El otoño es el mejor momento del año para realizar cualquier tratamiento estético, tal y como afirman los profesionales. A la hora de elegir una clínica en Murcia donde realizarnos estos tratamientos de belleza, ya sea un tratamiento de toxina botulínica o una cirugía plástica, Ribera Estética ofrece la seguridad de tener detrás al Ribera Hospital de Molina. Al estar integrada esta nueva Unidad de Medicina Estética en la actividad hospitalaria, permite ofrecer la máxima garantía en su servicio, tanto por la solvencia de sus profesionales como por sus productos.

A la amplia oferta de cirugía plástica se suma un abanico de tratamientos estéticos (toxina botulínica, ácido hialurónico, mesoterapia…) que responden al deseo de lograr una belleza armónica y un rejuvenecimiento natural sin necesidad de recurrir al bisturí. El objetivo principal de estos tratamientos estéticos es conseguir la mejor versión del paciente a través de un retoque discreto y sutil.

«Son tratamiento seguros, con un riesgo mínimo», afirma el Dr. Orgaz. La valoración inicial es realizada por el equipo médico, «y si algo que parece estético no lo fuera, es decir, esconde un problema de salud, derivamos al paciente al hospital a la espera de una revisión médica. Todos los protocolos, procedimientos y circuitos asistenciales, desde la farmacia a cualquier técnica, están revisados por el hospital, lo que permite disponer de un catálogo competitivo y accesible», concluye el doctor Orgaz.

Ventajas de la toxina botulínica

Según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética, un 42 % de las personas que el año pasado se decidieron a hacerse un tratamiento estético eligió la toxina botulínica, la cual permite relajar la musculatura y suavizar las arrugas de expresión del tercio superior del rostro (entrecejo, frente y patas de gallo). «Con la dosis adecuada, el retoque es sutil y el resultado un rostro más relajado. Nadie nota el retoque, pero sí reparan en ese efecto de buena cara», explica Orgaz. A veces, el problema no se resuelve con la toxina botulínica, siendo necesario recurrir a una blefaroplastia para elevar los párpados caídos, de ahí la importancia de un asesoramiento experto.

Ácido hialurónico

Si la toxina botulínica ‘trabaja’ el tercio superior del rostro, el ácido hialurónico tiene como objetivo corregir y reponer volúmenes, como en el caso de labios y mentones, pudiendo aplicarse también en nariz y ojeras. «Podemos levantar la punta de la nariz si está un poco caída, o suavizar la giba nasal, lo que permite que se vea más recta sin necesidad de operar». También logra un tratamiento flash, dejando la piel más luminosa e hidratada. La edad ideal para comenzar este tratamiento es entre los 40 y 50 años.

Mamoplastia

En el apartado quirúrgico, las operaciones de pecho son las más solicitadas. Las técnicas empleadas son el lipofilling (infiltración de grasa) y el implante de prótesis. A veces, «se puede asociar también a una cirugía de elevación mamaria, llamada mastopexia», afirma el Dr. Orgaz.

Abdominoplastia

La abdominoplastia tiene como principal objetivo reparar el abdomen, tensando los músculos y eliminando el exceso de piel y grasa, pudiendo asociarse con una liposucción. Este tratamiento estético está indicado para corregir el abdomen globuloso originado por la pérdida significativa de peso o por el embarazo.