La Opinión de Murcia

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PINTANDO AL FRESCO

Mar Menor: somos los primeros

Por una vez, somos los primeros de Europa, somos los mejores, hemos hecho algo especial que ha levantado a la gente de los asientos para aplaudir. El Mar Menor es el primer ecosistema de Europa con derechos propios, como las personas, como las empresas. Seiscientos mil de nosotros solo hemos llevado a cabo una acción, firmar, pero ha habido otros, comandados por la profesora de Filosofía del Derecho de la UMU, Teresa Vicente, que se lo han currado a fondo y han ido de aquí para allá, se han movilizado para llegar a otras regiones de España a pedir que se firme (por cierto, creo que los vascos respondieron muy bien). Y se ha conseguido que se convierta en una ley, en el Senado, respaldado por todos los grupos parlamentarios, excepto Vox, que se ha opuesto, vaya usted a saber por qué, que el hecho de que ese partido esté en contra de cualquier cuestión que roce el ecologismo me recuerda cuando mi madre me decía siendo yo un niño: ‘Qué atascao’ eres, cuando dices que no a algo, es que dices que no. Y que sepas que eso no te lleva a ninguna parte’.

Desde hace muchísimo tiempo, he sido y sigo siendo un vecino del Mar Menor durante varios meses al año, incluyendo los sensacionales fines de semana de invierno, con un clima perfecto (las ‘calmas de enero’ y he sido testigo de muchas de las canalladas que se le han ido haciendo. Recuerdo muy bien cuando se construyó la red de alcantarillado y casi todas las casas se conectaron (digo ‘casi todas’, porque, aunque ustedes no puedan creerlo, todavía hay casas con pozos negros en los pueblos a la orilla del Mar Menor). Quiero decir que durante siglos los pozos negros han estado filtrando porquería a la laguna. Pero es que también he visto lavadoras funcionando con mangueras que llevaban el agua jabonosa directamente de la casa al mar. Aunque de estas barbaridades hace ya bastante tiempo y de ellas podían todavía defenderse las aguas, las plantas, los peces y demás vida, han sido los ataques masivos de la construcción, los fosfatos y nitratos de la agricultura, los vertidos de todo tipo, incluidos los arrastres de metales pesados de la Sierra Minera, a través de las ramblas, la razón fundamental de la eutrofización, las anoxias, la muerte de peces y plantas, y casi la propia muerte de esta maravilla de la naturaleza.

Pero, ojo al parche, que, ahora, oiga, un respeto con el Mar Menor, que jorobarlo le puede costarle a más de uno ir a la cárcel o pagar una multa de esas que se le caen los dientes al que le toca. Y hay que leer los comentarios de juristas españoles y extranjeros a este logro, el primero en su clase en toda Europa. Especialmente me ha gustado el de una señora holandesa, con este nombre tan guapo, Carolijn Terwindt, jurista de profesión, que ha declarado: ‘Es un paso histórico que en Holanda estamos siguiendo con mucho interés. Estamos construyendo una red en Europa que busca que, en 2030, los ciudadanos podamos imaginar emocional, cultural, política y mentalmente que la naturaleza tenga una personalidad jurídica’.

Y es que lo de la ILP del Mar Menor me ha recordado a un cuadro, ‘El grito’, de Edvard Munch, porque esas más de seiscientas mil firmas han representado el grito de espanto que estaba dando el Mar Menor ante los ataques recibidos y la dejadez por parte de las administraciones, de todas, aunque, por supuesto, no es lo mismo el que tiene casi todas las competencias que los que solo tienen algunas. Cada uno que se mire a sí mismo y vea qué parte tiene de la culpa.

Desde hoy, cuando mire el Mar Menor desde la orilla, a cualquier hora del día porque cada momento es diferente de luz y de color, como tengo expresado en unos cuantos cientos de cuadros que he pintado de nuestra laguna, pensaré que ya tiene derechos, como yo, y que si alguien viene a atacarlo podemos defenderlo. En los tribunales, si es necesario.

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