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"Las comidas navideñas suponen un riesgo para los ludópatas como yo"

"Mis amigos me llevan controlado", manifiesta Narciso, profesor de 42 años adicto a las apuestas

Narciso, de 42 años, ludópata y docente en un colegio de la Región de Murcia.

Narciso, de 42 años, ludópata y docente en un colegio de la Región de Murcia. / ISRAEL SANCHEZ

Ana Lucas

Ana Lucas

«Yo llevo dos años y medio de tratamiento, empecé en octubre de 2020: soy profesor y mi adicción fue con las apuestas deportivas online». Así se expresa Narciso (nombre ficticio), de 42 años de edad y docente en un colegio de la Vega Media del Segura

El hombre explica a La Opinión que «una vez que estás metido en este mundo, ves que hay muchas herramientas psicológicas que inducen a las personas al juego, a estimularse con la recompensa rápida». Subraya que «la ludopatía es una enfermedad mental que tiene recompensa rápida», así como que «cualquier videojuego de los ordenadores, tipo Fortnite, tiene esto». «Estos juegos no están mal vistos, el 90% de los niños juega a estos videojuegos», lamenta. 

"Yo no juego a nada, aunque desde fuera ves toda la movida que hay, la sobreestimulación con los anuncios"

Pese a eso, «hay muchos regalos de cumpleaños que son tarjetas para la Play», denuncia el hombre. Con 10 euros, los jugadores pueden adquirir «mejoras en los videojuegos, baúles sorpresa… es una cosa que estimula», resalta al respecto Narciso. 

Narciso, de 42 años, ludópata y docente en un colegio de la Región de Murcia.

Narciso, de 42 años, ludópata y docente en un colegio de la Región de Murcia. / ISRAEL SANCHEZ

El docente es consciente de que «en Navidad se pierde un poco el norte con la lotería». Compartir un décimo o adquirir una papeleta «muchas veces son compromisos», comenta, al tiempo que deja claro que él no juega «a nada». Ni a un videojuego. 

Genéticamente condicionado

«Yo no sabía que estaba genéticamente condicionado a esa circunstancia» de caer en la ludopatía, destaca, para rememorar que «antes, cuando era más joven, jugaba a la consola. Y tuve que dejar de hacerlo, porque todos los juegos inducen a comprar». 

«Yo no juego a nada, aunque desde fuera ves toda la movida que hay, la sobreestimulación que hay con el tema de los anuncios: estás expuesto las 24 horas del día a ellos», hace hincapié. En estas fechas «se potencia todo un poco», también la adicción. 

Narciso sabe que «son fechas muy señaladas, de comidas con amigos y con gente», allegados que mejor que «estén al día de tu problema» para evitar que saquen el tema de compartir un décimo.

En su caso, sus más cercanos conocen lo que ocurre. «Cuando voy a comer con mis amigos, como saben mi problemática, no se comenta nada de esto», explica el profesor, para sentenciar que «las comidas con amigos en Navidad son un factor de riesgo para los ludópatas». 

Narciso, que sigue un tratamiento con Sonia Pizcueta, psicóloga de Asmujer, no renuncia a disfrutar de veladas con sus seres queridos con motivo de las fiestas. «Me protege que todos mis amigos lo sepan, porque no van a comentar ciertas cosas y me van a llevar controlado», celebra.