Cuatro de cada diez padres de la Región se desentienden de lo que sus hijos consumen por Internet, según se desprende III Estudio sobre la Percepción del Bullying en la sociedad española, hecho público por Totto y Educar es Todo con motivo del Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar, que fue el jueves.
Estos progenitores no llevan a cabo control parental alguno: no ven ni aprueban previamente los contenidos a los que los menores acceden en la Red y se desentienden de corroborar qué hacen los adolescentes con su móvil.
Un adolescente de 14 años empezó a ‘colocarse’ con un jarabe de la tos porque un rapero lo recomendó en un vídeo
El mismo informe que los padres murcianos reconocen que dan un móvil a sus hijos a los 10 años, «tres años antes de la edad que se estima adecuada a nivel nacional», indican desde Totto y Educar es Todo.
Además, «el 32% de los niños encuestados en Murcia han sido víctimas de bullying o acoso escolar», detalle el citado estudio.
En la misma línea, la investigación revela que nueve de cada diez padres murcianos piensan que el móvil es un medio que potencia el bullying, aunque, pese a estar convencidos de eso, el 26% afirman no revisar el teléfono de sus hijos menores de edad.
Los murcianos compran un terminal a los niños a los 10 años, tres años antes de la edad que se considera "adecuada"
La muestra de la investigación, realizada a un total de 2.136 personas en España, se divide en tres submuestras: madres y padres de niños de entre 5 y 18 años; profesores, trabajadores en centros educativos españolas; y niños de entre 5 y 18 años.
En la Región, «la muestra utilizada es de 64 padres y madres con niños de 5 a 18 niños», precisan los responsables del estudio, que matizan que «el 3% encuestado no es casual, se ha cogido la proporción real de la población de Murcia: es decir, el peso de Murcia a nivel poblacional es de 3,15% a nivel nacional».
«Nos falta tiempo»
María Dolores Oñate, coordinadora del Grupo de Adiciones del Colegio de Psicología de la Región de Murcia, cree que «los padres tenemos muy pocas dotes digitales para rastrear lo que hacen nuestros hijos en Internet», con el añadido de que «nos falta tiempo», por lo que controlar a los menores «es muy difícil».
«Ellos consumen, además, muchas horas de tecnología: es muy difícil rastrear eso», apunta la psicóloga, que lamenta que «no hay filtro en las redes sociales».
La Policía recuerda a los menores que "una vez que subes una foto tuya a la Red, pierdes el control de ella"
Cita el caso de «un paciente, de 14 años, que me cuenta que se está ‘colocando’ con un jarabe de la tos de toda la vida, porque los raperos a los que sigue promocionan, en Internet, una bebida que es toseína con spray». Algo que «es una cosa disparatada, que puede llevar a los críos a la muerte muy fácilmente Entonces llamé al padre y le dije que hiciera el favor de cerrar con llave la farmacia».
Oñate se muestra «partidaria de limitar el acceso a Internet en función de la edad», puesto que sostiene que «antes de los 16 años los niños no tienen que estar en las redes sociales».
«Yo tengo tres hijos muy normales, de 12, 14 y 16 años, y no han sido niños discriminados», comenta, para explicar que «no hay rombos en esto de las redes sociales». «Soy partidaria de limitar el uso de estas redes y que practiquen las habilidades sociales presenciales, donde se puede triunfar por bueno, por ocurrente, por gracioso, no solo por el físico», resalta la experta, que estima que «Internet y las redes sociales son inabarcables para los padres, no lo podemos controlar».
«En las redes sociales no hay censura de nada», manifiesta la psicóloga, «por eso deberíamos esperarnos a que los adolescentes tengan una edad en la que puedan tomar decisiones razonables».
«Hasta entonces, muchos valores, mucho hablar con ellos», destaca Oñate, que cree que, en redes sociales, en ocasiones «se da un halo de normalidad a cosas que porcentualmente no son normales». Los padres , por tanto, «deberíamos contrarrestar: trasmitir a los hijos que hay que ser guapos por fuera y por dentro».
En redes, asevera, «se barema la estética y lo superficial: lo que tenemos que hacer es contrarrestar mucho eso». Y pone el acento en que a los menores «los estamos educando en una cultura de competir, la educación en valores la estamos descuidando mucho».
Por su parte, el criminólogo murciano Eduardo Serrano Mayoral tiene claro que «el acceso prematuro al mundo digital supone estar expuesto al mundo real sin ninguna protección». Aunque apostilla que es «cierto es que no se debe sobreproteger a los menores intentando negar realidades que están ahí fuera, y que tarde o temprano aflorarán», considera que «sí convendría ser pedagógicos con respecto al uso de la tecnología» por parte de personas que aún están creciendo.
'Capar' páginas
En este sentido, el experto subraya a La Opinión que «es importante orientar a los menores en el acceso a ciertos contenidos, enseñar a identificar información veraz y medios acreditados o supervisar si están consumiendo contenidos o videojuegos no aptos para sus edades», ya que «de esta forma, la exposición que pudieran tener a contenido no recomendado puede ser menor».
Serrano Mayoral recuerda que «existen herramientas y aplicaciones digitales que ‘capan’ algunas páginas que ofrecen según qué contenidos». A su juicio, «las personas tendemos a imitar comportamientos, actitudes y opiniones más de lo que pensamos, por lo que, si alguien está expuesto a contenido violento, sea digital o presencial, necesariamente estará más predispuesto a optar por una respuesta violenta, que, además, validará como correcta».
Por otro lado, el inspector Juan José Vivancos, jefe del Grupo de Menores (Grume) de la Policía Nacional en Murcia considera que «lo que hace mucho daño son las redes sociales», ya que hay adolescentes, incluso niños, que han enviado a otros «imágenes suyas, de su cuerpo». Y, una vez en la Red, han perdido todo el control de la instantánea. Vivancos apunta que se ha visto con casos de chicas que relatan, por ejemplo, que «mandaron una foto suya en sujetador y terminó circulando» de móvil en móvil.
"En la Red hay delitos cometidos por menores y por mayores que fingen ser menores"
«Que deje de circular la foto se puede hacer», asegura el inspector, en referencia a que, tras una denuncia, una investigación y contactar con plataformas o redes sociales, se puede solicitar el quitar una imagen en cuestión, «pero es complicado, porque uno puede haber hecho una captura de pantalla, la puedo guardar». Entonces «la puedo soltar en mis redes cuando me de la gana», precisa, para insistir en que «una vez que subes una imagen tuya a la Red, pierdes el control» de la misma.
«Si los que han visionado esa foto han hecho una captura de pantalla, la tienen. Eso no se puede controlar», destaca el policía, que alerta de delitos en Internet «cometidos por menores y por mayores que fingen ser menores». «Aunque se hacen campañas, muchos siguen cayendo», lamenta. De la investigación de estos delitos se ocupa el área de Ciberdelincuencia del cuerpo, que se enfrenta a «investigaciones largas».