Un equipo formado por investigadores de la Universidad de Murcia y el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) está buscando nuevos fármacos para inhibir el inflamasoma, una nueva ruta proinflamatoria, y así, prevenir los efectos de la inflamación crónica en pacientes diabéticos.

La inflamación es una respuesta de nuestro sistema inmunitario ante un daño en el organismo o ante la presencia de algún agente infeccioso. Se caracteriza por producir dolor, enrojecimiento, calor, rigidez e hinchazón. Aunque pueda parecer que se trata de una mala señal del organismo, la inflamación es necesaria para eliminar bacterias o virus que provocan las infecciones.

Sin embargo, hay veces que el propio sistema inmunitario destruye tejidos de nuestro cuerpo por error y, de esa forma, participa en el desarrollo de diversas enfermedades como la artritis, el párkinson o la diabetes, por lo tanto el reto es entender como ocurre esto, y crear nuevas estrategias farmacológicas para evitarlo.

Controlar la inflamación crónica resulta indispensable para un tratamiento óptimo de pacientes con diabetes

Los inflamasomas son estructuras moleculares que activan la inflamación en las células inmunes, que son los centinelas del cuerpo, y entran en juego cuando se produce una lesión en los tejidos de nuestro cuerpo producida por un estrés celular, una herida o una infección. Estos son los responsables de producir la inflamación cuando detectan daños o presencia de patógenos, así que tenerlos bajo control es muy importante. Sin embargo, la activación crónica de este sistema podría ser perjudicial para nuestro cuerpo, porque podrían dañar los tejidos del cuerpo y producir enfermedades.

En la actualidad, hay un gran interés médico por los inflamasomas ya que podrían aliviar e incluso curar distintas afecciones. Recientemente se ha observado que en el caso de diabetes, que da lugar a distintas complicaciones como la enfermedad renal, los datos del grupo de investigación apuntan a que los altos niveles de glucosa podrían activar al inflamasoma y que este interviene en el desarrollo de los efectos secundarios asociados a la diabetes. De ahí, la importancia de saber cómo funciona para poder desarrollar futuros fármacos que alivien distintas enfermedades.

Este mismo grupo ha publicado en la revista Science Advances, que a nivel molecular hay unas partes específicas de los inflamasomas que son necesarias para poder activarlos. Estos resultados resultan muy útiles para controlar la activación de estos complejos en distintas patologías y enfermedades como es el caso de la diabetes.

Controlar esta inflamación crónica resulta entonces indispensable para un tratamiento óptimo de pacientes con diabetes. De momento no hay tratamientos efectivos disponibles para atenuar esta inflamación y evitar la enfermedad renal, hipertensión, la pérdida de visión, así como otros problemas derivados de la inflamación inducida por altos valores de glucosa circulante en estos pacientes. No obstante, el grupo de investigación sí que tiene tratamientos experimentales que se podrían aplicar a pacientes en un futuro.

Este estudio se está llevado a cabo por el grupo de inflamación molecular del IMIB y la Universidad de Murcia e intenta demostrar el papel de la activación del inflamasoma, buscar nuevos fármacos en colaboración con empresas y otros grupos de investigación para bloquear el inflamasoma y prevenir los efectos de la inflamación crónica en pacientes diabéticos.