El guirigay en el que se ha convertido cada reunión de la Mesa de la Asamblea llevará mañana a la celebración de la primera sesión de control al presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, sin que prácticamente la mitad de los diputados reconozcan al portavoz del Grupo Mixto, Francisco Carrera.

«Fue elegido de forma irregular y arbitraria por decisión del presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo, para favorecer los intereses personales del PP de López Miras, sin informe jurídico alguno», explicó el diputado socialista Antonio José Espín.

Ha sido el Grupo Socialista quien pidió ayer la elaboración de ese informe después de que Castillo diera una «patada hacia delante» y se negara a resolver la solicitud de reconsideración que presentaron junto a Podemos la semana pasada en contra del nombramiento «irregular» del portavoz provisional del Grupo Mixto.

«Estoy escandalizada», declaró ayer a esta Redacción María Marín, diputada de Podemos, que asegura que todavía nadie de la Mesa ni de servicios jurídicos le ha comunicado la nueva situación en el Grupo Mixto. «No sabemos si tendremos que intervenir en la sesión de control, ni en qué orden ni de qué manera», afirmó.

Marín, que albergaba varias dudas sobre si Carrera tenía pensado cuestionar o no al jefe del Ejecutivo, registró una pregunta en el parlamento autonómico para «obligar a López Miras a rendir cuentas de su último golpe contra la democracia». No obstante, al no ser portavoz, esta no será formulada en el pleno.

Reglamento

Todavía no se ha producido ninguna reunión de los miembros del Grupo Mixto para elaborar un nuevo reglamento. Lejos de convocar un encuentro entre todos, el nuevo portavoz ha solicitado hablar con cada uno de los diputados «por separado», explican fuentes del grupo, que añaden que el que fuera expulsado de Vox «trabaja en un proyecto propio del reglamento», al igual que hacen los diputados de Cs y como también hacen los de Podemos.

«Es una situación endiablada y complicada», reconocen.