La energía verde está a un paso de llegar hasta los embalses de la cuenca del Segura. El Ministerio para la Transición Ecológica llevará este lunes al Consejo Nacional del Agua su propuesta para instalar plantas fotovoltaicas flotantes sobre los pantanos de las distintas demarcaciones hidrográficas de España. Este plan nació para dar respuesta a la crisis energética y económica que ha provocado la guerra en Ucrania y con la intención de potenciar las energías renovables en nuestro país.
El número de embalses en la cuenca del Segura que cumplirían los criterios establecidos por el Ministerio para acoger estas instalaciones serían cinco. En concreto, los pantanos de Puentes, Valdeinfierno, Argos y Santomera en la Región de Murcia y el de Camarillas en Albacete. Todos ellos son presas cuya finalidad principal es la defensa contra inundaciones aguas más abajo y, en el caso de algunos, la de regular los recursos hídricos para el regadío de distintas comarcas.
La particularidad que lleva a estos embalses a superar los criterios marcados por el Ministerio para la instalación de placas solares es el mal estado de sus aguas. Transición Ecológica establece que cuanto peor sea el estado de la masa de agua, más superficie podrán ocupar los paneles.
Cada presa podrá tener tres plantas de generación de energía, pero en caso de padecer la proliferación de algas por la presencia de nutrientes en la presa, la capacidad máxima que se podrá ocupar del embalse será del 15% (como ocurre en el caso del pantano de Puentes). Para Santomera, Argos y Camarillas, la superficie que podrían ‘ceder’ sería del 5% al tener un grado mesotrófico, es decir, el contenido en nutrientes no es muy elevado pero sí existe una producción moderada de microalgas. En el caso de Valdeinfierno no se indica su estado ecológico pues apenas guarda agua.
Concesiones de 25 años
La regulación de estas instalaciones que pretende el Gobierno central pasaría sin problemas el trámite de votación de este lunes y se aprobaría como real decreto por parte del Consejo de Ministros en un plazo breve de tiempo. La intención es comenzar a cuanto antes con los procesos de concesión (que durarán 25 años) y explotación de las futuras placas solares flotantes. Antes, cada proyecto deberá pasar una evaluación de impacto ambiental.
Y es que, aunque se persiguen beneficios como reducir la evaporación del agua con las placas solares o que este sombraje ayude a mermar la presencia de floraciones de algas, estas instalaciones pueden tener impactos sobre la producción de los embalses, la calidad del agua o en las especies marinas.
El departamento que dirige Teresa Ribera busca impulsar estas plantas solares flotantes para aumentar la capacidad de generación eléctrica sostenible. Esto permitirá sumar la energía que se produzca a la de las centrales hidroeléctricas como en Camarillas, y "permitirá aumentar la producción de las instalaciones y optimizar las infraestructuras de evacuación".
A día de hoy, las presas de Camarillas y Puentes son las que más agua embalsan, 18 y 16 hectómetros cúbicos respectivamente. El de Argos llega a 6,7 hm3 mientras que Santomera guarda 3,4 hm3. Valdeinfierno está a cero. Debido a la superficie que ocupa cada uno, los huertos solares flotantes podrían ocupar hasta 33 hectáreas en la presa de Puentes de un total de 222; el de Camarillas ofrecería 9 hectáreas de 180 que tiene mientras que Santomera y Argos llegarían a las 4,5 y 3,2 hectáreas cada uno.
El Consejo del Agua esperará a su próxima cita para aprobar el plan del Tajo
El Ministerio para la Transición Ecológica ha convocado para este lunes a los integrantes del Consejo Nacional del Agua para, entre otras cuestiones, votar la revisión de los planes hidrológicos de las demarcaciones hidrográficas de Galicia Costa e Islas Baleares, pero no así los del Tajo y el Segura, ya que la tramitación de evaluación ambiental sigue pendiente de cerrarse.
Será en la siguiente cita del Consejo cuando sus miembros aborden estas dos planificaciones y se pueda comprobar los cambios que no se hayan podido producir en los caudales ecológicos del Alto Tajo que restarían recursos hídricos a la cuenca del Segura por el Trasvase.
La previsión inicial es que desde el próximo año y progresivamente hasta 2027 este caudal mínimo pase de los 6 a 8,65 metros cúbicos por segundo. Las declaraciones políticas han regresado esta semana con fuerza a raíz de la feria Fruit Attraction en Madrid, donde las patronales agroalimentarias de la Región de Murcia reclamaron al ministro de Agricultura, Luis Planas, que intercediera para que el Trasvase no se viera recortado en 105 hectómetros cúbicos anuales, casi la mitad de lo que llega a la cuenca del Segura cada año.
