"Siempre hemos defendido que, si el diagnóstico del problema no es correcto, la solución va a ser aún peor, va a ser un desastre". La Fundación Ingenio ha vuelto a insistir en un comunicado en que la causa principal señalada hasta ahora por la comunidad científica sobre la degradación del Mar Menor, los nitratos agrícolas, no es correcta.

Atañen a un "problema multifactorial" este suceso y añaden que "no se puede solucionar atacando y eliminando solo a una parte, porque el problema seguirá existiendo, y cuando se descubra que era otro el problema, no se podrá recuperar el daño causado". Esto, en referencia a la hipótesis que mantiene esta patronal agraria sobre que son las aguas residuales el factor que más daña a la laguna salada.

La Fundación Ingenio ha sido cuestionada en las últimas semanas tanto por el Gobierno central, el Ejecutivo regional y los ayuntamientos ribereños del Mar Menor. Incluso las principales organizaciones agrarias de la Región (COAG, Asaja y UPA) se han desmarcado del discurso de la organización, que solo ha obtenido el apoyo público de Proexport y Fecoam.

"A la parte que tiene menos culpa, es precisamente a la que más se le ataca", protestan en el comunicado, firmado por el presidente de la fundación, Adolfo García. "Nunca hemos dicho que la agricultura no sea también parte del problema, es más, siempre hemos dicho que estamos dispuestos hacer lo que haga falta porque somos parte de la solución".

En dicho escrito, García denuncia ataques contra la directora de la patronal, Natalia Corbalán, quien vertió duras críticas contra las administraciones regional y locales en una cita con los agricultores en Torre Pacheco hace varias semanas. Allí, Corbalán acusó a los ayuntamientos de "tirar un montón de mierda" a la laguna y al presidente Fernando López Miras de "arruinar" el campo. "Estamos muy dolidos por los ataques sin precedentes que hemos sufrido y estamos sufriendo por decir la verdad", insisten.