Comidas de Navidad

Qué hacer para evitar sustos e intoxicaciones en las comidas de Navidad

La manipulación y conservación de los alimentos resulta fundamental

Ana García

Ana García

Planificar las comidas, decidir qué y cuándo cocinar, cómo y qué congelar y descongelar ayudará a que todo salga bien en estos días de encuentros sociales en torno a la mesa. En ocasiones, se cocinan platos que no se elaboran de manera asidua, por lo que se preparan grandes cantidades de comida, lo que obliga a tener que recurrir al almacenamiento de las sobras.

Es importante, por tanto, no bajar la guardia durante estos días y mantener unas adecuadas condiciones higiénicas en la cocina y con los utensilios que se usarán.

Desde el Ayuntamiento de Murcia ofrecen algunos consejos sobre qué hacer o no hacer para evitar sustos o intoxicaciones alimentarias:

  • Comprar los alimentos en establecimientos autorizados.
  • Intentar planificar el orden de compra en el supermercado, dejando los productos de refrigeración o congelación para el final, así se evitará que la cadena de frío se rompa y puedan desarrollarse microorganismos en el alimento.
  • Transportar los productos congelados y refrigerados en bolsas isotérmicas, para mantener la temperatura.
  • Guardar la carne y el pescado en la zona más fría del frigorífico.
  • Poner fecha a los alimentos que se guarden en el congelador e intentar consumirlos en el plazo de un mes.
  • Antes de manipular los alimentos lavarse las manos con agua y jabón.
  • Evitar el contacto entre utensilios que se utilicen para alimentos crudos con los alimentos cocinados.
  • Lavar la fruta y verdura antes de consumirla, aunque se vayas a pelar, así se evitará una posible contaminación.
  • Si se consume pescado crudo en casa (boquerones en vinagre, marinados, etc.) hay que congelarlo previamente durante 48-72 horas, así se evitará el anisakis.
  • Los trapos de cocina deben lavarse y desinfectarse frecuentemente con agua caliente, puede parecer visiblemente limpios pero realmente estar contaminados.
  • No se deben lavar los huevos después de comprarlos, ya que puede dañarse la cutícula que recubre la cáscara y dejar de proteger la entrada de microorganismos.
  • Los alimentos se deben descongelar en el frigorífico, para que la temperatura no aumente demasiado.