja “un viaje absolutamente de ocio, que no se entere nadie”.

Cabe recordar que el ahora senador del PP Francisco Bernabé declaró en la primera de 2015 que los murcianos podrían ir en AVE a la puerta del Sol a recibir al Año Nuevo y volver, algo que sí podrán hacer este año.

“Vamos a ver cómo vamos ahora”, manifiesta el citado Juan, a pie de tren. Preguntado por cuánto les ha costado el billete, admitió que un poco caro, pero “ya tenemos más de 60 años, aunque no los aparentemos”, sonríe.

Por negocios suele ir a Madrid “de todas las formas, por Albacete, por Orihuela, todo” un ejecutivo llamado Tomás López, que también regresará a Murcia este mismo día.

“Una visita rápida”

El joven Cristian emprende “un viaje exprés a ver a los familiares, a hacer una visita rápida”. “Normalmente voy en coche; si puedo utilizar el transporte público, mejor. Vamos hoy y volvemos mañana, a pasar el día y a ver El rey león”, dice el chico, en referencia al popular musical que se representa en Madrid.

“Yo cojo el AVE por cogerlo, por probarlo”, reconoce Diego, pero volverá a Murcia el día de la Lotería. “Tendríamos que haber ido por Albacete”, tiene claro el hombre. “Tres días y volvemos el jueves”, detalla otro viajero, Alejandro.

“No es el mejor AVE que tenemos”, considera José Antonio, al tiempo que afirma que a la capital de España “vamos de ocio, no tenemos nada que hacer esta mañana y digo: vámonos a Madrid”.

Madera y moqueta

El interior del AVE es en madera y moqueta, con asientos amplios en los que estirar las piernas y con algo muy demandado: enchufes para cargar móviles y tabletas. Y wifi gratis, siempre y cuando el pasajero se descargue una aplicación. Delante de cada sitio se despliega una mesa de madera, espaciosa para leer y colocar las cosas.

“La tripulación está a su disposición y en nombre de Renfe les desea un feliz viaje”, resuena por megafonía, en español primero y en inglés después, a los diez minutos de empezar el viaje. “Es que me parece un disparate que vayamos por Alicante”, se escucha de pronto en uno de los vagones. “Bueno, pero ya lo arreglarán”, responde otra persona.

El tren ha llegado finalmente a la estación de Chamartín de Madrid con algunos minutos de retraso también respecto a la hora prevista: debería haber llegado a las 9.10 horas, pero finalmente lo ha hecho a las 9.17 horas.

Viaje de vuelta

El AVE de las 14.25 partió de Atocha a la hora prevista, con puntualidad británica, rumbo a la capital murciana. Es cierto que el convoy realiza numerosas paradas, tanto en Castilla-La Mancha como en la Comunidad Valenciana. Está previsto que llegue a la estación del Carmen a las seis menos diez de la tarde.

A las cinco menos cuarto de la tarde se anuncia por megafonía, en castellano, valenciano e inglés, que la próxima estación es ‘Alicante-Alacant terminal’. La gran mayoría de viajeros del convoy se levantan de sus asientos y bajan sus pertenencias, preparándose para apearse. 

Al llegar a la estación anunciada, el AVE se detiene completamente y varios murcianos aprovechan y se bajan a echar un cigarro, como antiguamente se hacia cuando el Alvia paraba un poco en Albacete.

“¿Zumo de naranja, agua, vino blanco o cava? Es lo que llevamos de bebida de despedida. O de bienvenida, según sea”, explica una de las trabajadoras que se encargan de ir pasando por los vagones, con el servicio de comidas y bebidas. “¿Le dejo unos cacahuetes?”, ofrece, con una sonrisa tras la mascarilla.

Después de Alicante, falta parar en Elche y el Orihuela antes de desembarcar en la estación del Carmen de Murcia.

El AVE se detuvo en la capital de la vecina provincia a las cinco menos cuarto de la tarde y, a las cinco y diez, una voz masculina anunció por megafonía que había un problema “de infraestructuras”. “El tiempo de retraso aproximado es de 10 minutos. Rogamos disculpen las molestias”, manifestó.