La falta de empleo y los bajos salarios son los principales obstáculos que encuentran los jóvenes murcianos para tener casa propia, según revela el ‘Estudio sobre la demanda de vivienda en la Región de Murcia 2022’, elaborado por la Cátedra y Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Murcia por encargo de la Comunidad. La mayor parte de los encuestados aspira a comprar, mientras que el alquiler resulta una solución provisional. Así, casi el 47% de los inquilinos declara que recurre al arrendamiento porque no puede hacer frente al pago de una vivienda en propiedad.

La encuesta ha sido dirigida por el catedrático de Ciencia Política de la Universidad de Murcia, Ismael Crespo, quien reconoce que las dificultades económicas constituyen un problema «estructural» en la Región para las generaciones de jóvenes que buscan casa. Apunta también que las viviendas disponibles se concentran en un segmento alto, lo que constituye otro obstáculo. El precio, la insuficiente oferta de alquiler y la escasez de viviendas de tamaño adecuado también alejan las posibilidades de compra.

El estudio se ha realizado mediante encuestas telefónicas a 756 personas residentes en la Región de Murcia y mayores de edad.

La proporción de propietarios aumenta a partir de los 30 años y alcanza el 85,6% entre los mayores de 65 años. Sin embargo, «los entrevistados que residen en una casa alquilada son principalmente jóvenes, colectivo caracterizado por un menor nivel de renta y una mayor inestabilidad laboral».

También existe una clara relación entre el peso de la propiedad y el nivel de renta. Así, entre las clases más pudientes los propietarios representan el 81%, mientras que entre las clases medias y bajas la proporción cae hasta el 65%. A su vez, el alquiler alcanza el 24,6% para estos colectivos.

«Casi la mitad de los que habitan en una vivienda alquilada señalan la imposibilidad de hacer frente al pago», precisan los autores. También cuenta el estado civil, dado que en los matrimonios el alquiler se reduce al 12,3%, mientras que entre los solteros, divorciados o viudos la vivienda arrendada llega al 24,9%.

El 80,4% de quienes desean un cambio de vivienda aspiran a tener una casa propia y el 28,6% de los encuestados tiene pensado cambiar de vivienda a corto o medio plazo.

Por zonas «las principales demandas de cambio se producen en la Vega Alta del Segura y en el Altiplano».

Entre los jóvenes que viven con sus padres el 60% declara que tiene intención de cambiar. El 61,2% de los encuestados que tiene aspiraciones de cambio son menores de 29 años. Los autores concluyen que «una buena parte de la posibilidad de cambio de vivienda se concentra en personas que, por razones de su ciclo vital, aún no han adquirido cierta estabilidad residencial». Por otra parte, un 13% piensa en una segunda residencia.

El 31,5% ve «regular» las medidas del Gobierno y un 25% les da un suspenso

Uno de cada tres murcianos ve «regular» las medidas adoptadas por el Gobierno regional para facilitar el acceso a la vivienda y otro 25,5% las considera «malas o muy malas». En total el rechazo llega al 57%. Solo el 20,3% las considera «muy buenas o bastante buenas», según se recoge en el ‘Estudio sobre la demanda de la vivienda en la Región de Murcia’ realizado por la UMU.

Los autores de la encuesta precisan que «la valoración de la actuación del Gobierno va decreciendo conforme lo hace la edad», por lo que son los mayores de 65 años los más satisfechos.

No obstante, los encuestados ponen una nota de 8,18 (sobre 10) al ‘aval joven’ y un 8,32 a las ayudas para el alquiler destinadas a las familias con rentas más bajas. Los autores aclaran que la buena puntuación que obtienen ambas medidas no debe percibirse como «una incoherencia de los encuestados», que no ven tan positiva la actuación global en materia de vivienda. «La conclusión es que los ciudadanos piden más medidas como las ya tomadas», precisan.

La información sobre las ayudas públicas no llega a los destinatarios

El estudio encargado por la Comunidad Autónoma a la UMU muestra también la necesidad de hacer llegar a los jóvenes y a las familias con más dificultades la información sobre las ayudas para acceder a la vivienda. Los menores de 29 años destacan la falta de información sobre las iniciativas públicas a las que podrían acogerse como otro de los problemas con los que tropiezan. El informe plantea también el establecimiento de ayudas y garantías relacionadas con el desempleo o las condiciones laborales, así como reducciones fiscales para los colectivos con menor renta y para familias. La principales soluciones que proponen los encuestados consisten en «abaratar el precio del suelo, dar más ayudas a la compra de vivienda y favorecer la rehabilitación».