La Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha sacado adelante el nuevo reglamento que controlará las quemas agrícolas en la Región de Murcia por riesgo de plagas en las fincas agrarias. El Consejo de Gobierno ha aprobado este jueves el proyecto de decreto-ley que regulará las condiciones en las que se puedan incinerar unos restos vegetales. El riesgo fitosanitario en una explotación que pida quemar estos desechos deberá ser verificado por técnicos del departamento de Antonio Luengo, que aprobarán de forma individual cada una de ellas.
Cada agricultor deberá presentar una declaración responsable donde justifique este riesgo y asegure que la gestión de sus podas no puede pasar por el triturado y la incorporación al suelo de los restos de madera. Esta solicitud, que deberá hacerse un mes antes de la quema, deberá ir acompañada de un informe técnico de un gestor de plagas, que deberá certificar estas condiciones. A su vez, tanto cooperativas, como organizaciones agrarias o los consejos agrarios locales podrán presentar una petición conjunta para autorizar varias quemas que distintas parcelas que afecten a un paraje o un municipio.
A su vez, la Consejería ha actualizado el listado de cultivos y organismos nocivos, donde ha incluido el virus rugoso del tomate. En concreto, los cultivos donde pone su foco Agricultura son los frutales de hueso, frutas de pepita, frutos secos, vid, olivo, cítricos, cultivos hortícolas en invernadero o al aire libre, el arroz y la palmera datilera, producciones donde se localizan plagas como el Barrenillo, cochinillas, avispilla, el picudo o fuego bacteriano. El proyecto de decreto-ley deberá ser convalidado en la Asamblea Regional.
Una de las razones por las que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia tumbó la antigua orden sobre quemas agrícolas de la Comunidad es que no tenía en cuenta las medidas para la protección del medio ambiente y la salud humana. Ante esto, la Consejería ha optado por resolver esta cuestión dejando en manos de los ayuntamientos la posibilidad de aplicar medidas adicionales que puedan restringir o limitar las quemas si estas afectan a la población. Será trabajo de los agricultores comunicar con antelación su quema al ayuntamiento por si hubiera que establecer alguna acción.
La Comunidad finalmente ha optado por sacar adelante una regulación tras la aprobación de la Ley estatal de residuos de este año, que prohibía con caracter general las quemas agrícolas salvo si existía un riesgo fitosanitario. La Consejería de Agricultura había reclamado a los ministerios de Agricultura y Transición Ecológica un desarrollo normativo de esta medida, pero estos contestaron que era competencia de las autonomías fijar las condiciones de este tipo de quemas.
La nueva ley considera como una ‘infracción muy grave’ realizar este tipo de prácticas si no existe excepcionalidad, y estará penado con entre 100.000 euros y hasta 3,5 millones de euros.
El triturado no tiene tantos beneficios
La 'quema controlada' de restos vegetales es una medida fitosanitaria "más adecuada para la eliminación de algunos organismos nocivos", si bien solo justificable por motivos de excepcionalidad fitosanitaria, señala Medio Ambiente en el borrador del decreto-ley, al que ha tenido acceso este periódico.
La Consejería argumenta en su nuevo reglamento que el cambio climático, que deriva en fuertes sequías y lluvias intensas en periodos cada vez más imprevisibles, junto con la prohibición de un número "considerable" de plaguicidas, conlleva un "incremento de la incidencia de determinadas plagas y enfermedades en los cultivos, el aumento del desperdicio alimentario y en consecuencia, del volumen de biomasa generada en las labores de saneamiento de las plantaciones".
Alerta además de que las lluvias torrenciales de los últimos años en la Región ha propiciado más enfermades fúngicas tanto en los cultivos de secano como regadío, como ocurrió en primavera. Otros motivos que expone Agricultura es la dificultad de triturar con máquinas los restos en pequeñas parcelas inaccesibles, como han denunciado agricultores de la huerta de Murcia o el Valle de Ricote.
A esto, la Consejería añade que la práctica continuada del triturado, "año tras año", no facilita "el proceso de descomposición" de los restos vegetales y ocasiona una acumulación de los mismos que bloquea la agricultura en dichas fincas. Esta situación "incrementa" el número el uso de insecticidas y otros productos químicos.
La Comunidad detalla además que el triturado de las podas y su enterramiento en el suelo, algo que el ministro Luis Planas defendió para percibir un complemento extra en los fondos de la PAC, "incrementa ciertas enfermedades de madera en cultivos de vid, que están provocando la muerte de las cepas por la presencia de eutipa, yesca y otros hongos".
Condiciones para las quemas agrícolas
- En el momento de realizar la quema se debe estar en disposición de la correspondiente autorización y documento justificativo de identificación personal o representación legal.
- La autorización no tendrá validez en los días con viento fuerte e intenso y si, iniciados los trabajos se produjese la aparición de este, se suspenderá inmediatamente la operación y se apagará el fuego.
- Corresponderá a cada Ayuntamiento la regulación mediante la correspondiente Ordenanza de las condiciones en cuanto a distancias de los núcleos de población y centros tales como, sanitarios, educativos o enseñanza, deportivos, etc.
- En cualquier caso, si en el transcurso de la quema se aprecia la no dispersión del humo hacia la atmósfera, permaneciendo el humo de forma patente en el aire en las inmediaciones de la quema, sin que el humo ascienda, se deberá proceder a la suspensión inmediata de la quema.
- El interesado permanecerá vigilando la quema hasta que esta se encuentre completamente extinguida.
- En el caso de quemas en terrenos colindantes en zonas de influencia forestal esta solo se podrá realizar respetando una distancia mínima de 400 metros.
- La quema de restos agrícolas o silvícolas en zonas de influencia forestal se realizará con carácter general entre el 1 de octubre y 31 de mayo, ambos inclusive.