El presupuesto para Sanidad que aparece cada año reflejado en los presupuestos de la Comunidad Autónoma de Murcia no es real, como tampoco lo es el del resto de autonomías, quienes tienen infra financiado su sistema sanitario, teniendo que hacer aportaciones posteriores, fuera de lo previsto al inicio de cada ejercicio. Sin embargo, el caso de la Región de Murcia es especialmente llamativo, ya que es la autonomía con un mayor desfase entre el gasto presupuestado para salud y su gasto real.

El informe de IDIS, fundación que aglutina al sector sanitario privado, recoge que en el año 2020 el gasto público para Sanidad fue en la Región de Murcia de 2.670 millones de euros, aunque sólo 1.923 millones aparecían en el presupuesto de ese año, lo que supone una diferencia de 747 millones, un 38,9%.

Este porcentaje es el mayor de todas las autonomías, lo que muestra que el gasto que el Ejecutivo presupuesta no es real. Aunque hay que tener en cuenta que ese ejercicio fue el del inicio de la pandemia de covid, por la cual la Comunidad también recibió más de 500 millones de euros del Gobierno central para cubrir gastos extra que se originaron en esos meses.

Tras Murcia, la autonomía con una mayor diferencia entre el gasto sanitario presupuestado y el real fue Cataluña, con un 37,6% de diferencia y con un registro de 9.789 millones de presupuesto y 13.473 millones de gasto real.

A continuación estaría Castilla y León, con un 24,3% (3.584 millones presupuestados y 4.454 millones de gasto final); la Comunidad de Madrid, con una diferencia del 23,4% (8.166 millones de presupuesto sanitario y 10.077 millones de gasto real); y la Comunidad Valenciana con un 18% (6.765 millones presupuestados y 7.985 millones de gasto).

En el otro extremo se sitúan como las comunidades con un presupuesto más ajustado al gasto que realmente tienen Navarra, con una diferencia únicamente del 4,9%; Asturias, con el 5%; Extremadura, con un 6,2% y País Vasco, con un 7,2%