"Llevábamos diez años moviendo papeles para intentar recuperar al abuelo", dice Atanasio Egea Solano, nieto del cartagenero Francisco Solano Vera, la primera víctima identificada del penal franquista de Formentera, donde se estima que murieron 58 personas reclusas entre 1940 y 1942, y donde quien fue panadero en Los Dolores y padre de seis hijos, murió por caquexia y tuberculosis pulmonar.

Había sido enterrado en el cementerio de Sant Francesc Xavier, en la isla Pitiusa, y fue exhumado el pasado abril por los arqueólogos y antropólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, durante la primera fase de exhumaciones y excavaciones del cementerio de Formentera, en el marco del Tercer Plan de Fosas del Govern balear.

Durante la tramitación para localizar e identificar los restos de su abuelo, su primo de Tarragona, José Minguez Solano, tuvo un papel fundamental. También su madre, Francisca Solano Fernández, a punto de cumplir 84 años, y su tía de Tarragona, Dolores Solano Fernández, madre de su primo. Son las únicas que quedan vivas de los seis hermanos y aportaron su muestra de ADN que ha sido fundamental para identificar los restos.

"Tenía sus ideas republicanas, pero no llegó a estar en el frente. Su jefe, que era de la parte de Franco, fue el que lo denunció"

A su abuelo se lo llevó la Guardia Civil cuando su madre, la más pequeña de los seis hijos, tenía sólo tres meses: "Era un hombre muy trabajador, era panadero y tenía sus ideas republicanas, pero no llegó a estar en el frente, al contrario que mi otro abuelo por parte de mi padre, que sí estuvo en el frente".

"Su jefe, que era el dueño de la panadería y era de la parte de Franco en aquella época, fue el que lo denunció. Y al salir del trabajo la Guardia Civil se lo llevó y nunca más lo vieron", relata.

Francisco Solano Vera estuvo primero en la cárcel de San Antón, en Cartagena, y después lo trasladaron al penal franquista de Formentera donde vivió situaciones extremas e inhumanas: "Leer todo el relato, toda la historia, te pone los pelos de punta. Fue muy duro porque pasaron mucha hambre".

A modo de ejemplo, Egea Solano da una "pincelada terrorífica" relatada por un vecino de Los Dolores, que estuvo con su abuelo en esta cárcel, y trajo a su madre el plato y el cubierto que el panadero tenía para comer en el penal: "Le dijo que fue terrorífico, que como no tenían nada que comer, se comían sus propios vómitos o de los compañeros, o incluso las heces de los compañeros. Eso ha salido en la prensa y esa documentación la tenemos, tal cual la estoy contando", lamenta el nieto de Solano Vera, que tiene palabras de agradecimiento para el sacristán que en ese tiempo estaba en Formentera y fue "uno de los que ayudó mucho" a los reclusos.

Francisco Solano, cartagenero identificado. L.O.

Al llevarse preso al panadero, también dejaron a su mujer Dolores Fernández "sin trabajo, sin nada" y con seis hijos que mantener. También pasaron "muchísima hambre, sobrevivían cómo podían", añade.

"Da la casualidad", afirma Egea Solano, que el jefe que había denunciado a su abuelo enfermó de cáncer y fue en busca del perdón de la familia de Solano Vera. Así se enteraron de que había sido él quien lo había denunciado. Según relata: "Fue a pedir a mi abuela que lo perdonara porque estaba muriendo y quería irse con el perdón, y mi abuela le dijo que tenía lo que se merecía".

Sin embargo, Egea Solano cree que negarle el perdón fue una respuesta por "desconocimiento" de su abuela, "porque el perdón hay que darlo a todos", defiende. "Tenemos que limitarnos al perdón, nunca al odio ni al rencor, lo pasado pasado está, intentaremos que se recupere todo, pero siempre mirándolo desde el perdón", destaca Egea Solano.

Ahora, el próximo paso es traer los restos de su abuelo al cementerio de Los Dolores para enterrarlo junto a su mujer y para que esté cerca de la familia. Allí, en el cementerio de Los Dolores, también está su abuelo paterno, cuyos restos fueron recuperados por la familia de una fosa común del cementerio de Santa Lucía, donde fue fusilado "a pesar de tener el indulto en la mano".

"Se hicieron cosas terroríficas, por los dos bandos se hicieron cosas malas. Pero esto hay que enfocarlo solamente por la vía del perdón, no tiene otra cabida para los descendientes de esos ancestros", insiste Egea Solano.

Entre las víctimas del penal de Formentera se calcula que había 19 murcianos

La familia está en comunicación con el Ayuntamiento de Cartagena para que su caso se conozca y sirva para ayudar a otras personas "que no saben cómo empezar este trámite". Entre las víctimas del penal de Formentera se calcula que había 19 personas de la comunidad murciana: tres de Cartagena, uno de la Unión y el resto de Murcia.

"Mucha gente desconoce, nosotros llevamos muchísimos años detrás de todo esto, que no ha sido fácil. Esto ha sido gracias al Gobierno balear que ha puesto su granito de arena", ha dicho Egea Solano.

Los restos de Solano Vera fueron hallados junto a otros cinco cuerpos aún por identificar, pero que también podrían ser víctimas del penal de Formentera. En los próximos meses comenzará la segunda intervención para buscar más víctimas de esta colonia penitenciaria, dentro del Cuarto Plan de Fosas del Govern balear (2022-2023).

De momento, se han encontrado seis de las 58 personas que fallecieron en este campo de concentración y sólo se ha identificado a Solano Vera, gracias a la aportación y a la colaboración de su familia. "Es importante que todo esto se conozca para transmitir el mensaje a la gente de que puede recuperar a sus seres queridos", concluye Egea Solano.