Los profesionales que atienden y trabajan con víctimas de violencia machista sufren en numerosas ocasiones lo que se denomina «trauma vicario» o «fatiga por compasión», afectaciones psicológicas derivadas de la dureza de las situaciones a las que se enfrentan a diario que por primera vez un estudio se propone analizar y cuantificar.

El estudio, que se ha presentado este lunes, está dirigido por la investigadora de la Universidad de Murcia María del Carmen Martínez e impulsado por la asociación Columbares, y sus primeros resultados se conocerán previsiblemente la próxima primavera.

Martínez ha recordado que desde la puesta en marcha en 2004 de la ley estatal de atención integral a las víctimas de violencia machista, que en la Región de Murcia comenzó a ejecutarse con la puesta en marcha de los CAVI y los PAE en 2007, no se ha hecho ningún tipo de evaluación, ni autonómica ni nacional, del impacto que sufren los trabajadores que tratan cada día con estas mujeres, como psicólogos o trabajadores sociales.

Por ello, el nuevo proyecto tiene entre sus objetivos identificar y evaluar la prevalencia de ese denominado «trauma vicario» o «fatiga por compasión», el malestar emocional que sufren estos profesionales, así como analizar las estrategias que ellos utilizan para hacerle frente y comparar el efecto de este tipo de trauma entre profesionales de distintos ámbitos de atención a las víctimas.

Para ello, el objetivo es analizar «a toda la población» de este sector profesional, tanto a los trabajadores dependientes de la administración pública que prestan sus servicios en CAVI y PAE, como a los empleados de organismos privados, asociaciones, federaciones o entidades sin ánimo de lucro, entre otros.

En una segunda fase del proyecto, ha señalado, el objetivo es también es recabar datos a nivel estatal, comenzando por las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Valencia.

En ese sentido, el subdirector de la asociación Columbares, Mateo Pedreño, ha resaltado que el objetivo es poder dar continuidad a este proyecto para poder poner el foco en quienes cuidan y atienden a las víctimas con el objetivo de poder también tratar sus conflictos emocionales derivados de su profesión.

El estudio, que está financiado por el Ministerio de Igualdad, la Secretaría de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género y la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, cuenta también con el apoyo de la comunidad autónoma a través de la Dirección General de Igualdad, Familia y Protección de Menores.

Su titular, Silvia Muñoz, ha querido poner en valor este proyecto, que se presenta en la semana en que se conmemora el Día para la Eliminación de la Violencia Machista, 25-N, poniendo el foco en que «la violencia machista existe todos los días» y, por tanto, estos profesional tratan casos muy complicados durante todo el año.

Desde su departamento, ha señalado, se está trabajando también en la puesta en marcha de un curso de autocuidados dirigido al personal de los CAVI y los PAE también con el objetivo de paliar los perjuicios sobre su salud mental.