El título de tu conferencia va de súper poderes... ¿Eres una súper heroína?

No creo, no. Bueno, o sí. Todas las mujeres de mi generación somos súper heroínas. No tanto como nuestras madres o abuelas pero sí, todavía tenemos que estar conciliando las obligaciones que ellas tuvieron a nivel de cuidados y organización familiar con el desempeño de nuestras carreras profesionales. Y, créeme, no es trivial. Te confieso que muchas noches, cuando me meto en la cama y he cumplido un 50% de lo que me había propuesto me digo a mí misma: ¡Soy una crack!

¿Qué súper poderes te han aportado en tu vida las matemáticas?

Las matemáticas me han hecho siempre, desde muy pequeña, muy feliz. Han moldeado mi vida y lo han hecho de una forma maravillosa. En cuanto a los súper poderes que me han aportado (y que le aportan a cualquiera que mira la vida con ojos matemáticos), me permiten identificar, plantear y resolver muchas cuestiones cotidianas.

¿En qué medida nos pueden ayudar las matemáticas a superar la crisis económica?

A corto plazo, en la gestión y distribución de los recursos disponibles. A medio o largo plazo, si se invirtiera más dinero, en mejorar la educación de las matemáticas en este país, tendríamos la posibilidad de detectar y estimular el talento matemático de nuestros niños y niñas y cambiar el modelo productivo a uno con más presencia de empresas tecnológicas.

¿Por qué las matemáticas son las grandes odiadas?

Más que odiadas yo diría temidas. Más que odio lo que les produce es ansiedad, miedo. ¿Por qué? Por muchas razones. La primera es porque desde que tienen uso de razón, detectan que esa ansiedad es generalizada, está en el aire. Los niños y las niñas tienen miedo de las matemáticas mucho antes de estudiar matemáticas. Lo oyen en casa, o en la tele, en Tik Tok… No falta el famoso que se jacte de que las odia o de que nunca le sirvieron para nada. Y esa lluvia fina les impregna desde muy pequeños.

¿En qué provincia española has notado mayor amor a los números?

Ay, esta no la sé responder. No creo que tenga que ver con la provincia, más con cada centro educativo y, por supuesto, con el entorno socioeconómico. Por eso hay que invertir más para detectar y estimular los talentos matemáticos de nuestros niños y niñas que están en cualquier rincón de nuestra geografía.