Se venden barcos pesqueros en los puertos de la Región

La pregunta ronda los puertos pesqueros de la Región de Murcia: ¿Un negocio puede existir si sólo se trabaja la mitad del año? «Imposible», responde Bartolomé Navarro, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Cartagena, «no se puede sobrevivir sin faenar tanto tiempo». La Unión Europea aprobaba este martes un nuevo recorte a los días de pesca de arrastre en el Mediterráneo, una rebaja de la actividad que deja en el aire la continuidad de la flota pesquera de la Comunidad. 

El acuerdo cerrado no supondrá finalmente un recorte de 12 días, pero sí de diez, algo igualmente inasumible para el sector pesquero regional. De 240 días que venían faenando al año en 2019, pasarán en 2023 a trabajar entre 155 y 165 días. «Con la subida de las cargas sociales, el coste del combustible, el material de pesca..., no podemos aguantar más». Consecuencia de todo ello es que en el último año se han puesto a la venta varias embarcaciones de arrastre (en la Región hay un total de 22 barcos dedicados a este tipo de capturas) en puertos como Cartagena, Mazarrón o Águilas. 

El negocio ha caído un 30% en los últimos tres años, por lo que «no sale rentable salir a faenar», explica Manuel Díaz, patrón mayor de la Cofradía de Águilas. Los altos precios de las capturas de gamba roja (140 euros el kilo en los últimos meses), el rape, la pescadilla, gamba blanca o el salmonete han ayudado a paliar los efectos de esta crisis de trabajo. Sin embargo, solo en este puerto pesquero, de ocho barcos de arrastre hay dos puestos en venta por sus dueños, que aprovechan plataformas digitales como la web de Mil Anuncios para dar más difusión a sus ofertas. «Piden entre 300.000 y 400.000 euros. Los armadores no ven otra salida», subraya Díaz. 

El patrón mayor de Cartagena augura por su parte que, si el Gobierno central o Bruselas no habilitan ayudas extra, el 70% de la flota pesquera del Mediterráneo se va a ir al desguace. «Nos vamos a quedar sólo el 30% faenando en estas aguas». Sobrevivirán los barcos que son llevados por clanes familiares dedicados a la pesca muchos años. 

En Cartagena precisamente hay ya cuatro barcos a la venta de siete que completan la flota de arrastre. Navarro prefiere, en contra de lo que han planteado otras cofradías del Mediterráneo, no destinar dinero del Fondo Europeo Marítimo de Pesca para desguazar barcos, sino «aumentar las compensaciones por las paradas. Que puedan llegar a 28.000 euros por barco al año» para evitar sacar del mar la embarcación. El sector se queda en el puerto dos meses y medio al año por la parada biológica (que se paga con ayudas públicas, aunque hay retrasos en los cobros), a lo que se suman otros 70-90 días recortados por Europa. «Hay que cubrir esos días sin salir a la mar». Estas restricciones se mantendrán los próximos dos años. 

Caladeros en buen estado

Tanto el patrón de Águilas como el de Cartagena defienden que los caladeros de la Región están en buen estado, y prueba de ello es el volumen de capturas que llevan extrayendo en los últimos años: «Ha aumentado la pescadilla un 25% en los últimos tres años». 

Navarro no entiende cómo no se discrimina por zonas de pesca, ya que sólo entre los puertos alicantinos de Santa Pola y Villajoyosa hay 200 barcos de arrastre que pueden suponer una mayor presión para especies como la merluza, cigala, el lenguado o la gamba, a quienes Europa les ha puesto el ojo por el estado ecológico de sus poblaciones. 

El ministro Luis Planas achacó a Bruselas que solo quiera continuar con «un cronograma de reducción de días de pesca», una vía que «no es la adecuada». Con la selección de las artes «podemos conseguir el mismo resultado y con un menor impacto económico y social». Las cofradías de la Región están dispuestas a cambiar el tipo de malla para aumentar el tamaño de los huecos, algo que permitiría una mayor selección de las especies sin dañar a las más juveniles. 

Anguila en el Mar Menor

José Blaya, patrón de la Cofradía de San Pedro del Pinatar, señala que en ese tramo de costa los pescadores se verán menos afectados de cara al año que viene (solo hay un barco de arrastre), e incluso celebran el acuerdo sobre las capturas de anguila, especie de importancia pesquera en el Mar Menor. 

Europa se planteó acabar con la pesquería de este animal en peligro de desaparición, pero finalmente implantará una veda menos conservadora. En San Pedro ya han subastado el cupo de 25.000 kilos de esta campaña a la empresa sevillana Pescacial (9,20 euros por kilo), cuyo producto acabará en manos de clientes holandeses, italianos o griegos. 

La parte negativa es que en esta época del año la lonja del Mar Menor vende un 20% más barato por la escasa demanda, un tropiezo para el sector pese a las fechas navideñas.

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