Cuatro hospitales murcianos han participado en los ensayos clínicos del primer tratamiento inyectable para el VIH, un fármaco que estará disponible en España a partir de la próxima semana. Será desde el 1 de diciembre cuando los pacientes con VIH controlado puedan acceder a este primer tratamiento de acción prolongada inyectable formado por cabotegravir y rilpivirina, desarrollado gracias a la colaboración de las compañías farmacéuticas ViiV Healthcare y Janssen.

Pero para llegar hasta este momento han sido necesarios años de ensayos clínicos en los que han participado cientos de pacientes de decenas de hospitales españoles que se han involucrado en el proyecto, de los que cuatro centros son murcianos: Hospital Virgen de la Arrixaca, Reina Sofía y Morales Meseguer, de Murcia, y Santa Lucía, de Cartagena.

Hasta ahora el medicamento de elección es una pastilla que se administra diariamente de forma oral, pero los especialistas apuntan a que esto puede conllevar a que el tratamiento no se siga de forma rigurosa, ya que puede haber olvidos o problemas de toxicidades, a lo que se suman los estigmas. Todo esto se elimina con la nueva fórmula inyectable que recibe el paciente cada dos meses.

En la Región de Murcia han sido 39 los pacientes con VIH que han participado en los ensayos clínicos: 25 del Complejo Hospitalario de Cartagena; 9 del Reina Sofía y el Morales; y 5 de la Arrixaca, según confirman los responsables de la investigación.

El jefe de la sección de Enfermedades Infecciosas del Reina Sofía, Enrique Bernal, explica a La Opinión que la gran ventaja que tiene el nuevo tratamiento es la vía de administración. «Esto va a mejorar el cumplimiento, ya que habitualmente hay olvidos cuando se toman las pastillas de forma diaria, y muchos usuarios nos han comentado que gracias a este fármaco se les olvida la sensación de ‘estar enfermo’ al no tener que estar pendientes de la medicación día a día», indica el doctor Bernal, quien afirma que «tomar pastillas a diario les recuerda que tienen esa enfermedad y les puede generar malestar y ansiedad, por lo que el nuevo tratamiento puede reducir el estigma asociado». 

Ya existe lista de espera

El nuevo tratamiento inyectable para el VIH que estará disponible en España desde el 1 de diciembre (Día Mundial del Sida) ha sido presentado esta semana a nivel nacional por el director general de ViiV Healthcare España, Ricardo Moreno Úbeda, la especialista en Medicina Interna del Hospital Germans Trias i Pujol, María Eugenia Negredo, y el especialista en Medicina Interna del Hospital 12 de Octubre, Federico Pulido. Durante el encuentro se puso de relieve que desde que se conoce su existencia, ya sea por los ensayos clínicos o porque ya se comercializa en otros países, los pacientes españoles han demandado en las consultas el tratamiento. «Tenemos lista de espera», ha aseverado Pulido.

En esto también coincide el doctor Onofre Martínez, adjunto del Servicio de Medicina Interna de la sección de Infecciosas del Hospital Santa Lucía, quien insiste en que cuando un paciente tiene un tratamiento de larga duración «la adherencia no es la más adecuada, por lo que estos nuevos fármacos han supuesto un cambio de paradigma».

Y en este sentido los nuevos proyectos están encaminados a buscar fármacos que se administran de forma más prolongada en el tiempo.

Enrique Bernal dice que el ensayo se realizó durante 96 semanas y demostró una eficacia del 94%, similar a la rama por vía oral.

En la Arrixaca, por ejemplo, los ensayos clínicos arrancaron en 2016 y en este tiempo cinco pacientes han cambiado las pastillas por la inyección. «Los resultados son espectaculares», sostiene el doctor Carlos Galera, jefe de sección de Medicina Interna e Infecciosas y responsable de la Unidad de VIH e Infecciones de Transmisión Sexual.

No obstante, apunta a que el nuevo tratamiento no está indicado para todos los casos, ya que el paciente debe estar dispuesto al cambio, no presentar resistencia a los fármacos del tratamiento y que le suponga un beneficio.

En este caso, el espacialista Onofre Martínez dice que lo ideal es que sea un paciente joven que no esté plurimedicado, ya que a una persona mayor que toma 8 pastillas diarias le da igual tomar 10. Y pone como ejemplo que el paciente con VIH de mayor edad que tiene en consulta va a cumplir 89 años, por lo que también toma medicación para la hipertensión, la osteoporosis o la próstata, y «no sería el más indicado para cambiar».