El deterioro del sistema sanitario público estaría detrás del aumento del aseguramiento privado. Así lo cree la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública (ADSP) de la Región de Murcia, desde donde denuncian que "se han registrado demoras muy importantes en el acceso a los servicios sanitarios, lo que ha hecho que muchos ciudadanos opten por la sanidad privada, unos datos preocupantes desde el punto de vista de la equidad y la igualdad de la población".

El presidente de la ADSP de la Región de Murcia, Mario Soler, afirma que "el sistema sanitario se ha deteriorado con la pandemia y eso es lo que ha disparado el aseguramiento privado", pero explica que los ciudadanos no han cambiado la pública por la privada por la covid, ya que "estas compañías se desentendieron de todo lo relacionado con la pandemia. Pero sí que se suspendieron consultas programadas, citas con el especialista e intervenciones quirúrgicas, un deterioro de la patología no covid que ha empujado a los usuarios a la sanidad privada".

Dos años y medio después del inicio de la pandemia la situación de colapso no mejora, por lo que para Soler haría falta un plan de choque que logre acabar con la ‘bola’ que se generó de citas sin atender, ya que se suspendió casi todo.

Además, puntualiza que ante el aumento del aseguramiento privado "hay que dejar claro que los ciudadanos no se van a la privada porque les atiendan mejor sino porque les atienden más rápido", a lo que se une que tienen acceso directo al especialista y no tienen que pasar antes por el médico de familia, como ocurre en el sistema público, afirma el presidente de la ADSP en la Región.

Para Mario Soler los datos del último informe de IDIS "muestran la necesidad de potenciar el sistema público porque las desigualdades están aumentando", a lo que añade que los seguros privados no están al alcance de todos los ciudadanos.

Además, insiste en que "la compañías privadas atienden cuando se trata de una patología leve, pero cuando se trata de algo grave el ciudadano va al sistema público, ya que en casos de tratamientos oncológicos, por ejemplo, no se cubren los fármacos porque son carísimos y en esos casos los pacientes van a la pública". Y aunque dice no poner en duda los datos, sí que afirma que las interpretaciones a las que llegan son sesgadas cuando hablan del horro que le supone.