Más de una vez ha declarado que el suicidio no es una enfermedad, es la respuesta y conducta final...

Efectivamente, el suicidio no es una enfermedad sino un acto final, es más bien una consecuencia. No podemos hablar de un desencadenante universal o único. Hay factores diversos (socioeconómicos, biológicos y psicológicos) que pueden intervenir de forma interactiva en individuos vulnerables y generar estas conductas.

¿De qué cifras en cuanto a casos de suicidio juvenil estamos hablando en la Región?

Según los datos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, el número de suicidios consumados en la Región ha ido disminuyendo en los tres últimos años, de 132 en el año 2018 a 119 en 2021. En este último, fallecieron por suicidio en la Región 7 jóvenes con edades comprendidas entre los 10 y 19 años (no hubo suicidios entre los menores de 10 años), lo que supone una tasa del 3,9 por 100.000 habitantes dentro de esta franja de edad. Son las personas de entre 80 y 89 años las que presentan mayores tasas de suicidio, que llegan al 18,4 en este rango de edad. En 2021, casi el 55% de las muertes por esta causa ocurrieron en personas entre los 30 y 60 años.

La OMS declaró en 2013 el suicidio como un problema de salud pública. ¿Qué hemos avanzado desde entonces?

En los últimos años, este problema se ha convertido en una prioridad para la mayoría de los estados, por lo que se han establecido estrategias preventivas en distintos ámbitos como la salud, educación, servicios sociales, etc. Desde todas las instituciones estamos trabajando de forma colaborativa, tanto en la prevención primaria como secundaria.

¿Los medios de comunicación deben evitar publicar noticias sobre suicidios para no provocar efecto llamada?

Existen numerosas guías y libros de estilo sobre la comunicación del suicidio en los medios de comunicación. Todas, siguiendo las recomendaciones de la OMS, señalan la necesidad de un tratamiento informativo que permita hacer llegar a la población la información adecuada sobre los recursos disponibles en materia de prevención. El silencio informativo no es una opción. El sensacionalismo, tampoco.

¿En qué proyectos trabaja desde la gerencia de Salud Mental para evitar suicidios en la población joven?

La Gerencia de Salud Mental está trabajando en distintos proyectos. Se ha elaborado la Guía de prevención del suicidio. Actuaciones en centros educativos, de forma colaborativa con la Consejería de Educación que se publicó en abril de 2022 y que ha sido presentada a todos los centros educativos de la Región. Este proyecto continuará con participación de profesionales de salud mental de la infancia y adolescencia en incrementar la formación de profesionales de educación en esta materia. Además, se está trabajando con Atención Primaria en el proyecto de Bienestar Emocional de la Infancia y la Adolescencia (BINA) para fomentar aspectos preventivos. También hemos elaborado e implantado un protocolo de actuación en la red de salud mental para la atención de estos jóvenes.

«La pandemia ha afectado de forma especial a los jóvenes con un incremento del malestar a estas edades»

¿Cuáles son las conclusiones del Plan de Acción de Impulso y Mejora de Salud Mental 19-22?

En el Plan de Acción, dentro de la línea estratégica de prevención del suicidio, se están llevando a cabo varias acciones: se ha elaborado un protocolo para la intervención desde Atención Primaria con pacientes en riesgo; también se están realizando actividades de formación dirigidas a profesionales de Atención Primaria, especialmente en habilidades de entrevista clínica; hemos mejorado el proceso de continuidad asistencial entre los hospitales públicos y los centros de Salud Mental para los pacientes con conducta suicida, en especial en la adolescencia y en población geriátrica.

¿Qué pasos debemos seguir si sospechamos de una conducta suicida?

Entre las señales de alarma que podemos encontrarnos puede destacar especialmente amenazar con quitarse la vida o hacerse daño; hablar sobre la muerte o el suicidio; expresar razones para no querer vivir o sentimientos de desesperanza, ira o rabia; incrementar el consumo de alcohol o de otras sustancias; aislarse de amigos y familia; presentar alteraciones del sueño o mostrar cambios bruscos de comportamiento. Algunas recomendaciones para familiares o amigos de alguien que tiene pensamientos suicidas pueden ser hablar clara y abiertamente sobre el suicidio; expresar la preocupación, mostrar apoyo y escuchar de forma empática sin dramatizar.

El Gobierno regional impulsó en marzo un programa de prevención del suicidio en la población escolarizada. ¿En qué fase se encuentra?

Se publicó en abril de 2022 y se ha presentado conjuntamente con la Consejería de Educación. Está actualmente implantada en todos los centros educativos de la Región.

Háblenos de la figura del coordinador de bienestar y protección, ¿cómo deberá valorar el nivel de riesgo para el estudiante?

El coordinador de bienestar y protección es un perfil con el que deberán contar todos los centros educativos en el próximo curso para la prevención y protección ante los casos de violencia en el entorno escolar. Los distintos niveles de riesgo se valoran en función de distintas variables entre las que se encuentran si hay compromiso vital, que haya lesión o ingesta de fármacos, planificación de muerte persistente o intentos previos. La guía da orientaciones en la valoración del riesgo.

¿Qué hacer en los centros escolares tras producirse un suicidio?

Cuando se produce un suicidio se genera un gran impacto en la comunidad educativa. La dirección del centro debe coordinar la situación de crisis, se debe recabar información fidedigna, comunicar al Observatorio para la Convivencia Escolar y a la Inspección de Educación, informar y prestar apoyo al claustro, comunicar a los alumnos y ofrecer apoyo, acompañar a la familia y realizar actividades que ayuden a la gestión del duelo en el centro.

¿Los meses de pandemia han influido negativamente en las conductas suicidas de nuestros jóvenes?

La pandemia ha afectado de forma especial a los jóvenes, con un incremento del malestar a estas edades. Se ha detectado un aumento de conductas autolesivas sobre todo en jóvenes vulnerables. Desde 2013 se viene detectando una tendencia ascendente de visitas a urgencias entre los adolescentes de 14 a 19 años, aunque este aumento no está acompañado de una mayor gravedad de los casos.

¿Una mayor inversión económica en Salud Mental ayudaría a evitar suicidios juveniles?

La inversión económica en Salud Mental en infancia y adolescencia es necesaria para la promoción de la salud mental en general y en particular la prevención de las conductas suicidas tanto en la adolescencia como en la edad adulta. En la Región, desde la puesta en marcha del Programa de Acción de Impulso y Mejora de Salud Mental 2019-2022, se han incrementado los recursos humanos para la atención en salud mental a la infancia y adolescencia en ocho especialistas en psiquiatría, diez especialistas de psicología clínica, nueve de enfermería especialista en salud mental, tres de trabajo social y tres de terapia ocupacional. En este tiempo, se ha creado la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica para la infancia y adolescencia de la Arrixaca, la cual tenemos proyectado ampliar, y se han creado dos nuevos Hospitales de Día para la infancia y adolescencia en Cartagena y en Lorca. Además se está estudiando aumentar el número de centros de salud mental para la infancia y adolescencia de la Región.