La construcción y el funcionamiento de la presa de La Torrecilla afectaría a la Red Natura 2000, a diversas especies de flora y fauna amenazadas, degradaría Hábitats de Interés Comunitario y perjudicaría a uno de los corredores ecológicos de la tortuga mora en la comarca del Guadalentín. Estas conclusiones de la Dirección General del Medio Natural, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, contradicen el criterio del Ministerio para la Transición Ecológica, promotor de esta infraestructura de desagüe y lucha contra las inundaciones en Lorca, que defendía que las obras no afectarían a ningún espacio protegido.

Esta presa es uno de los cuatro proyectos que la Confederación Hidrográfica del Segura tiene en tramitación para reducir el riesgo de inundación en la zona más depresiva del valle del Guadalentín. La presa de La Torrecilla se une a la que está prevista en Béjar y la rambla de Nogalte, así como la canalización de la rambla de Biznaga. Todas ellas tienen un presupuesto de 196 millones de euros y la redacción de dichos proyectos fue terminadas a finales del pasado mes de septiembre.

En concreto, esta presa de laminación en la rambla de La Torrecilla no serviría de almacenamiento de agua sino de desagüe. La infraestructura tendría un agujero en el fondo de la misma para que el embalse permanezca vacío, así como un aliviadero de dos alturas ante la posibilidad de que se obstruya el desagüe. La opción que escogió el Ministerio era la construcción de una presa que abarcara toda la cuenca vertiente de la rambla, una superficie de 15,5 km2. Tendría una capacidad de embalse de 2,56 hectómetros cúbicos y una altura máxima de 48,5 metros, es decir, está calificada por la CHS como una "gran presa".

Transición Ecológica ha optado por llevar a cabo una evaluación ambiental ordinaria

El problema llegaría con el impacto ambiental de las obras. El Ministerio señala que la construcción y funcionamiento de la presa no supone "una afección directa a la Red Natura 2000", algo que contradice la Subdirección General de Patrimonio Natural y Cambio Climático de la Región de Murcia. Ante este choque de criterios, Transición Ecológica ha optado por llevar a cabo una evaluación ambiental ordinaria, una tramitación más dura, tal y como publica en una resolución este viernes en el Boletín Oficial del Estado, por lo que el proyecto acumulará un nuevo retraso. El Gobierno central reconoce ahora que "no se pueden descartar efectos adversos significativos sobre el medio ambiente".

La propia resolución señala que la superficie de la presa entra de lleno en espacios protegidos por figuras como una zona de especial protección para las aves (Sierras del Gigante-Pericay, Lomas del Buitre-Río Luchena y Sierra de la Torrecilla), a una zona de especial conservación como la de la Sierra de la Torrecilla y a varios hábitats compuestos por matorrales y estepas salinas mediterráneas. Además, la zona inundable impacta con un área destinada a la recuperación del águila perdicera. "Todo el ámbito de actuación se ubica en área de alta probabilidad de presencia de tortuga mora", subraya la Consejería.

Desaparición de hábitats

El Ministerio apuntó en un principio que la construcción de la presa se realizará fuera de los espacios protegidos por la Unión Europea "y el área inundable solo quedará sumergida en caso de una avenida, quedando libre de lámina de agua en unas horas". Si bien es cierto, añade, que "esta área evacúa el agua en un limitado periodo de tiempo (unas horas), a pesar de las medidas preventivas propuestas en el documento ambiental, la inundación de la zona producirá una degradación de varios Hábitats de Interés Comunitario, que podría conducir a su desaparición".

La Consejería advirtió en junio de este año de la necesidad de evaluar mejor los impactos ambientales. Cuando se llevó a cabo el primer análisis de estos efectos (mayo de 2020), todavía Medio Ambiente no había aprobado el Plan de Gestión Integral de los Espacios Protegidos del Alto Guadalentín. Este departamento, que fue consultado por el Ministerio, señala que la obra dañaría a cinco especies de flora catalogadas como vulnerables y claves en el Plan de Gestión y varios hábitats protegidos, "uno prioritario y otro también clave en el Plan de Gestión".

El alcalde Diego José Mateos: "Hay que anteponer la seguridad de las personas y los bienes".

El retraso en la tramitación de este proyecto de defensa contra las avenidas en Lorca no ha sentado bien en el Ayuntamiento de Lorca. El alcalde Diego José Mateos ha reclamado que estas obras se hagan "a la mayor celeridad posible" respetando la normativa ambiental y los plazos, "pero hay que anteponer la seguridad de las personas y los bienes". El regidor, que apunta que estos trámites debieron iniciarse hace 10 años, no quiere que el proyecto "se eternice en el tiempo y suponga una paralización" del mismo. "Desde el Ayuntamiento pedimos que se agilicen los trámites", señala Mateos, que exige a la Consejería de Medio Ambiente que "no demore los trámites ambientales y se hagan en tiempo y forma".