La Opinión de Murcia

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Medio ambiente

La crisis climática calienta más de un grado la Región en los últimos 70 años

Ciudades como Murcia han registrado un aumento de la temperatura media de 1,6 grados desde 1950, mientras que la cifra en entornos rurales llega a 1,2 grados de media

Juan Carlos Caval

Las regiones del Mediterráneo han sufrido las consecuencias de la crisis climática desde hace décadas. El calentamiento global ha dejado en comunidades como la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana un aumento de las temperaturas de hasta un grado y medio desde 1950, es decir, hace 70 años . En concreto, en ciudades como Murcia se ha observado un crecimiento medio del calor en zonas urbanas de 1,6 grados de temperatura, mientras que en zonas rurales de todo el territorio murciano el valor alcanza los 1,2 grados.

Los datos, reflejados en un estudio científico elaborado por investigadores de la Universidad de Alicante, "han mostrado una notable tendencia de calentamiento climático en la región mediterránea española" . En las urbes con más de 100.000 habitantes, la tendencia en el aumento de temperaturas registradas por la Agencia Estatal de Meteorología llega a más de un grado y medio en el caso de la capital regional. Además, buena parte del calentamiento valorado en los observatorios urbanos ha afectado a las temperaturas mínimas, con un valor de dos grados entre los años 1950 y 2020.

El estudio también ha servido para entender los microclimas y el efecto de las grandes urbes en el aumento de las temperaturas medias a lo largo de los años. Los investigadores señalaron que la diferencia entre los datos de calor registrados en entornos urbanos y rurales, unidos a las cifras registradas entre las temperaturas máximas y las mínimas, "evidencian tanto la existencia del efecto térmico de la urbanización como su magnitud".

Del centro a la periferia

El efecto urbano en el ascenso término durante las últimas décadas ha estado cuestionado en el ámbito científico, pero para los investigadores queda claro que la media de temperaturas "es más elevada en el centro de la ciudad", a partir del cual se ha comprobado que las temperaturas mínimas descienden en muchas mayor medida que las máximas conforme nos desplacemos hacia la periferia de las ciudades. "Esta influencia urbana se pone de manifiesto en la diferenciada amplitud u oscilación térmica existente entre el centro urbano y la periferia".

Los registros ambientales disponibles muestran "una elevada correlación" entre la evolución de las temperaturas y el consumo de energía regional durante los últimos cuarenta años, remarca el estudio. "Esta notable correlación con el consumo energético regional parece confirmar que la influencia humana ha sido relevante en el calentamiento registrado por los observatorios" de la Aemet. Una tendencia de calentamiento que puede situarse en un valor medio de 1,4 a 1,6 grados de temperatura, y aventuran que la aportación del efecto térmico de las ciudades estaría siendo de un 20 %, es decir, de entre 0,3 a 0,4 grados.

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