Hay pruebas diagnósticas como un análisis de sangre, un control de glucosa, un TAC o una resonancia magnética, en las que siempre se recomienda al paciente acudir en ayunas. Un protocolo que el Hospital Morales Meseguer ha cambiado para algunas de ellas, como es el caso del TAC y la resonancia, después de que profesionales de este centro sanitario hayan demostrado que acudir en ayunas no supone ningún beneficio extra para el paciente ni resulta imprescindible.

La doctora Ana Moreno, radióloga del Servicio de Urgencias del Morales Meseguer, explica que la Sociedad Española de Radiología no contaba con ninguna guía clínica que recomendara con consenso el protocolo de ayunar para someterse a un TAC o una resonancia magnética con contraste y habían observado que había patrones muy distintos según el país del que se tratase. En Francia, por ejemplo, van más avanzados y tienen protocolos de no ayunar desde 2005, frente a Alemania, donde se indican ayunos muy largos.

Por ello, un grupo de profesionales del Morales Meseguer decidieron ahondar en esta situación y vieron que el único motivo por el que se indicaba el ayuno es que el contraste puede provocar náuseas en el paciente y se buscaba con ello evitar que el paciente vomitara, provocando una broncoaspiración que pudiera desencadenar en una neumonía. Sin embargo, «no había ningún caso descrito de que esto hubiera sucedido», apunta la doctora Moreno, de ahí que se plantearan cambiar el sistema que siempre se ha venido empleando en estos casos.

Ana Moreno, junto al radiólogo de abdomen Enrique Girela, la supervisora de enfermería María José Menéndez y el jefe del Servicio de Radiología, José María García, estudió los casos a los que se enfrentaban y vieron que «en Urgencias los pacientes nunca llegan en ayunas y no habíamos tenido ningún problema con estas pruebas, por lo que no entendíamos por qué a los pacientes programados siempre se les indicaba la necesidad de ayunar antes de la prueba».

Tras el estudio los especialistas llegaron al consenso de retirar el ayuno de sólidos y líquidos en los TAC (dejándolo únicamente para cuatro estudios muy específicos) y quitarlo también en las resonancias, manteniéndolo sólo en las de abdomen y cardíacas.

El cambio de protocolo se puso en marcha antes del verano, ante lo que tuvieron que informar a todo el personal de radiología y a los administrativos encargados de citar a los pacientes para las pruebas de TAC y resonancia, ya que son ellos los que dan las indicaciones que el usuario.

Ahora, unos meses después de tener rodado el nuevo protocolo, en el que ha sido pionero el Morales Meseguer, otros hospitales también se han interesado en él, como el Virgen de la Arrixaca de Murcia y el Servet de Zaragoza.

Además de este cambio, el Morales Meseguer ha eliminado el contraste iodado oral en los pacientes toraco-abdominales de TAC, ya que este compuesto les provocaba diarrea, un contraste que se ha cambiado por agua antes y después de la prueba, lo que también permite una buena visión.

Premio

Este cambio en el protocolo le ha valido al Hospital Morales Meseguer de Murcia el Premio Canoha de la Sociedad Española de Directivos de la Salud, un galardón al que se presentaron 35 proyectos.

Estos galardones nacionales premian aquellos proyectos que identifican intervenciones ineficaces, que no siempre son necesarias y seguras, lo que también es un primer paso para conseguir la mejora del cuidado del paciente, promover la calidad y la eficiencia y reducir el uso de pruebas y prescripciones que no son necesarias ni adecuadas.